La industria de la Fotografía tiene diversas facetas. Una de las más traumáticas e ilegales sin mencionar que es asquerosa y horrible, es la de la pornografía infantil; una corporación de personas sin cerebro que toman fotos o graban a niños y adolescentes teniendo sexo entre ellos o con personas adultas.
Harry Styles no es consciente de su amado trabajo. El no admitirá ni en un millón de años el daño que causa, no, claro que no.
Cada mañana habré su laptop para ver sus tesoros propios. Se adentra en su propio mundo, se pierde en aquella penumbra de maltratos.
Harry es un fotógrafo de pornografía infantil, que un día como cualquiera conoce a un niño llamado Louis. El niño queda encantado con aquel hombre alto e imponente, que lo atrapa en su red de encanto y sonrisas.
Louis no duda que sus sentimiento hacia él es ¿Amor?
Sin darse cuenta que el será el hombre que lo llevara a hacer cosas que el pobre puberto nunca conoció, o al menos no conocía antes de Harry Styles.
