Capítulo 3

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El hombre que dice el pronóstico en la tele no se había equivocado, era el día más caluroso del mes. Yo me encontraba frente a una casa blanca con rejas negras, en la puerta de la casa había una placa.

Dr. Salvarrey. Psicólogo

Me había tomado un colectivo para poder llegar hasta ahí, el calor corría por mi cuerpo con una velocidad que no había experimentado nunca antes.

Luego de estar unos segundos parado frente a la casa me decidí a tocar el timbre.

-Debes ser Mateo. Te estaba esperando.

Un hombre de estatura mediana y con una voz algo grave había abierto la puerta y me invitaba a pasar.

Cuando entre lo primero que vi fue una gran biblioteca llena de libros.

Al lugar lo iluminaban luces que salían de tres lámparas ubicadas en distintos sitios de la habitación.

Cuando llegue al escritorio arriba de el había otros dos libros, no llegue a leer sus nombres pero se referían a la psicología.

Tomé asiento y comencé hablar.

-Mire doctor… Le puedo decir doctor verdad ?

-Si claro que sí.

-Bien. Mire doctor no se si sabe porque estoy acá, y tampoco se si sabe que no quiero estar acá.

El problema que yo tengo no lo puede solucionar nadie créame.

-Mateo se muy bien porque estás acá,  también se que yo no te voy a poder devolver a tu novia,pero créeme que si te puedo ayudar.

Tu mamá me contó que hace un mes que no Salías de tu casa.

Ya te ayude en algo, te hice salir por primera vez.

El doctor soltó una risa baja luego de lo que él había interpretado como un chiste.

-Esta bien yo voy a seguir viniendo, para que mi madre no se preocupe tanto, pero sepa una cosa el problema que yo tengo no lo resuelve ninguna ciencia. Se llama amor.

Me paré y di la sesión por terminada, solo había ido hasta ahí para aclarar porque aceptaba ir.

Me despedí y antes de irme el doctor me dio su tarjeta.

-Por si necesitas hablar con alguien, podés llamar a cualquier hora.

Si no lo necesitas nos vemos en una semana a esta hora.

Camine hacia la parada, ya no hacía tanto calor.

Ya arriba del colectivo me puse a pensar y me di cuenta que había vuelto a salir al mundo, ese mundo que me había sacado todo.

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