Capítulo 13

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El castaño había ordenando a sus hombres ir rumbo al bosque pero la suerte no está de su lado, había empezado a llover y eso hacía que sus pasos fueran más pesados debido al lodo que se formaba, el bosque era muy denso y grande la noche estaba cayendo rápido, a pesar de que vio a donde se dirigía su querido objeto de obsecion en algún momento los había perdido de visto, maldito Nakahara, ¿como se atrevía a tocar algo que era suyo?, lo haría pagar caro, así fuera lo último que hiciera

Mientras tanto más adelante en el bosque el pelinaranja se apresuraba a caminar lo más rápido posible con el albino en brazos, en algún momento este había cerrado sus ojos mientras su respiración era débil, demasiado débil

A unos cuantos pasos más divisó a sus hombres en donde ya lo esperaban con las camionetas y armas de alto calibre, preparó un emboscada después de todo sabía que tarde o temprano Dazai iría hacia su casa para buscar al chico

— ¡Jefe! — exclamó un chico de cabello castaño claro — Todo esta listo para la huida, ¿empezamos a disparar? —

— Aún no, esperen 5 minutos más venían cercas, no hay que desperdiciar balas, por cierto necesito que llames al médico y le digas que vaya hacia el nuevo escondite —

— Entendido, ¿el chico esta bien? — su mirada se desvío al joven albino que posaba aún en lo brazos del mayor, acercó su mano por instinto, estaba muy pálido — Señor, ¿aún vive? —

— ¿De qué demonios hablas?, claro que está vivo solo se desmayo, hey despierta — lo sacudió un poco pero nada no reaccionaba — Vamos deja de hacerte el dormido, ya estamos a salvo — nada, esto ya era demasiado preocupante — Maldición, llamada de una vez al doctor que vaya hacía allá, yo me iré primero que me sigan otras dos camionetas —

— Como ordene — hizo una reverencia y ordenó que empezarán a disparar después de que su jefe se fuera, debían darle tiempo —

El sonido de las balas inundó el frondoso bosque dando en árboles, ramas las hojas de estas, y por supuesto en los hombres de Dazai que iban cayendo uno tras otro

— Maldición, una maldita trampa ese hijo de puta..... — se tiro al suelo de inmediato, tenía que regresar no le quedaba de otra opción, tenía que arrastrarse como un gusano por todo ese maldito lodazal, se sentía humillado — TODOS ABAJO Y REGRESEMOS, POR AHORA —.

No tardó mucho para que todos captarán la orden y empezarán a retroceder, no tenían mucha ventaja en ganar, seguramente los hombres de Chuuya los triplicaban en cantidad, Dazai se maldicio por haber actuado por impulso, no lo llevo más que a bajas, idiota dejándose impulsar por su ira

El peli naranja aceleraba lo más rápido en la carretera, la lluvia no lo estaba ayudando en nada se volvía cada vez más intensa, volteaba hacia atrás dándose cuenta el chiquillo ahora respiraba con dificultad, maldición no iba a dejar morirlo, el no quería eso, jamás mataba a gente inocente o que no tenían nada que ver, tenían sus principios después de todo

Siguo acelerando hasta llegar, hasta otra casa grande bajo de la camioneta, sacando al chico sus hombres ya lo esperaban afuera abriendo las puertas de la gran casa, preguntó si ya había llegado el doctor, para su sorpresa Kouyou ya estaba en la casa indicándole que estaba en el piso de abajo, se dirigió dejando al albino en la cama

— Esta embarazado — fue lo único que le dijo al doctor, antes de salir de la habitación y dejarlos ahí sólos —

Pasaron aproximadamente veinte minutos, después de eso el pelinaranja ya estaba en la sala aseado y cambiando, había sido el día más ajetreado durante tres meses sin activadad de ataques, en su mano reposaba una taza de café humeante, él hubiera preferido una copa de vino pero Kouyou lo reprendió diciéndole que se enfermería si bebía eso, siendo que el clima había empezaba a refrescar, agregándole que se había empapado algo con la lluvia

El médico había salido ya de la habitación, Chuuya lo miró de reojo esperando el resultado de lo que le había pasado a Atsushi

— Señor Nakahara, la condición del chico por ahora es débil, y en su estado aún más delicada debe estar en reposo absoluto tan siquiera por los próximos 2 meses, si queremos que ese embarazo se logre, ha pasado por demasiado estrés e incluso una amenaza de aborto, si quiere que su pareja esté bien, deberá a empezar ciertos cuidados tanto físicos como alimenticios — finalizó el doctor sacando una receta, donde había ya le había prescrito los medicamentos que el albino necesitaría —

— Entiendo, el próximo mes vendrá a revisarlo — no tenía tiempo de negar si era o no su pareja, total el no debía explicaciones al médico —

— Cómo ordene, si llega empeorar por favor llámeme de inmediato, con su permiso — hizo una reverencia saliendo por fin de la casa — Kouyou, ve con el chico ayudalo asearse y llevale algo de comer luego —

— Pensé que solo ibas a utilizarlo y no te importaba — hablo la mujer empezando a levantar los utensilios donde había servido el café de la mesa del centro —

— ¿Que te puedo decir?, soy un estuche de monerias —

Tal como lo ordenó, Kouyou fue con el albino, toco la puerta después de escuchar un ligero "pase" el chico ya parecía tener más colo en su rostro y con mejor cara, además que acariciaba su vientre, como si con eso pudiera tranquilizar a la criatura que lleva dentro, aquello imagen era algo triste para ellas jamás pudo tener hijos

— ¿Te sientes mejor? — hablo la mujer, sentándose en la orilla de la cama, tocando su frente, no había fiebre eso era una buena señal que la lluvia no lo haría enfermar eso esperaba —

— Si, aunque algo cansado — reconoció el albino recargandose más en la alhomada, solo quería dormir —

— Mira, vamos a que te des un baño, cenas algo y ya después descansas todo lo que quieras —

— Esta bien solo porque no quiero quedarme con la sensacion de que estoy sucio — se quito las sabanas de encima, saliendo de la cama — Iré a ducharme y después iré a cenar a la cocina, ¿esta bien? —

— No hace falta que salgas yo te traeré tu comida aquí, el doctor dijo que debías estar en reposo así que entre menos esfuerzo hagas mejor — salió de la habitación, yendo a la cocina para empezar a preparara cena del albino —







Ahora mismo estaba furioso por tener unos subordinados tan idiotas e incompetentes, regresó con menos de la mitad de hombres con los que había salido, demasiadas bajas, sin embargo se encontraba aún más frustrado por ahora no tener ninguna pista del maldito de Nakahara, ninguno de sus contactos tenían idea de alguna segunda casa del pelinaranja, ese hijo de puta ya había tenido previsto todo





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Holiii 🥺

DazAtsu ¿Que tipo de relación tenemos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora