"Cualquiera en su sano juicio, se hubiese vuelto loco por ti"
Al leer estas palabras, cerré con prisa el libro de Historia de la Magia para que nadie viese la nota. En mis labios se formo una sonrisa tímida y voltee a mi alrededor para ver si la persona que lo había escrito estaba observando. En efecto, nadie lo hacía, igual que las otras veces. Hace ya un par de semanas que vengo recibiendo notas de amor, frases, declaraciones de parte de un anónimo y me vuelve loca el hecho de no saber quién es.
-Oye ¿sucede algo, Camille?- Lily Evans me estaba observando expectante. Instintivamente abracé el libro y se me ruborizaron las mejillas, por alguna extraña razón no les había mencionado sobre mi enamorado a ninguna de mis amigas, tenía la sensación de que debía guardar este secreto solo para mí y para la persona que las envía.
-No Lil, está todo perfecto.- le dediqué una radiante sonrisa a la pelirroja, la tomé del brazo y juntas fuimos a clase.
A pesar de que ella es Gryffindor y yo un águila, ambas nos reunimos en los pasillos para ir a clase o estudiar en la biblioteca. No somos mejores amigas pero de entre el grupo de quinto año de los leones es con la que mejor me llevo, ambas compartimos el sentimiento de irritabilidad cada vez que los merodeadores están cerca y eso nos hace un poco más unidas que con el resto de las chicas. James comenzó a perseguir a Lily desde el primer año, quedó flechado por la pelirroja desde un principio a pesar de que ella le dejará muy claro que nunca estaría con un muchacho tan irresponsable e inmaduro como él. A decir verdad, no hay nadie más inmaduro e irresponsable que James solo quizás, Sirius Black. El traidor de su familia, el chico fugitivo, el sex symbol de los merodeadores, entre otros apodos, no deja de torturarme desde hace ya un año. Ha intentado "conquistarme" millonada de veces por el simple hecho de que nadie se le escapa a Sirius, todas las muchachas se rinden a sus pies.
-¿Cómo ha amanecido hoy mi princesa?- exclamó él al verme, rodé los ojos.
-No soy tu princesa, Black.- le espeté sin darle importancia, cierto brillo de maldad se reflejaba en su mirada cada vez que le respondía, su pasatiempo favorito era pelearme y ponerme de malas.
-Algún día lo serás, sin lugar a dudas.- dijo el dirigiéndome una sonrisa pícara y entrando al aula junto a sus compañeros de travesuras. Lily y yo entramos detrás.
-Lily.- saludó James, mirándola de arriba a abajo al pasar junto a él.
-James.- le respondió está, de forma cortante.
-Tan adorable como siempre.- dijo con sarcasmo.
-Y tú tan imbécil como siempre.- respondió mirando de sollazo a la muchacha pelinegra, la última conquista de James, quien en esos momentos se acercaba y depositaba un beso en la mejilla del azabache.
Tomé asiento junto a Matzuri, mi mejor amiga. Abrí el libro y cuando me dispuse a esconder la nota, Sirius la tomó entre sus manos y comenzó a leerla.
-Devuélveme eso.- le dije parandome de inmediato frente a él e intentado quitársela.
-¿Quién ha escrito esto?- dijo riendo, en tono de burla.
-No...-tartamudee-.. no lo sé y no es de tu incumbencia.- sentí calor en las mejillas, como cada vez que me enfrentaba a Sirius pero esta vez también algo de vergüenza.
-¿Acaso tengo competencia?- dijo devolviendome la nota.
-¿Competencia?- respondí exasperada.- Sirius, entiende de una vez eres arrogante y desalmado no podrías ni compararte con la persona que escribió esto porque no tienes idea de lo que es sentir algo verdadero por alguien.- escupí gritando en voz baja, Matzu era la única que nos prestaba atención, sabía que estaba oyendo a pesar de estar concentrada en su libro.- Te dedicas a salir con chicas para intentar llenar ese vacío que tienes, ¿te hace sentir mejor usarlas y abandonarlas? ¿te hace sentir cierto poder verlas llorar por tí?- Sirius estaba en silencio, observando como mi rostro pasaba de la palidez al rojo intenso.- Me da asco lo que haces así que no, no podrías ni competir con esta per...
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A ESCONDIDAS.
Fanfiction"Las cosas comenzaron como un inocente juego. Simples cartas de amor, convertidas en una historia de la que Sirius y yo seríamos los protagonistas, pero de la que nunca nadie se enterará. Porque lo nuestro es prohibido y debemos mantenerlo a escondi...