Kink-Spanking

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Desde que se conocieron sabían que tenían algo en común; el deseo sexual y peculiar que pocos tienen.

Se habían visto antes, pero desde que se conocieron por algunos amigos en común comenzaron una relación.

Tenían casi la misma edad, 19 y 21 para ser exactos. Sus vidas sexuales eran bastante activas, y como dije al principio, muy peculiares.

No iban en la misma universidad, pero cada vez que se podían visitar lo hacían. Ambos eran abiertamente homosexuales, vivían con sus padres los cuales ya sabían de su relación.

Llevaban 2 años juntos y unos muy buenos años, casi nunca peleaban y cuando lo hacían lo arreglaban de una manera exquisita.

Ahora tenían una mini discusión, bastante infantil y cabe destacar que el que se enojaba casi siempre era Nicolás, no porque fuera amargado, si no que tenía un espíritu de un niño de 12 años.

Pero esta pelea era diferente, y es que Nicolás estaba molesto porque su pareja Jaime no quería follarlo. No malinterpreten la postura del Jaime, estaba cansado, había sido un largo día en la universidad y lo único que quería hacer era dormir. Cuando llegó a su casa vio que Nicolás estaba acostado en su cama, con el rostro reflejando claramente que quería algo.

Se sorprendió que no estuvieran sus padres, era hijo único por cierto.

--¿Qué haces aqui mi amor?-- pregunta Jaime con un tono bajo y suspirando.

--Creí que te alegraría verme aquí-- le sonríe.

--Pues si y mucho, pero estoy cansado bebé.

--¿Y quién dijo que yo quiero hacer algo ahora?-- pregunta con poca credibilidad.

--Te conozco bebé, y se te nota que quieres hacerlo-- ríe y se tira en su cama, de dos plazas por cierto.

--Amor...-- comienza a acariciar su pecho bajando de a poco-- hace rato que no lo hacemos-- hace un puchero tratando de darle cierta pena para que lo follara, bastante malicioso salió nuestro Nicolás.

--Te dije que estoy cansado bebé-- se da vuelta para verlo a los ojos-- dame 20 minutos.

--Hm-- hace una mueca y le da la espalda al Jaime acostado todavía, como dije, muy infantil.

El Jaime nota que está molesto, le empieza a acariciar la espalda, como si de una pintura se tratase.

--Bebé no te enojes-- su voz salió muy seductora-- sé que hace rato no lo hacemos pero estoy muy cansado, entiéndeme.

--Si sé Jaime-- se da vuelta-- pero es que nunca tenemos tiempo y ahora que estamos solos en tu casa no quieres hacer nada-- hace un puchero, ahora de verdad que estaba un poco triste.

Jaime suelta un gran suspiro y se levanta, se va a su baño por unos segundos volviendo con su cara mojada, odia cuando Nicolás obtiene todo lo que quiere.

Nicolás sonríe, le encanta que el Jaime lo consienta, y más cuando se trata a la hora de hacer el amor.

Se lanza hacia la cama, dejando a Nicolás atrapado entre sus brazos. Empieza a repartir besos por todo su rostro, bajando a su cuello y sacando su polera gris.

--Tranquila fiera-- dice Nicolás riendo.

--Tú me hiciste hacer esto, así que no te quejes-- le sonríe y saca su polera, estaban semidesnudos, más deseosos no podían estar.

--No me estoy quejando mi amor-- suspira y se desconcentra cuando Jaime esta bajando a su pelvis.

Llega a su bóxer, el cual baja para sacar su miembro, lo masajea y le da unos cuantos besos para que se excite. Nicolás al ver que ya estaba bastante excitado da vuelta al Jaime con una fuerza sorprendente dejándolo abajo.

--No creas que tendré toda la diversión-- le susurra en el oído y empieza a frotarse con el cuerpo del más alto. Ambos miembros se tocaban, aun que el de Jaime todavía estaba bajo su pantalón.

Nicolás le saca el pantalón y el bóxer al mismo tiempo, comenzando a frotarse de nuevo contra su cuerpo.

