-5 AM, Liliana se había levantado al escuchar el despertador, camino hacia el cuarto de baño, retiro su camisón de seda rosa, soltó su larga cabellera y entro a la ducha, el agua se deslizaba por su figura aplico jabón líquido a su cabello y empezó a frotar este con la yema de sus dedos, luego enjabono su cuerpo, después de 30 minutos la tarea estaba terminada, colocó un albornoz blanco, recogió su cabello y se dirigió hacia su closet de este saco un vestido rojo con el escote redondo y de espalda descubierta, busco uno de sus juegos de lencería, unas zapatillas altas con plataforma de color negro, empezó a vestirse y cuando coloco el vestido camino hacia el espejo, Liliana es una chica muy hermosa de tez morena clara, ojos color verde musgo, labios gruesos y con un rostro fino, camino hacia la mesita de su maquillaje y empezó a aplicarlo en su rostro, se colocó las zapatillas y fue en busca de su bolso para bajar por un vaso de jugo y bebió solo la mitad de este , camino hacia la salida rumbo a su auto, entró en este y emprendió su viaje hacia su lugar de trabajo, Liliana con tan solo veintitrés años, era dueña de un bufete de abogados, sus padres murieron cuando ella tenía diecisiete años, ella se hizo cargo del bufete Patronelli tal y como su padre le había enseñado, al llegar al bufete estaciono su auto, bajo de este con su saco y su bolso en mano, caminó hacia la entrada saludo a varios de los presentes y se dirigió hacia al ascensor el cual la llevaría al piso en el que ella trabajaba, al llegar a su piso encontró a su asistente Africa se acercó a su jefa con una taza de té y empezó a informarle todo lo que estaba en su agenda para el día de hoy, la chica suspiro y al entrar a su oficina tomo asiento revisando los pendientes del día anterior, su asistente le recordó que tenía la firma del contrato con el dueño de la petrolera más importante del país y de dos continentes, en un pedacito de papel apunto la dirección de la petrolera , suspiro dedicándole una mirada a su asistente.
- Africa, por favor tráeme el contrato en un sobre, en un par de minutos saldré hacia la petrolera para llevar a cabo la firma del documento y también necesito que al estar de regreso me tengas listo el caso de Stephanie la niña que es huérfana-
- Claro señorita, en seguida le traigo los documentos y el informe, recuerde que hoy a las cuatro de la tarde es la junta con los abogados para hablar sobre los casos que tienen demasiadas complicaciones.-
- Ohh Dios... es cierto, estaré acá para la junta, anda ve por lo que te he pedido así salgo de eso de una vez por todas.-
Africa asintió con una sonrisa y salió de la oficina de su jefa, Liliana encendió su ordenador y entro a su correo electrónico, ya había revisado la mayoría de sus correos cuando la puerta de su oficina se abrió, Africa entro con los documentos que le había pedido dentro de un sobre.
11:30 AM, la bella morena se encontraba en la pequeña sala esperando a la asistente del dueño de la petrolera Loungreen, la abogada imaginaba a un hombre gordo, mayor de cincuenta y cinco años, calvo, barbudo y feo, la asistente del señor Loungreen la saco de sus pensamientos cuando le pidió que la siguiera hacia el despacho, aliso su falda y acomodo su cabello mientras caminaba detrás de la mujer que aparentaba más o menos 27 años, que contoneaba las caderas con cada paso que daba, sin duda alguna era una chica muy atractiva pero se veía a simple vista que era una chica plástica, al llegar a la sala de juntas habían tres hombres dos del lado derecho y uno del lado izquierdo, supuso que la silla que aún estaba vacía era para ella, camino hacia la mesa de una forma sensual como era de costumbre, y saludo a cada uno de los caballeros frente a ella, los cuales observaban muy atentos el movimientos de sus piernas muy bien torneadas, ella al darse cuenta rodo los ojos y reprimió un insulto fingiendo una sonrisa, tomo asiento colocando su portafolio a un lado de su silla, uno de los caballeros se colocó de pie y se presentó.
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¿Como decirte que no?
Roman pour AdolescentsLiliana una mujer muy hermosa dedicada a su trabajo, se desvive en su profesión siempre tratando de ayudar a las personas sin ninguna malicia, cree en el amor? No claro que no, como hacerlo si en su primera y última relación la dejaron plantada en e...