Capítulo 3

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La noche había transcurrido lenta para Atsushi, no había podido dormir mucho, después de todo se la pasó llorando, maldiciente de su suerte pensó en varias ocasiones, ¿como podría salir de este lugar?, se veía que la mayoría que vivían ahí, eran otros mafiosos, personas con las que Dazai tal vez ya tenía un trató para que no dijeran nada sobre que tenía a un chico encerrado

Las puertas de la habitación se abrieron, el albino empezó a temblar, jaló las sábanas cubriéndose completamente con ellas, como si con eso pudiera escapar de aquel hombre

— Buenos días — sin embargo no se trataba de el, era una voz femenina, se escuchaba de una mujer ya mayor — Me han pedido traerle algo de comer — traía una bandeja, con arroz, te verde, y una guarnición — inmediatamente el albino se destapó, observando a la mujer, era rubia, una estatura media, y su cabello iba amarrado en una cebolla, vestía de traje negro —

— ¿Quien eres tu? — se levantó de la cama, acercándose a paso lento a la mujer, no sabía si podía confiar en alguien en ese lugar —

— Digamos que me encargaré de atenderte, me lo pidió Dazai — observaba al chico, se veía menor que ella, además tenia varios golpes en su rostro, quien sabe como estaría el resto de su cuerpo —

— Por favor ayudame a salir de aquí — rogó el albino, la mujer no desprendía esa aura asesina como aquellos matones que acompañaran a Dazai —

— Sabía que me pedirías eso, pero es imposible — dejo la bandeja al lado de la mesa del centro de la habitación, mientras observaba al chico, debió haberla pasada muy mal anoche —

— Pero... ¿porque? — empezaba a llorar de nuevo, se sentía frustrado, impotente ante todo aquello que le sucedía —

— Podrían matarnos a ambos, a mi por traición y a ti simplemente por querer escapar, no lo dudo, mas dicho Dazai te reprendería —

— No quiero estar aquí, quiero mi vida de vuelta, no me interesa estar con este hombre —

— Será mejor que te acostumbres a este sitio, si te portas bien, Dazai te dejará salir a los alrededores de la casa, e incluso a la ciudad, así que porque no mejor comes, es para que recuperes fuerzas —

— No quiero comer, lo único que deseo es irme de aquí, así que te lo puedes llevar.... — se volvió a tirar en la cama dándole la espalda a la mujer — Tal vez se vea grosero de mi parte y después hacerte una pregunta, pero ¿como te llamas? —

— Higuchi.... —

— Gracias por haber traído el desayuno —

— Con su permiso, me retiró — salió de la habitación, asegurándose de cerrar con llave —

De nuevo las horas pasaban lentas para el albino, tal vez si intentaba forzar la puerta o alguna de las ventanas, pero estas tenían barandales, eso lo haría demasiado difícil, se levantó de la cama, fue hacia la puerta, y empezó a dar varias vueltas a la perilla, mientras la jalaba, tal vez si forzaba demasiado la perilla, podría ser más fácil abrirla después, pero no sus esperanzas iban perdiéndose, la perilla no se aflojaba

— ¿Porque? — con mas frustración, jalo la perilla pero no esta no pareciera que cedería —

Tomo uno de los candelabros de metal que estaban de adorno, empezando a golpear la orilla de la puerta, pero sólo le hacia algunos cuantos rasguños, no servía de nada su frustración iba en aumentó cada vez mas, ahora solo golpeaba cualquier punto de la puerta con evidente ira

Buscaba alguna manera de sacar toda su frustración, y no había otra manera más que esa, por el momento, término totalmente agotado, dejándose caer al suelo, después de todo no había probado algún bocado

— No funcionó, la maldita puerta no se aflojó para nada — grito con ira lanzado el candelabro hacia cualquier lugar de la habitación —

Se quedó acostado allí en el suelo, mirando al techo como si fuera lo más interesante de la habitación, no tenía ganas de hacer nada

