introducción

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Antes de empezar, esta novela es la continuación de Siempre fuiste tú, pero se tratará de Luisa y Tomás.
Con esta aclaración comenzamos, espero lo disfruten.

***

Muchas veces la vida es más complicada de lo que esperamos. Sin querer llegamos a situaciones que ni imaginamos, sin embargo, nos vemos en la obligación de superarlo. Siempre creí que mi situación fue dura, ¿Lo será para otros? Una sonrisa se forma en mi rostro al descubrirme nuevamente pensando en los otros. Por ahora ya era suficiente solo conmigo.

El dolor de saber que mi propio hermano había asesinado a mi pequeña hermana me carcomía el interior. Más aún el echó que jamás suponía que mi hermana estaba viva. Recuerdo que la vi aquella vez donde intenté parecerme una doctora. Vuelvo a sonreír ante la ocurrencia de aquella vez, ¿A quién se le ocurre intentar ser médico cuando ni siquiera sabe parar una fiebre? Parece que solo a mí. Pero gracias a ello conocí a mi hermana, o al menos vi su rostro. Sabía que se parecía a alguien pero se suponía que ella había sufrido un accidente con mis padres, al menos eso dijo Efrén. Era frustrante sentirse engañada de ese modo. Se supone que protegería a su familia, eso prometió a mi padre.
Aún sentía un pequeño rencor en mi interior. De alguna manera ese rencor era reemplazado por el inmenso cariño que una vez le tuve a mi hermano, aunque ya había decidido olvidar, por ahora.

Hace ocho años fue la última vez que vi a mi hermano. De echo soy muy cariñosa con Ivonne, me resulta muy increíble la manera que llegó a querer a mi hermano después de todo. Ese tiempo fue especial ya que vino al mundo mi pequeña y adorable sobrina. Nunca antes tuve en mis manos una personita tan pequeña y frágil; ver en ella los grandes ojos de Ivonne me hicieron sentir la paz que tanto anelhaba hasta ese entonces. Después de ese echo decidí alejarme de él, no tanto por el rencor sino porque no aguantaría la curiosidad de saber qué pasó en realidad.

- Amor, ¿lista? - sonrió dando media vuelta en el sofá donde me encuentro, para verlo con emoción.
Después de mucho nunca me cansé de ver los hermosos ojos de él, esos, que me dan tranquilidad.
Una sonrisa más grande que la mía también se forma en su rostro, tiende sus grandes manos para ayudarme a levantar. Sé que está impaciente al igual que yo, él también quiere volver.

- Sí.- susurro con emoción.

Se acerca lentamente como siempre lo hace. Desde que acepte ser algo más con él siempre actúa como la primera vez y es algo que amo de él.
Deja suaves caricias sobre mi mejilla. Cierro los ojos disfrutando de ese momento. Después de unos segundos escucho su risa, intento ver el motivo pero soy callada por sus suaves labios sobre los míos.

- Te espero. - menciona alejándose lentamente para desaparecer por donde vino.

Lo veo salir sintiendo un pequeño dolor en mi interior, él siempre me quiso no como yo lo quiero sino diferente; con amor.
Siempre lo vi como un hermano, pero ahora con todo sus atenciones había echó nacer algo nuevo en mí, algo que quizá con el tiempo podría llamarlo amor. Aunque sé que tal vez pueda ser duro para él, me es duró imaginar ya no estar más a su lado.

Me vuelvo a ver el hermoso paisaje que esta frente a mí, una suave brisa llega a mi rostro haciéndome sentir que extrañare mucho todo esto.
Vuelvo a inhalar por última vez el aroma de este lugar, ya para despedirme.
No fue para nada mala elección haber elegido este lugar. Fue maravilloso pasar estos últimos años aquí, sin embargo no todo dura para siempre y eso lo tenía muy presente, un día tendré que enfrentar mi realidad, solo espero que no sea pronto.

Veo todo por última vez, ya es hora de volver a Brasil, hora de volver a ver a Efrén.

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Hola a todos. Nuevamente juntos como les dije este es la segundo parte, tendrá un poco de todo, así que espero lo disfruten.

Amor EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora