Kiss me slow

Dorian

Eran las 6:30 am cuándo el despertador sonó, de mala gana me levanto y me dirijo al baño con la toalla en mano. La puerta de este está cerrada por lo que supuse que había alguien adentro me acerco a escuchar y era mi mejor amigo Jhossep cantando I wouldn't mind llevaba semanas cantándola para ser específicos desde hace dos meses luego de jugar a la botellita, comenzó a salir con la chica que beso se llamaba Pink era el prototipo ideal de mujer del siglo XXI, alta, delgada, con pechos grandes, caderas pronunciadas y cuerpo tonificado. Al contrario yo me parecía más al prototipo de mujer del siglo XX cintura delgada y caderas anchas. 

-Jhossep, tienes 3 segundos para salir del puto baño- 

-Ya casi termino Arie, dame unos minutos- Responde él, yo me dirigí al cuarto de huéspedes en el cuál se ha estado alojando y busque su camisa preferida al igual que unas tijeras. -No tienes unos minutos, sal ahora.- Le digo haciendo ruido con las tijeras. -¿Escuchas el sonido de las tijeras?, bueno voy a contar hasta tres si no sales le corto la manga a tu camisa favorita, tú decides. 1...2...3- Abre la puerta rápidamente y me quita la camisa de las manos 

-¿Estás loca?- 

-¡Yo también te amo!- Exclamé y me metí en el baño, me duche lo más rápido que pude y me vestí con un short, un crop top con el #17 y las converse negras. 

Jhossep me esperaba en el frente de la casa junto con Adrien para irnos, antes de salir volví a mi cuarto y busqué mi celular. Un mensaje.

Dorian: Buenos días nena 

Sonreí al leerlo pero no respondí, salí rápidamente y me le tiré encima a Adrien. 

-¿Qué tal idiota?- Le pregunte mientras reía y enrollaba mis piernas alrededor de la cintura -No me voy a bajar así que camina.-  El simplemente bufó y no me dijo nada. 

Hace dos meses Dorian me había besado por el estúpido juego de la botellita, el director del instituto nos encontró y nos llevo a la dirección allí llamaron a nuestros padres, mi madre simplemente me quito el celular por una semana y los padres de él no le dijeron nada porque ya era mayor de edad. El director nos puso a elegir el castigo sus opciones eran quedarnos a limpiar todos los días los platos sucios del comedor por tres meses o faltar al baile de graduación, decidimos lavar los platos ya que nosotros no íbamos a faltar a nuestro último baile. Desde entonces Dorian y yo nos hemos estado hablando todos los días sin falta, no sé si sienta algo por él pero, me encanta cuándo estamos juntos.