--Me excitas tanto-- le dice Jaime sintiendo que su miembro estaba cada vez más duro.

--No sabes cuanto esperé para esto-- le sonríe con sus labios bastante cerca.

El Jaime baja sus manos al trasero de su pareja, masajeánsolos a su antojo. De un momento a otro dio un azote en la nalga izquierda de su amado.

--¡Jaime!-- se ríe nervioso.

--¿Qué?-- se ríe también-- si sé que te gusta.

--Si, pero me tomaste por sorpresa weón-- suspira y vuelve a frotarse.

Jaime le vuelve a pegar en el mismo lugar repetidas veces, a los dos les encanta, les excita ese tipo de cosas, y como Nicolás se había portado mal según Jaime, le pegaría como castigo, o como premio según como se mire.

Estuvieron asi unos minutos hasta que el Jaime dijo que era suficiente, quería estar dentro de Nicolás lo antes posible.

No usaron condón, uno porque sabían que el otro no tenia ninguna enfermedad, y dos porque sabían de sobra que sin condón se disfruta mucho más.

El nico acomoda el pene del Jaime en su entrada y baja de a poco. Estaban cegados por el placer, la preparación se la pasaron por la raja y el jaime entró de una.

Nicolás quedó con la palabra en la garganta, con la boca abierta y mirando directamente a los ojos del jaime. Este sonreía, agarrando la cintura del más bajo, ayudándole con las estocadas.

Gruñe, le encanta que el jaime sea bruto, que se comporte como un animal en el coito. Se acerca a su rostro y lo besa, alejándose de vez en cuando para gemir, sabe que eso enciende más al mayor.

Jaime baja sus manos a su trasero, azotando contra este para que fuera más rápido, Nicolás estaba que explotaba, estaba tocando su próstata y más encima azotaba su parte baja, aumentando sus estocadas, arriba, abajo, rápido y sin pudor.

Nicolás se da vuelta, dejando su trasero a la vista del más alto. Jaime deposita sus manos en la cadera del otro, subiendo y bajando el cuerpo del menor; cabe destacar que Nicolás estaba en las nubes, a su merced. Éste también lo ayuda creando un vaivén entre ellos, uno lleno de placer.

Cambian de posición, ahora el más alto estaba entre sus piernas, dejándolas en sus hombros, subiendo su cadera entrando por completo.

--J-jaime por dios santo-- ruega Nicolás, estaba por correrse, baja su mano a su miembro y empieza a masturbarse, bastante rudo.

--Dale bebé, que estoy por venirme-- le sonríe y aumenta sus estocadas, acercándose al cuello del menor, depositando chupones en él.

--Si si si-- dice repetidas veces, se corre en su pecho, coloca sus manos en su rostro--que cansancio-- ríe.

--No sabes cuanto-- Jaime sigue con sus estocadas dándole un beso a Nicolás, hasta que se corre. Sale de su interior y se levanta para traer confort para poder limpiarse.

--Te voy a molestar más seguido-- le sonríe Nicolás sabiendo que Jaime no quería eso.

--Jajajaja, ni lo pienses-- lo mira desafiante-- esto-- dice apuntando la cama y a ellos-- no se volverá a repetir así.

--¿Me estay webiando que no te gusto?-- preguntó confundido.

--Claro que si bebé-- se acuesta a su lado-- pero no quiero que lo hagamos así, ya sabes, como animales en celo.

Nicolás se acomoda, dejando su palma en su mejilla mirando a su pareja. Y en su mente piensa:

--Mala suerte Jaime, porque a mi me gusta rudo.

Ríe, y es que es cierto lo que se dijo a si mismo.

--¿Por qué te ríes?-- lo mira Jaime algo sorprendido, no esperaba que se riera por eso.

--De nada bebé-- se acerca y lo besa castamente-- te amo.

--Yo también mi amor-- se sonríen y se acomodan para poder descansar, por lo menos hasta que los padres de Jaime lleguen.

Smut challenge; jainicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora