Disclaimer: Todo lo relacionado con el Potterverso es propiedad de J.K Rowling.
Era una soleada tarde de verano en el jardín de los McDonald. Una niña pequeña, de unos 5 años, estaba sentada en un pequeño banco con un librito de colores en sus manos. Una mujer castaña se le acercó lentamente con una sonrisa:
—¿Qué lees Natalie?— dijo, poniéndose de cuclillas al lado de la niña. Ella alzó la cabeza:
—La Cenicienta, tía— contestó con voz suave— es mi cuento favorito.
—¿A sí? ¿Por qué?— preguntó la otra Natalie, a pesar de ya saber la respuesta.
—Porque cuenta como una chica normal se convierte en una preciosa princesa. ¡Y yo quiero ser una princesa!
—¿Sí? ¿Por qué?
Natalie dejo el libro en el banco y se levantó. Le brillaban los ojos.
—¡Porque todo el mundo las adora! Son perfectas y muy guapas. ¡Nadie deja nunca de lado a una princesa!
***
—¡Todos al campo! ¡Sin rechistar!
Veinte niños y niñas empezaron a subir las escaleras que llevaban al patio superior cargados de pelotas, bates y otros. Nadie hizo caso a lo de no rechistar.
—¡Wilson, Moore! Poneos de capitanas.
Marie Wilson y Kathy Moore empezaron a hacer "piedra, papel y tijeras". Marie ganó.
—Jack.
—Rebecca.
—Kevin.
—Natalie.
Ya me preguntaba cuando me elegiría. Marie era mi mejor amiga. No podía dejarme para el otro equipo. Me coloqué a su derecha. Siempre hacíamos lo mismo. Ella era capitana y yo le recomendaba a quien elegir. Solo quedaba tres personas.
—Elige a Sarah.
—¿Qué? ¡No!
La miré extrañada.
—¿Por qué?
—¡No voy a dejar que entre a mi equipo ese… monstruo!
Abrí mucho los ojos. Sarah era una chica bajita, de pelo negro enmarañado y los ojos azules demasiado separados. Tenía la boca torcida, una nariz enorme y las cejas muy pobladas. Vale, sí, era MUY fea, pero yo la había visto corriendo. Era una bala. Además era muy simpática.
—¿No vas la vas escoger solo porque es fea?
Marie hizo una mueca. Claro, como ella era tan perfecta. Lo primero que sentí fue indignación, porque Marie dejase a alguien solo por su aspecto. Luego, decepción, porque me dí cuenta que así era como ella escogía a sus amigas. Y por último y más fuerte que los anteriores: odio. Horrible y repulsivo odio. Porque alguien pudiese ser tan malvado. No me dí cuenta. El odio me desbordó por dentro. De pronto, Marie se agarró la cara con ambas manos y cayó al suelo. Cuando se levantó estaba completamente transformada. Corrió hasta un charco de agua que había dejado la ultima lluvia y al verse reflejada, gritó.
***
¡Buenas! Puede que ya me conozcáis un poco. O puede que conozcáis a mi tía. En todo caso, me llamo Natalie McDonald. Aquí va mi versión de la historia. Puede que haya gente que no se la crea o que diga “¡Oye, yo lo he oído de otra manera!”. Pero todo lo que voy a contar pasó de verdad, al menos que yo recuerde.
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Pequeños gestos
FanfictionEs curioso como un pequeño gesto puede desencadenar una gran cantidad de sucesos increíbles. Algunos creerán que esta historia empezó con el horrible asesinato que ocurrió un fatídico día en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Los protagonist...