Cristhel

El misterioso Cuaderno.

Tuve mucho miedo, pero decidí no decirle nada a mamá conociéndola iba a darme un sermón de cien años y nunca acabaría. Fui a mi cuarto y me duché, quería quitarme el estrés que sentí hace unos momentos, me relajé, fui al clóset y me vestí.
Tomé mi teléfono para distraerme un momento cuando...

Siento que algo o alguien me observa.
-Que sensación tan extraña.-Digo.-

Abrí la ventana y me asomo, no hay nada, solamente un gato, estaba encima de la rama de un árbol de manzanas que hay al lado de mi casa.
Creo que los animales están en mi contra, pero el gato me observaba, fijamente, es negro, pero sus ojos, son extraños tiene uno verde y el otro negro.
De pronto, escucho un ruido en la azotea.

-¿Mamá?-Le digo casi susurrando.- ¿Mamá estás ahí?...No es gracioso ¿sabes?- Mientras me iba acercando, el mismo sentimiento que tuve hace unas horas volvía, no quería acercarme más, pero necesito saber qué es.

Abro la puerta, y de repente.

-¡BOO!-Dice mamá mientras rié.-
¡MALDICIÓN MAMÁ! ¿Qué te sucede?- Le grité dando un salto.-
-¿Qué te sucede a ti?, usualmente no le tienes miedo a nada, o es que ¿viste a un fantasma?-Siguió con tono burlón.-
-No es nada.- Le respondí algo molesta.-

Mamá estaba acomodando unas cajas, y sacando algunos platos y cubiertos que usaríamos.

-¿Te ayudo?- Le pregunté.
-Sí, hija abre esa caja, creo que ahí están los cubiertos que faltan.-Salió de la habitación y bajó a la cocina.
-Muy bien.-Me dirigí al resto de las cajas y abro una, no encuentro los cubiertos por ninguna parte. Mientras revisaba las cajas se cayó una, un cuaderno salió deslizándose hasta mis pies.

La recogí, estaba lleno de polvo, mientras la limpiaba poco a poco se veía la portada, estaba muy viejo por cierto, en la portada decía: "Propiedad de Elizabeth"
Tenía curiosidad, pero estaba cerrado, tenía un pequeño candado. Muy oxidado por cierto.
-Necesito la llave, ¿En dónde podrá estar?

Busqué por mucho tiempo, pero no encontré nada, suspiré, ya estaba desesperada, no tengo mucha paciencia.

-No, nada, seguiré buscando mañana.-Cerré la puerta y salí.-
Estuve pensando en lo que podía contener ese cuaderno, para ser muy antiguo y viejo estaba muy bien cuidado.