El inicio...

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Todos tienen una razón por la que nacieron, no sé si en mi caso sea así, pero algo tengo claro, soy un desastre.

El 30 de octubre del 2000 en un hospital de Míchigan mi madre, Guadalupe y mi padre Arturo dieron a luz a un niño el cual llamaron José Luis, no fue mi nombre favorito pero no tuve otra opción, mi madre que era de descendencia Mexicana y mi padre indefinidamente no conozco de donde era. Yo soy de nacionalidad México-Americana, aunque en lo personal no me gusta la etiqueta de este modo.

A finales de Julio y principios de agosto, no importa la fecha exacta, nació mi tío, un tío más en la larga lista que tengo de tíos. Hijo de mi abuela por parte de mi padre. Lo llamaron William, era un nombre perfecto, los dos teníamos la misma edad, con una diferencia de un par de meses, habíamos entrado a una nueva familia. Éramos los más queridos. Aunque no recuerdo mucho acerca de eso, me quedaba claro que en esos tiempos era feliz, una felicidad que los niños generalmente tienen.

Conforme  pasaron los años William y yo nos volvimos muy unidos, éramos como mejores amigos sin que ninguno de los dos  supiéramos. En nuestro 5° cumpleaños, nos lo celebraron juntos, esto es algo muy bonito, uno de los recuerdos más hermoso que tengo. En ese tiempo estaba muy de moda todo sobre el hombre araña y William y yo éramos súper fanáticos de ese personaje,  jugábamos todo el día  ser el hombre araña, y de ver sus películas una tras otra vez, creo que mi abuela rezaba porque se perdieran esos CDs y así no ponerlos. Recuerdo que gracias a lo tanto que nos gustaba el hombre araña nos obsequiaron un par de disfraces idénticos del hombre araña para nuestra fiesta, William y yo éramos felices con esos trajes. Estábamos disfrutando de nuestra fiesta, no se si fue la primera ni segunda, pero eso no importaba, para mi era la mejor fiesta. Cuando estábamos a punto de partir el pastel, nuestros padres, familia e invitados nos cantaban las famosas: "Happy birthday to you, happy birthday to  you, happy birthday dear luis, happy birthday to you" ésa era entonces mi canción favorita, era con la única con la que me sentía querido, en la que sentía que quizás estaban orgullosos de mí. Cuando comía mi pastel de tres leches sabor a vainilla con crema color rosa que ni siquiera a fresa sabia, un trozo de pastel resbalo sobre mi disfraz manchando el pecho musculoso que tenía el disfraz, esa mancha jamás se pudo quitar se había manchado y manchado para no cambiar. Me había puesto súper triste por eso mismo pero mi papá de tanto verme sufrir por ese disfraz se acercó y me dijo:

-Oye campeón, no llores más- dijo

-Pero papi era mi disfraz...

-Y seguirá siéndolo, solo un poco manchado pero aún así te queda bien, es más ¿qué te parece si te compro otro?  

-Si -contesté alegremente 

Me dirigí hacia la puerta de la habitación rápidamente y salí de ella,  corriendo hacia la cocina fui a contarle a mamá lo que papá me había dicho, aunque cuando le dije solo miraba con ojos de desilusión hacia mi padre, pues resulta que antes de esa promesa del disfraz había prometido llevarme a disneyland que era uno de mis lugares más deseados, y no había cumplido, aunque era algo pronto para decirlo, aun así lo digo, ahí, ahí fue cuando inicio la lista de cosas prometidas que jamás cumplió.


Mi miedo a la soledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora