No sé bien que hacía parado en la puerta del Dr Salvarrey, recién habían pasado dos días de la primera sesión. Él me dijo que cualquier cosa lo llame (me hablaba a mi mismo).
Pero ir hasta el consultorio ? Estaba bien ?
Toque el timbre y espere dos minutos, una chica saludo con un beso en el cachete al doctor. Tenía mi edad, rubia, ojos celestes. Sonreía y se despedía feliz.
Me miró y me dijo: “nuevo eh, yo al principio tampoco aguantaba una semana sin venir”.
Se acomodó la cartera y se fue.
No entendía bien cómo salía contenta de ese lugar, yo iba por obligación. O eso pensaba, porque en ese momento estaba ahí, parado en la puerta del consultorio y nadie me había obligado.
-Mateo pasó algo?- Me tendrías que haber llamado, trato de que mis pacientes no se crucen.
No sabía bien qué decir, hasta ese momento no me había dado cuenta que el único lugar donde podía ir era el consultorio.
No tenía ningún amigo con quién hablar. Con mi mamá estaba enojado, a mi papá no lo veía hace tres años cuando volvió a casa para llevarse las pocas cosas que quedaban de él.
En fin, ahí estaba, parado frente al Doctor no sé bien porqué y sin poder responder una simple pregunta. Una pregunta que yo también me hacía.
-Mateo que pasa ? Volvió a preguntar el Dr.
-Hoy cumplía años. Respondí mientras las lágrimas se me hacían imposible de contener.
-Pasa.
Café o té ? Me ofrecía el doctor mientras yo me acomodaba.
-Agua, por favor.
El doctor se sentó frente a mí, me dio el vaso de agua y no hablo.
-Es su cumpleaños y ni siquiera me animo a pasar por el cementerio a dejarle unas flores sabe.
Ayer me dormí pensando en que hoy tenía que ser un día más y me di cuenta que eso es imposible. Nunca voy a poder superarlo, porque siempre voy a recordar su cumpleaños, o el dia que nos pusimos de novios, el primer beso, la primera vez que me dijo te amo.
Toda mí vida se va a convertir en recuerdos y voy a terminar viviendo el recuerdo de esos días, en vez del día mismo.
-Mateo es normal que días como el de hoy te afecten, es todo muy reciente, pero va a llegar el momento en que sin darte cuenta vas a empezar a recordar este tipo de días con alegría, pero eso lleva tiempo.
El timbre sonó en ese momento.
-Lo siento Mateo tengo que atender a un paciente.
Me dijo mientras se levantaba de su silla y me acompañaba a la puerta.
-Nos vemos en unos días.
Dijo con un tono exclamativo en su voz.
Sonreí dándole a entender que sí.
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Pensando En Tí
Teen FictionHay muchas historias para contar. Historias con finales felices, algunas otras con finales no tan buenos, yo me di cuenta que las mejores historias son las que no tienen finales, esas historias que quedan en el tiempo y no podemos olvidar. Me duele...