Día I

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Miércoles 28/06/2017

Pierre estaba aburrido, estaban en gimnasia y no podía hacer clases por haber dejado en casa su uniforme de gimnasia.

Además la maestra lo había castigado mandándolo a un lado por estar molestando y jugando con Paula.

-tiiiiiiiiiiiiii- sonó el timbre de salida

Pierre se acercó a Paula y le preguntó:

- ¿Paula te llevaré a tu casa?

- sí, por favor- respondió Paula con un sonrisa.

- listo, vamos entonces- dijo Pierre

- ya, ahí voy- respondió Paula y cogiendo su mochila salió junto con Pierre.

Paula subió a la moto y se pusieron en marcha, en el camino fueron conversando. Hablaron de todo un poco pero por falta de camino y tiempo no terminaron un tema que a Pierre le pareció muy interesante.

Así que le dijo:

- ¿Te parece si vengo en la noche? A eso de las 7- preguntó Pierre.

- Sí, esta bien- respondió Paula sonriendo

- Jaja esta bien, nos vemos en la noche, cuidate- se despidió Pierre

- Igual, te veo más tarde- respondió Paula despidiéndose

De esa manera Pierre se fue a casa pesando en que se pondría para ir a ver Paula.

Más tarde a eso de las 6, se dio una baño especial, luego se puso a escoger la mejor ropa que tenía en el armario, luego pensó y se dio cuenta que se vería muy formal, así que al final decidió por algo más casual y de esa manera, se puso en marcha y se dirigió a casa de Paula.

Mientras estaba de camino, pensaba y se ponía nerviosa de lo que podía pasar al tocar la puerta.

- ¿ y si sale su mamá y me pregunta quién soy? ¿ si sale su abuelita o algún familiar? ¡Que les digo!- eran las constantes preguntas que atormentaban su cabeza.

Para suerte de Pierre, Paula se encontraba en la sala y cómo la puerta estaba entre abierta lo único que hizo el joven, fue pararse en la entrada.

Paula al verlo lo dejo pasar y le pidió que se ponga cómodo, entonces comenzaron a dialogar.

- ¿Cómo estás?- preguntó el muchacho

- bien, estaba durmiendo toda la tarde. ¿Tú como estás?- preguntó Paula.

- bien, yo también estuve durmiendo- respondió Pierre con una sonrisa.

Y así continuaron conversando y riendo como una hora más o menos y de la nada aparece la mamá de Paula junto a su esposo, que regresaban del trabajo.

Pierre no pudo evitar sonrojarse y ponerse algo nervioso, pero de todas formas se comportó a la altura de la situación y saludó respetuosamente a la señora y a su esposo.

La sala simultáneamente se llenó de personas y Paula le sugirió a Pierre, que sería mucho mejor conversar afuera.

Pierre aceptó y siguieron la conversación en la vereda.

Comenzaron a hablar de todo, del amor y la vida, las decepciones, el colegio, los amigos, las películas, libros, etc.

Fue una de esas charlas que parecen nunca acabar, sin duda a Pierre le agradaba pasar tiempo con Paula y solo bastó un día para que se diera cuenta de ello.

Ya eran casi las 11 y Pierre debía regresar a casa, suponía que le esperaba una fuerte regañada de su mamá por llegar tarde pero aún así no quería irse, la estaba pasando tan bien que en su mente el castigo era lo de menos.

Pero como ya era muy tarde, la mamá Paula salió a decirle a su hija que ya era momento de entrar.

- Ya debes entra y ya debo irme- dijo Pierre

-sí, es muy tarde- respondió Paula

- Mañana no hay clases, hay que ir a andar en moto- sugirió Pierre

- sí, me encantaría- respondió Paula

- genial, pero ¿qué hora?- preguntó Pierre

- no se, ¿en la tarde?- dijo Paula

-sí, a eso de las 3 vendré a buscarte para ir- respondió Pierre

- esta bien, te esperó- respondió la chica con una sonrisa

Luego de eso, ambos se pararon y al despedirse se dieron un tierno abrazo, un abrazo que sin duda significó ¡mucho!

¿Y ustedes que creen que pasó luego?

Pues se los contaré, mientras ambos disfrutaban de aquél tierno abrazo, solo se dieron cuenta de que sus miradas se empezaron a juntar y podían sentir su propia respiración.

Tan solo bastó mirarse fijamente a los ojos para que terminé en un tierno y dulce ¡beso!

¡Lose! Parece una película romántica, de esas que suceden en Holliwood o sacado de un libro de shakespeare, pero lo cierto es que fue así como sucedieron las cosas, de está manera comenzaba la historia de amor de estos dos jóvenes.

Ya en casa, sucedió lo que Pierre ya suponía, su mamá lo regaño y casi lo castiga, pero al final logró convencer a mamá de no hacerlo, prometiendo que nunca más volvería a llegar tarde. (Cosa que no cumplió)

No obstante, ya en su cama, se puso a pensar todo lo que había sucedido en ese extraño y hermoso día y antes de quedarse dormido lo único que dijo fue:

- ¡Valió la pena!

¡Mucho en tan poco!Where stories live. Discover now