capítulo 3

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Narra Tomás:

- Amor levantate, se te hará tarde - la voz de Nubia llega por segunda vez.
La primera fue cuando entraba al baño y ahora cuando sale. Me remuevo sobre mi cómoda cama y me vuelvo a cubrir con la colcha.

Sabia que ya era hora de levantarse, pero me negaba no estaba con la suficiente ganas de hacerlo. Desde que mi lobo decidió desaparecer solo soy un simple humano friolento.

Siento la cama hundirse a mi costado.
- Amor ya es hora - la suave voz de Nubia me hace reír, ella nunca se cansaba de despertarme así.

Me destapó y me siento mientras refriego mis ojos. Escucho su alegre sonrisa.

- Ahora si ya puedo irme tranquila - se acerca y deja un beso sobré mis labios - Hasta la tarde amor. Se pone de pie coje su cartera para luego volver su vista a mí - Que te vaya bien.

- Cuidate mucho por favor - digo ya levantándome.

Asiente y la veo desaparecer por la puerta. Veo el gran reloj en la pared y aun tengo una hora para alistarme. Tomo una deliciosa ducha, para luego buscar ropa formal. Pantalón negro de tela, una camisa blanca, corbata, zapatos y casaca.
Me costo acostumbrarme a esto, pero era lo único que podía hacer por ahora que soy completamente humano y como tal tengo que portarme igual.
Trabajo como profesor de literatura en una universidad, llevo haciendo esto desde ya siete años. Un año antes mi lobo decidió dormir dentro de mí dejándome completamente vulnerable. Primero fue difícil aceptarlo tenía una manada por levantar lo intente, pero ya no era fuerte así que decidí dejarlo a cargo de mi beta.
Ahora solo soy un un profesor de Literatura que tiene una linda esposa y un futuro bebé en camino.
Término de vestirme y voy hacia la cocina, preparo algo de café, leche, pan y mermelada.
Me siento en la mesa y comienzo a comer. La foto de Nubia en la paredes me distrae, ella esta ahí con el vestido de novia a mi lado.
Su larga cabellera negra cae por su cintura. Sus lindos ojos grandes son penetrantes y negros, sus pestañas largas y seductores. Ella es hermosa.

Tal vez nunca sepa que es estar con el verdadero amor o al menos saber que es amor, pero estoy feliz a lado de Nubia aunque solo sea cariño algo cerca al amor agradezco cada minuto junto a ella.

Salgo de mi hogar tarareando cualquier canción que se me venga a la mente. Hoy estoy extrañamente alegre, tal vez porque mañana conoceremos el sexo de mi bebé.

Subo a mi auto y manejo por las atoradas calles, el trafico no es mucho así que me tranquilizo por que llegaré a tiempo. Ser humano es algo tranquilo, no tienes que preocuparte por nada y nadie se dedicara hacerte daño ya que sus leyes de alguna manera nos mantienen a salvo. Aveces me siento tranquilo, pero las imágenes del pasado invaden mi mente creando melancolía en mí. Puedo sentir mi lobo en mi cuerpo, pero no puedo hablarle se que esta demasiado molesto que hasta esta en un estado de letargo. No sé a que acuerdo llegaron con Leila la loba de Luisa, pero decidió vivir y no morir lentamente por el dolor.
¿Luisa estará igual? Lo más seguro es que sí ya que Efrén me dijo que estaba bien y que vino al nacimiento de su hija.
Cuando veo la universidad frente a mí suelto un suspiro, por fin. Estaciono mi auto e ingreso a mi primera clases, hoy día daría un examen sorpresa y estoy algo emocionado de alguna manera amo ver las caras de sorpresa de mis alumnos.

***

Suena el timbre de receso y las hojas van llegando a mi mesa, muchos alumnos están con malas caras mientras otros contentos, pero de esos son pocos. Cojo todo los exámenes y los guardo en mi maleta, necesito salir por aire y también llamar a Nubia para asegurarme de que mi bebé y ella se encuentran bien. Camino por el casi desierto pasillo que da al pequeño jardín de la universidad. Ver un poco de naturaleza me tranquiliza de sobre manera. Marco el número de Nubia y espero paciente a que responda, tercera timbrada y no responde ¿habrá sucedido algo? Siempre la llamo a esta hora y ella lo sabe. Cuando me envía al buzón comienzo a impacientarme, llevo el móvil a mi bolsillo y camino de un lugar a otro.
Creo que me estoy preocupando de más, seguramente tuvo una emergencia, algún paciente mal herido. Voy a la cafetería y pido un café para tranquilizarme, poco a poco me voy relajando.

Amor EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora