El nuevo [Yaoi/BL]

2. Una tarde alocada

Eran las cuatro de la tarde, el cielo comenzaba a tornarse de varios colores gracias a las estrepitosas fiestas que se formaban en la calle Monestir de Barcelona, con su mochila en la espalda y su uniforme algo desarreglado Carter se acercaba a la dirección en donde Maximiliano le había indicado.

"Solo es una tarde estudiando química avanzada, nada más deja de estar tan nervioso" pensó el muchacho mientras dudaba en golpear o no la aldaba de león de la puerta. "Tengo que admitir que su casa es inmensa, solo le faltan algunas cosas para ser una mansión"  Y no estaba equivocado el hogar del joven de 18 añosa pesar de tener un gran toque minimalista era enorme. El golpe de la aldaba con la madera resonó como si un parlante lo hubiera transmitido a todo volumen. 

  — ¡Ya voy! — sonó la voz del peli-azul  que segundos después abrió la puerta mostrando su facha despreocupada, unos jeans negros, bien no hay problema con eso. Pero sin camisa.

  — ¡Indecente! — dijo el menor cubriendo sus ojos con un leve sonrojo en sus mejillas.

— ¿Que? Esto no es indecente — espetó extrañado Maximiliano — Indecente sería si estuviera en boxers 

— Agh olvidalo, es inútil razonar contigo  — entró a la casa el de ojos extraños admirando su interior — Wow...solo...Wow

  — Ven ¡Vamos a mi guarida! 

Ambos pubertos subieron las escaleras llegando a una puerta blanca con un cartel que decía "Solo gente cool" escrito en chinchosos y distintos colores neón, Maximiliano abrió la puerta dejando ver un cuarto oscuro iluminado al igual que el cartel con ropa tirada por todos lados, poleras, camisetas, pantalones y hasta boxer, la cama era grande ocupando el centro del cuarto sin embargo al entrar el espacio se hacía cada vez más  grande, un closet a la derecha de la cama estaba cubierto de posters de videojuegos y mujeres en bikini. Al frente del lecho estaba una consola de última generación conectada a un televisor plasma de 72 pulgadas colgado en la pared.

  — Y ¿Qué te parece la Marcueva? 

  — ¿Mar? ¿No te llamas Maximiliano?

— No me gusta — dijo arrugando su nariz — es muy de novela así que prefiero mi apodo Mar ¿Entendido nuevo? 

— ¡Deja de decirme así! ¡Mis padres pensaron en un nombre por algo! Solo di Car-ter! — Carter hizo una mueca desesperada gracias a su nuevo apodo

— Ya no te pongas así nuevo — El peli-azul se acercó lentamente al castaño con una sonrisa burlona en su rostro — Mejor ya pongamonos a estudiar 

  — No haré nada si no me llamas por mi nombre — Carter se cruzó de brazos cerrando sus ojos y dándole media espalda a Mar  

  — Oh vamos nuevo — ronroneó el mayor sobre su oído  ocasionando un escalofrío por todo el cuerpo del otro — No quiero tomar medidas drásticas.

A pesar de los susurros insistentes de Mar, el menor seguía decidido a ignorarlo hasta cumplir su cometido lo que no se esperaba era el ataque sorpresa de Mar. El antes mencionado había logrado meter una mano debajo de su camiseta acariciando su abdomen y subiendo hábilmente hasta llegar a sus pezones para retorcerlos con fiereza sacando gemidos que intentaban ser ahogados por la boca de Carter, con sus manos la cubrió observando la risa suave de Mar al retirar sus manos y ¡unir sus labios en un beso francés!

"¿¡Qué está pasando!? ¡Mi primer beso con un chico y más encima con el idiota de Mar!" pensó Carter, pero no podía quejarse debía admitir que Mar sabía besar muy bien ¡Era casi un Dios! Cuando el aire era pedido a gritos por los pulmones de ambos se separaron y unieron sus miradas en busca de una explicación en caso de Carter.

  — Bueno ¡A estudiar! — dijo Mar como si nada hubiese pasado.

Sin decir una palabra Carter le siguió embobado mientras con un dedo tocaba su labio inferior hinchado por una mordida de aquel casi violador. Mar observó a Carter pidiendo su cuaderno de química el cual fue dado sin ninguna protesta.

 — ¡Eres pésimo en la nomenclatura química! ¡Por Dios! — exclamó indignado.

  — Mira, en mi país natal no la enseñaban — respondió haciendo un puchero a lo que Mar solo gruñó explicando que esa expresión no le gustaba.

 Todo el resto de la tarde Carter y Mar se la pasaron estudiando aunque Mar estaba más bien detallando todos los rasgos andróginos del muchacho. "Tengo que admitir que es lindo" pensó mientras se levantaba para traer unos bocadillos de la cocina.

Bajo las escalera y sacó de la alacena unas galletas con chispas de chocolate acompañadas de jugo de mango, cuando volvió a su habitación observó como Carter se había dormido en la mesa sobre el cuaderno, suspiró dejando los aperitivos en la cama.

  — Hey, nuevo — lo sacudió un poco escuchando un quejido ahogado de él — No te duermas, aun no terminas los ejercicios de hidróxidos — inútilmente volvió a moverlo sin respuesta alguna. Con resignación lo tomó entre sus brazos al estilo princesa pensando "No pesa casi nada, en serio parece una chica" y lo dejó sobre su cama para luego cubrirlo con una frazado de un gatito "Esa cobija se parece a él. un gato frágil y tierno...¡Que estupideces estas pensando Mar!"

***

Carter se despertó suponiendo que eran las 00:20 am, frotando sus ojos, bostezo  y observó a Mar que estaba dormido a su lado con el control del Xbox 360 en su mano, en la pantalla se veía el juego de Mortal Kombat X en pausa, el chico rió y le quitó el control más una pizza a medio comer en su otra mano, para después moverlo en un vago intento de despertarlo.

  — Mar....¡Mar! — susurró más fuerte mientras el nombrado habría un ojo  de mala gana — ¿Donde dejaste mis cosas? Ya me tengo que ir

Mar sin reaccionar solo lo empujó fuera de la cama.

  — ¡Hey! Me tengo que ir en serio

— Quédate...— murmuró tomándolo de la  muñeca para atraerlo a sí mismo, Carter forcejeaba en vano, sin darse cuenta estaba recostado en el pecho nuevamente desnudo de Mar con un sonrojo extremo en sus mejillas.

  — Solo me quedo porque tengo pereza y vivo solo ¿Ok? — Mar rió observando como el menor estaba helado así que lo estrechó contra su cuerpo proporcionándole calor.

— Que tarde tan alocada me hiciste nuevo  — con un último bufido de Carter ambos cayeron en los brazos de Morfeo.