De nuevo la puerta se abrió dejando ver otra vez a Higuchi quien traía de nuevo otra bandeja de comida, aunque con notoria preocupación vio que la del desayuno seguía intacta

— ¿No piensas comer?, necesitas recuperar energías ya son mas de la una de la tarde —

— No quiero, puedes llevártelo — fue la única respuesta, no miraba a la chica sólo al techo como si con el fuera con el que estaba hablando —

— Lo dejare aquí me llevare la desayuno, con su permiso — salió de nuevo, dejando al albino solo y roto —

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— Higuchi-chan~ — canturreaba el castaño entrando a la cocina de la gran casa — ¿Ya ha comido Atsushi?, sabes ese muchacho se ve muy débil, ¿comio su desayuno y comida? —

— Bueno....eso.... — desviaba la mirada, ¿y si le mentía?, no el se daría cuenta — No comió su desayuno, la comida aun no lo sé hace rato fui a dejarla —

— Oh oh, ¿problemas en el paraíso Dazai? — una tercera voz se escuchó su jefe había llegado a interrumpir, como era ya costumbre —

— Nada que no pueda manejar — salió de la cocina, yendo a la habitación del albino, esta se encontraba en la planta baja, por lo que debía bajar varias escaleras, llegó abriendo la habitación encontrándose con el albino tirado en el suelo como si nada — Me dijeron que no quieres comer — el albino no contestó nada, pero se levantó del suelo, yendo con el hombre —

— ¡No quiero!, ¡no lo haré!, ¡quiero largarme de este maldita lugar! — gritaba —

— ¿No habíamos ya aclarado el punto de loa gritos? —

— Tu lo aclaraste, maldito bastardo de mierda —

— Sera mejor que empieces a moderar tu vocabulario, si no quieres ser reprendido —

— Vete al diablo — tenía los puños cerrados, sentía sus propias uñas clavarse en su piel, pero era imposible que el le ganara al castaño —

— Te lo dijo de una vez o comes como se debe, o veré como te mantengo vivo con medicamentos solamente, después te arrepentirás —

— No quiero, solo quiero salir de aquí —

— Otra vez con esa idiotez.... — tomo al albino de los cabellos acercándolo a la mesita de la recámara lo hizo sentarse, mientras sacaba una navaja de su abrigo, sus intenciones era que el albino comería de una u otra forma — Empieza de una vez y no me iré hasta ver que termines —

— No pienso hacerlo... —

— Que testarudo...pero ya que lo quieres así — tomó el brazo del albino subiendo su manga, haciendo un corte en este, solo era superficial, por lo que no sangraría mucho — Empieza — el albino volvió a negar con la cabeza y dos nuevos cortes se hicieron presente en su brazo — Puedo estar todo el maldito día aquí si es necesario — mas cortes fueron propinados en el brazo del albino, quien intentaba no doblegar antes los mandatos del castaño, pero ya no aguantaría mucho —

Sin mas remedio tomo la cuchara, empezando a consumir la comida poco a poco, aun así el castaño siguió cortando su piel como si de papel se tratara, sólo para asegurarse de que el menor terminaría comiendo todo

— ¿Ves?, no fue tan difícil, solo tenias que comer — se alejó del chico, yendo al baño, saco un botiquín de primeros auxilios —

— Tu me hiciste esto y ahora vas a curarme, ¿que irónico no lo crees? — en cierta forma, Atsushi dijo aquello en forma de burla, aun podía observar las pocas gotas de sangre que estaban en el suelo —

— Si te dejo así, seguramente se infectaría y sería más problemático — puso los algodones de con alcohol presionando con fuerza, una vez que termino de desinfectar, vendo su brazo — Otra rabieta de esas, y seguiré con tu otra brazo —

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Dos seguidos  :'D

Como leen, puede que la historia tenga varias escenas de violencia no será la típica historia color de rosa 🙇

Nos leemos después

Saludos y no olviden comentar 🙌

DazAtsu ¿Que tipo de relación tenemos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora