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No Incondicional

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"Estoy afuera"

Un mensaje cortísimo y simplón llegó a su teléfono. Cualquiera que lo hubiese leído quizá se sentiría ofendido por el poco esfuerzo que le habían dedicado a escribirlo, pero para él, recibir ese mensaje era la alegría más grande del mundo no sólo porque lo había mandado la persona que tanto le importaba, también porque era el reflejo perfecto de todo lo que era el otro... simple y directo, así lo había conocido desde hace tiempo y eso jamás le impidió quererle

- es ese idiota, ¿cierto?- la voz de su compañero y amigo le hizo apartar la mirada del teléfono sólo para verle confuso; sabía que desde donde estaba era imposible que viera la pantalla de su celular, sobre todo porque todavía tenía su pelirroja cabellera debajo del grifo de agua- siempre sonríes cuando se trata de él

- no estoy sonriendo Kagami-kun- Kuroko, el más bajo de ambos, guardó su celular en el bolsillo de su pantalón y se miró al espejo que tenía enfrente; todos decían que sus sentimientos eran indescifrables e incluso él mismo no lograba ver esa alegría que el pelirrojo decía que tenía, ¿cómo era que se daba cuenta?

- ¡si digo que estás sonriendo, lo estás!- cerró la llave de agua y finalmente sacó la cabeza del lavabo para secarse el cabello con la toalla que llevaba al hombro- el entrenamiento ya terminó, deberías ir con Ahomine antes que empiece a bombardearte con mensajes como la última vez

- pero la entrenadora dijo que...

- no te preocupes, yo me encargo de la entrenadora. Ahora vete antes que cambie de opinión- Kagami le regaló unas cuantas palmadas en su hombro antes de marcharse. Si bien ya habían terminado el entrenamiento del día aún tenían que escuchar el sermón de su entrenadora sobre alimentación, ejercicios y cosas parecidas, nada que no haya escuchado antes. Además, tomando en cuenta que casi nadie se daba cuenta cuando no estaba, ocultar su ausencia sería sumamente sencillo para el pelirrojo.

Fue así que Kuroko se animó tomar sus cosas y salir del colegio. Su corazón siempre palpitaba con más fuerza conforme se acercaba a la entrada principal del colegio, donde, entre el grupo de alumnos que terminaban su jornada escolar, estaba él, recargado en una de las paredes mientras miraba despreocupadamente su teléfono. Y como si estuviese en uno de sus habituales partidos, no dejaba de llamar la atención; su atractivo hacía que las chicas voltearan a verle mientras que su uniforme atraía la atención de los chicos de manera negativa, después de todo la Academia Too era un rival a vencer para la Academia Seirin.

Pero lo que los demás dijeran nunca le importó realmente, por lo que se acercó a él sin miedo. Y estuvo ahí de pie por unos minutos, esperando. No sabía si no se percató de su presencia porque lo que fuera que hacía en el celular era más entretenido o porque de por sí no destacaba mucho.

- Aomine-kun- le llamó finalmente para poder tener algo de su atención.

- joder Tetsu, no aparezcas así- el moreno admitía que, cuando se trataba de apariciones inesperadas, Tetsu era insuperable. Después de tanto tiempo saliendo con él creyó que ya era inmune a su misdirection, pero estaba más que claro que no era así- vamos, no soporto estar más entre esta gente- guardó el teléfono en el bolsillo de su pantalón y comenzó a caminar más despacio de lo normal, sabía que el peliblanco tenía las piernas más cortas y no quería que caminase detrás de él, lo quería a su lado.

Su relación con su amigo y ex compañero de equipo comenzó de forma tan inesperada que aún le costaba creerla. Había ocurrido hace unos ocho o nueve meses, no era bueno con la fechas mas recordaba perfectamente haber asistido a algunos partidos a las canchas comunitarias para matar el aburrimiento. Pero lo que vio en ese momento le había causado un ardor en el estómago que le hizo fruncir el ceño... Tetsu y Kagami eran... tan cercanos. Se suponía que Tetsu era su sombra, su pareja afín, ¿cómo podía coordinarse tan bien con alguien como Bakagami? ¡¿Cómo era que había terminado siendo superado por ese imbécil?! En ese momento dejó que sus impulsos lo dominaran; caminó hacia ellos, apartó al pelirrojo de un empujón y le robó a Kuroko lo que suponía sería su primer beso justo antes de pedirle que empezaran a salir.

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