Capítulo 5.- Tres días y tres noches

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_ Muy buenos días corazón, hoy les tengo una sorpresa. _ saludó Adam dejando a Janeth anonadada de la emoción.

_ ¿Qué sorpresa?, ¿Podrías decirme? _ preguntó Janeth en un tono de igualdad mirando a Adam cambiar su semblante.

_ Deberías seguir hablándome de manera más respetuosa y yo también, al menos en público, si lo que ocurrió anoche sale a oídos nos matarán a ambos sin entendernos, solo seremos juzgados. _ dijo el profesor percatándose de la presencia de varios alumnos más.

Al llegar esos alumnos, Omar Capaldy apareció con ellos.

_ Buenos días Janny. _ saludó con gusto a Janeth mientras el profesor se apartaba levemente.

_ Bien chicos, hoy las clases restantes fueron suspendidas, tenemos tres días y tres noches para una actividad grupal en campo abierto, llamémosle un campamento. _ exclamó el profesor mirando a la profesora Natalie acompañada de la profesora de primeros auxilios, es decir, una mujer de largo cabello negro y semblante de ser una persona perfeccionista.

_ Me alegra que hayan podido venir profesoras, y me sorprende que usted venga profesora Villareal. _ murmuró Adam sonriendo.

_ No nos veíamos desde hace dos meses y así me saludas barbaján, ¿Qué te ocurre? _ respondió la profesora Villareal.

_ Chicos ella es la profesora Karla A. Villareal, vendrá con nosotros, acamparemos y seguiremos esos días y noches allá, reuniremos muchas plantas, objetos y minerales para traer al colegio, ¡Vamos entonces! _ dijo energético Adam.

Janeth caminaba junto a Omar y varios estudiantes mirando a otros de los alumnos correr hacia ellos.

_ Dense prisa, tenemos que irnos. _ dijo Adam para salir del colegio y tomar varias maletas con comida para treinta gentes durante esos días.

Al abordar el autobús, algo emocionada, Janeth miró a su profesor con alegría queriendo solo correr hacia él.

Pero solo de mirar el paisaje desde la ventanilla del autobús le provocaba una emoción aún más enorme.

De ese modo llegaron a un prado, el pasto se movía al soplar del viento, las hojas de los grandes árboles se movían en sincronía y un pequeño lago que reflejaba el brillo del sol era el adorno principal.

De ese modo el profesor les mostró unas enormes cabañas dónde se alojarían hombres y mujeres separados.

_ Bien chicos, esas son sus cabañas, quedan perfectamente para grupos de personas, dejen sus pertenencias en ellas y vuelvan aquí _ dijo Adam mientras sus compañeras profesoras miraban ese brillo en sus ojos.

21 NochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora