CAPÍTULO DOS: PROBLEMAS
WILLIAM
La música inundaba ambos oídos mientras entre risas apreciaba a mi castaña moverse como nunca antes, saltando de lado a lado ante el ritmo de la canción que sonaba por los parlantes. Cerré mis ojos por unos segundos, y cuando los abrí era como encontrarme otra vez en aquella habitación de la universidad. Ella estaba saltando como una loca diciendo una y otra vez lo emocionada que estaba por ir al concierto de su cantante favorito.
Negué con la cabeza sin poder evitar sonreír al ver su suave cabello castaño moverse de lado a lado libremente. En aquel momento sonrió al darse cuenta de que le estaba mirando. Sus mejillas se sonrosaron de un color rosado claro, haciéndome reír. Se acercó tomando mis manos entre las suyas, aún moviéndose. Reí mucho más para luego comenzar a moverme al igual que ella, mis manos alrededor de su cintura. Su risa era una de las mejores melodías que alguna vez había escuchado en toda mi vida.
Ambos terminamos riéndonos del otro cuando la música terminó, a lo que ella volvió a abrazarme todavía llena de euforia. Sus manos se fueron directas a mi cabello, las mías a su cintura acercándola más a mi cuerpo. Rocé mi nariz con la suya provocando una gran sonrisa en aquellos labios rosa cálidos. Nunca dejaría de preguntarme el por qué una mujer tan hermosa como ella había sufrido tanto obteniendo tan poca felicidad, pero lo poco que ella tenía era lo que más feliz la hacía. Si ella era feliz, yo también lo era.
Nuestra mirada se dirigió hacia el pasadizo, lugar en el cual el adolescente bailaba al ritmo de una canción que sonaba mediante sus audífonos al mismo tiempo que escribía algo en aquel cuaderno de composiciones que poseía. Su madre y yo lo detuvimos cuando pasó por nuestro lado, ella quitándole el libro de las manos con una sonrisa. Me coloqué detrás de ella para apreciar lo que tenía escrito, lo cual era la letra de una canción compuesta por él.
—Es una muy buena letra —le halagué guiñándole un ojo —. Lo que me encantaría saber es de quién se trata.
—Es sobre ti —admitió entre risas. Lo miré con el ceño fruncido —. Siempre me cuentas lo hermoso que fue tu adolescencia en Inglaterra, así que la letra surgió sola. Los chicos y yo estamos trabajando en la melodía.
Una carcajada salió de mi boca sin poder evitarlo, mis brazos rodeando a mi campeón. Jade se unió a nuestro abrazo, a lo que después de escuchar los gritos del otro adolescente diciéndonos que quería unirse, estallamos entre risas recibiéndolo con nosotros en nuestra muestra de cariño.
—Podremos tocar la canción en la fiesta a la cual nos han invitado tu amigo Jeremiah —Derek abrió los ojos ante lo que se le había ocurrido —. Papá, aquello sería una increíble idea. Solo necesitamos que los demás chicos vengan a Nueva York.
Miré a mi mejor amiga con una ceja alzada y ella solamente rió alzándose de hombros, dejándome la decisión completamente a mi criterio. Le guiñé un ojo a mi campeón, dándole a entender que podía invitar a sus amigos para estar con nosotros en lo que restaba de nuestra estadía en la gran manzana.
Solo esperaba que no fuese más larga de lo planeada.
Nuestro campeón era líder de una banda formada por él y sus demás amigos, en ellos incluidos su primo. Los cuatro a pesar de tener doce años, tocaban en muchas de las fiestas que sus amigos de la escuela organizaban. Recuerdo el día en que decidieron formar su propia agrupación, todos en la casa tratando de colaborar para el nombre de la banda. Pero fue en aquel momento en el que nos encontrábamos viendo una vieja película la cual les dio el nombre.
Los días habían pasado con mucha rapidez, en menos de lo pensado ya teníamos a los otros dos adolescentes en el apartamento reventándonos los oídos gracias a los instrumentos que habían traído consigo. Por el otro lado, mi castaña y yo nos encontrábamos preparándonos todos los documentos para empezar con el juicio en cuanto antes con la ayuda de su primo.
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Deseo Encontrado ©
RomanceTrilogía Campbell #2 Después de haber sufrido la peor de las decepciones por parte de la persona que decía que lo amaba, William Campbell decide no perder las esperanzas de volver a encontrar el amor a pesar de seguir enamorado de aquella hermosa mu...