Murmullos agridulces | TodoIida.

Confesión.

Fandom: Boku no Hero Academy.

Pareja: Todoroki Shoto x Iida Tenya. 

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Aquel sentimiento que crece en su interior lo está ofuscando demasiado. Iida quiere confesarle sus sentimientos a Todoroki y aprovecha el catorce de febrero para hacerlo.

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Había meditado seriamente al respecto, manteniéndose al margen de todo tipo de situaciones donde involucraron a la persona que había logrado tomar posesión absoluta de su mente. 

Así es. Iida había estado evitando a Todoroki por dos semanas. 

Desde el enfrentamiento que tuvieron ellos dos, junto a Midoriya, contra Stain se había sentido... extraño, estando cerca de Todoroki. Su corazón se aceleraba, las manos le cosquilleaban y tenía fuertes ansias de acariciar el cabello bicolor, sumándole un tartamudeo impropio de él y una subida de temperatura en sus mejillas. 

Al principio había intentado disimular su comportamiento, extrañado a más de uno, y seguir con su camino sin molestar a nadie. Sin embargo, no pudo. Lo veía, lo oía y... puf. Caía en un hechizo de estupidez asegurada, quedándose embobado.

Sus mejillas se sonrojan al recordar esas situaciones embarazosas. 

Pero ya no más. Se prometió que, cuando sintiera que era el momento indicado, le diría a Shoto lo que le pasaba. ¿Y qué mejor oportunidad que un catorce de febrero? Claro que no había tomado en cuenta un factor importante: Shoto tiene admiradores. 

Competencia. Una ardua competencia por destacar entre un montón de fanáticos que también anhelaban la mirada heterocromática. Pero él les ganaría, dejaría su vida y más por intentar conseguir un puesto en el corazón de Todoroki. 

Y es por eso que se encuentra con un delantal rosado de volados, cocinando. Izuku le informó que a Shoto le gustan las galletas, ¿qué mejor manera de decirle lo que sentía que con unas deliciosas galletas de por medio? Absolutamente nada. 

Siguió los pasos al pie de la letra del libro de cocina que había pedido prestado a Yaoyorozu después de persuadir su intención de hacerlo hablar. Preparó la masa de galletas con todo el amor que pudo, pero estaba seguro, a pesar de no haberlas probado, que las galletas de limón estarían deliciosas. 

Una vez estuvieron listas, las sacó del horno, esperó a que se enfriaran y pasó al último detalle: la decoración. Escribió el nombre de ambos con chocolate en las galletas, esperando que eso fuera algo bonito, porque no se le ocurrió nada mejor. Después, las guardó en una caja rosada y ató un listón blanco. Todo parecía ir perfecto. 

Hasta que vio a Shoto y su plan se fue a la mismísima mierda.

Hunde la caja entre sus brazos como si estuviera protegiendo su corazón de un posible -en su mente era rotundo- rechazo. Y es que al ver el pupitre repleto de chocolates, cartas y algunos obsequios costosos, Iida se desmorona. 

¿Cómo competir contra tantos Todofans? 

— ¡Waaaaa! Qué popular, Todoroki-kun—exclama Kirishima, quien husmeaba todo con interés, deteniéndose en un sobre en particular—. No sabía que tenías un club de fans.

— Ah... —murmura Shoto— yo tampoco.   

— Tsk, no seas presumido, bastardo—refunfuña Bakugo, manteniendo el ceño fruncido.