Prefacio

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Sacó un pedazo de papel tamaño carta, había dejado todas las maletas tiradas en el suelo, quería llorar, quería dormir, quería comer, quería escribir.
Con mucha furia, lágrimas en sus ojos y una parte de su cerebro diciéndole "que los machos no lloran", tomó con fuerza la pluma, al punto de casi romperla. Necesitaba botar toda esa mierda que traía dentro, toda esa mierda que ella le había dejado.

Las palabras salieron fluidas, al igual que los sentimientos; a pesar de todo, él pensaba que si le escribía... La sentiría cerca.

De mí, para ti   [[TERMINADA]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora