Capítulo 1. "Se busca"

30 1 0
                                    


Narra Harry.

Apenas eran las 11 de la mañana cuando en mi móvil sonaba "lo mejor está por venir" de Los Gemeliers. Y no, no es que me gustasen, pero a mi sobrina Sophie sí. Así que me puso esa dichosa canción como tono de llamada. Lo peor es que no sabía como quitarla, y aproximadamente escuchaba esa canción 10 veces al día. Sí, cada vez que alguien decidía llamarme.

Rodeé los ojos al ver que me estaba llamando mi querida hermana mayor Karla -en verdad su nombre se escribe con C pero ella siempre lo pone con K para hacerse la interesante-. Me llamaba como seis veces al día, tres para recordarme que tenía que buscar trabajo y otras tres para regañarme por lo mismo.

—¿Se puede saber qué te ocurre tan temprano?—, mascullé mientras me frotaba los ojos con mi mano libre.

—Que agradable forma de darme los buenos diás—, contestó algo irónica. Si algo teníamos en común, era nuestra forma sarcástica e irónica de hablar. Cosa que podía llegar a ser divertida pero bastante intensa si nos peleábamos.

Me quedé callado, no sabía qué contestarle. Digamos que recién levantado no lograba pensar con claridad las cosas.

—Harry—. Dijo con un tono de voz algo serio y dejó que un silencio incómodo se apoderara de la linea telefónica. —¿Por qué no me dijiste que le debías 7 cuotas mensuales al dueño del piso donde vives?—

Mierda, lo sabía.

Abrí los ojos de par en par y mi corazón comenzó a latir muy rápido. Pero sin embargo, seguí callado, esperando a que me echará el mismo sermón de siempre.

—No, no te voy a reñir como siempre hago si eso es lo que estás pensando—. A veces pensaba que mi hermana podía leerme la mente. —PERO ES QUE TE HAN DADO 5 DÍAS PARA IRTE DE ESE PISO SI NO PAGAS, HARRY. ¿¡TÚ NO PIENSAS EN LA SERIEDAD DEL ASUNTO!? TE VAS A QUEDAR EN LA CALLE SIN TRABAJO Y YO COMO SIEMPRE TENDRÉ QUE APECHUGAR CON TU INSENSATEZ—. No la escuchaba tan cabreada desde que casi estrello su coche contra su propia casa.

—Calma, calma, calma...—, intenté sonar tranquilo. Pero en verdad tenía los huevos de corbata en esos momentos, no podía permitirme pagar todos los meses 300 euros de alquiler. Mis sesiones fotográficas no daban para mucho tampoco, y no conseguía trabajo por ningún lado—.

—¡¿Cómo pretendes que me calme?! De esta no te salva ni La Virgen María, Harold—, suspiró.

—He encontrado un trabajo—, mentí.

Primer error: mentirle a mi hermana sobre el trabajo.

------------------------
Narra Susan.

SE BUSCA COMPAÑERA DE PISO.
El piso está situado cerca del centro, no es para nada caro y es bastante acogedor.
Consta de dos baños, tres dormitorios, un salón y una cocina.
Para más información contactar al 046734097, gracias.

Así decía el anuncio que acababa de poner por casi todos los rincones de Madrid. Apenas eran las 11 de la noche y tenía frío, pero la ciudad se veía preciosa a esa hora. Sinceramente iba a echar mucho de menos a mi antiguo compañero de piso Elías, que se había ido a vivir con su actual pareja Toby. Y no volvería, sólo vendría a visitarme de vez en cuando. Suspiré, solo me tocaba esperar que alguien decente quisiera llamar e interesarse por el anuncio. Porque de lo contrario tendría que irme; no podría pagar el alquiler del piso sola.


Por otra parte estaban mis estudios, ya que estoy en mi segundo año de psicología y tampoco me va nada mal. Pero el estrés es demasiado cuando a parte intentas convencer a una editorial de que publiquen el libro que llevas escribiendo 6 meses.

Varios minutos después, cuando por fin estaba en mi querido sofá cenando. Recibí un mensaje.

"Qué tal ha ido lo del anuncio? Qué has puesto? Llámame en cuanto sepas algo. No me eches mucho de menos"

Sonreí, era Elías.

"Ya lo he colgado por todos los sitios. Solo hay que esperar a mañana. Y como no llame nadie juro que empiezo a cortar cabezas. La tuya la primera por irte. Ten cuidado, y saluda a Toby de mi parte"

Sí, Elías para mí era como ese típico "amigo gay" que todas las chicas quieren. Y lo iba a echar muchísimo de menos, no iba a ser lo mismo vivir en este sitio sin él, definitivamente. Pero todo es acostumbrarse, y aunque deba de admitir que me da bastante mal rollo estár sola durante unos días supongo que poco a poco me acostumbraré.
Después de mandarle ese mensaje como respuesta, recogí mi ondulado pelo negro en un moño y empecé a pensar en mi antigua relación. No solía pensar mucho en ella, ya no tanto al menos, pero por alguna extraña razón se me vino Tomás a la cabeza. Llevábamos casi 2 años, y si no hubiera sido por ese dichoso chaval de pelo rizado llamado Harry que se interpuso entre nosotros dos, seguiríamos felices estando juntos a día de hoy.
Al menos espero que Tomás sea feliz, y que "al otro" le llegue el karma pronto. Porque se lo merece.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 03, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi peor pesadilla •H.S•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora