❝ ѕaĸaмaĸι ❞
[ Shu ]
—Doctor, ¿me está escuchando?— Dijo, mientras levantaba el rostro del "doctor." Estaba dormido. —¡Doctor Sakamaki!— Gritó desesperada y molesta, ¿qué clase de servicio daba este hombre?
—¿Uh? Ah, si... Te recetaré un paracetamol... Eso alivia todo malestar.— Como pudo, escribió la receta. "Pahsndaolgajavahsejaral" Después de eso, se la dio en mano. —Listo, tienes tu receta, ahora págame y déjame dormir.— Bostezó, levantándose de su lugar y tendiendo su mano en espera del dinero.
—¡Pero si tengo diarrea! ¡El paracetamol no la calmará!
[ Reiji ]
—Muy bien señorita, digame sus síntomas.— Espetó cortés y atento, como debe de ser propio en un doctor.
—Hubo una explosión en mi baño...— Lástima de paciente que vino a parar a su consultorio.
—¿Podría ser más específica con sus síntomas, señorita?— Suspiró hondo, liberando cualquier rastro de frustración y tomando su pluma; inquieto.
—¡Se me chorrearon los frenos Doc!— Soltó sin pudor, sobándose el estómago y viendo la reacción del mayor. Claramente esa expresión le disgustó al de lentes, sólo se limitó a suspirar y anotar la receta.
—Bien, te recetaré Pepto-Bismol...jarabe cada 8 horas.— Terminó de anotar, entregándole la receta a la paciente y así despedirla. —Que mejore pronto, señorita.
—Doc, ¿puedo usar su baño? No creo que llegue a casa...— Reiji se arrepintió de ser doctor después de tener que lavar el baño de su consultorio.
[ Laito ]
—Abre la boca, pequeña zorra.~— Si, aquel apodo seguirá hasta que muera. Éste, había tomado un batelenguas y lo metió en ѕu boca para "examinar" ѕu garganta en caso de que tuviera infección.
—¡Doh, leh dihe gue tendo diafea!—Gritó desesperada al sentir como abría aún más ѕu boca, hasta que logró quitárselo de encima.— ¡Tengo diarrea! No infección en la garganta.
—Nfu.~ Ya, ya... Sólo hacia mi trabajo, pequeña zorra.— Dijo divertido, volviendo a su lugar y tomando pluma en mano para anotar la receta.
¿Qué clase de doctor es este? Ahora por su culpa sentía un dolor agudo en ѕus mejillas, le había sujetado con fuerza de ellas.
—¡Listo! Aquí está, no olvides volver más seguido. Y si sientes que tu temperatura se eleva, con gusto hago que descienda en un 2×3...~—Sonrió coqueto, guiñándole antes de salir de la habitación. Suspiró nuevamente, mirando la receta extraña.
—Un pepto cada 7 horas y... ¿Qué mierda? ¡¿Condones?!— Ahora si, está claro que no volverá a ir a un similar y menos donde esté ese depravado.
[ Kanato ]
—¡No te muevas! Sólo quiero ponerte la inyección para que estés mejor, ¿o es que acaso no quieres eso?— Salió su lado histérico. Éste no escuchó las palabras de la chica y simplemente recurrió a "la vieja confiable", el piquete de nalga. Trató de escapar de entre sus brazos, más cualquier intento fue en vano. Sepa de donde había sacado una soga y ya la tenía acostada y atada en la camilla del consultorio.
—¡Que alguien me ayude!— Gritó asustada, aún tratando de soltarse del amarre. Más sin embargo, no había salida. —¡Mi nalga cabrón!
—¡Cállate de una vez por todas! Sino, haré que te duela.—Mierda, ahora si se prendió esta wea. Eso pasa cuando prefieres dejar de lado al Doctor Simi pero si optar por tus lujos en el hospital privado cercano.
[ Ayato ]
—...Y cómo el grandioso que es su majestad, llegó a este lugar para atender a plebeyos enfermos. Todo gracias a su gran intelecto.~— Sonrió orgulloso, señalándose hacia si mismo e ignorando la situación de la paciente.
—Sin ofender Doctor, ¿pero ya acabó de contarme su historia? Me estoy muriendo del dolor...—
—Claro que aún no acabo, así que es mejor que guardes silencio y me admires.— Y así fue como se murió retorciéndose del dolor en aquel asiento, díganle a sus familiares que en su lápida coloquen "Murió cagando." Plox, hagan el paro.
[ Subaru ]
—¿No te duele si te toco aquí?— Niega. —Me alegro, no es una infección, al parecer sólo te cayó mal algún alimento. A la próxima recuerda leer la fecha de consumo.— Se alejó de la chica, otorgándole una cálida sonrisa y sentándose en su lugar para anotar la receta.
—Si, procuraré verificar antes... Gracias, doctor.— Sonrió apenada, ¿Quién diría que hasta le preguntaría lo que había hecho un día antes? Vaya método para descubrir el malestar de un paciente, demasiado efectivo.
—Muy bien, entonces puedes retirarte. — Le entrega la receta.— Que mejores pronto.
Éste si sería un doctor amable, ¿no? Bueno, esto sólo pasaría si anda de buenas... Por que si anda de malas sería otra historia:
—Doctor ¡¿Qué es lo que tengo?! ¡¿Me voy a morir?!— Grita desesperadamente al no ver una reacción o respuesta del mayor. —¡Doctor!
—Tch, ¡Guarda silencio! ¡Estoy tratando de saber el por qué de tu malestar y me sigues interrumpiendo!— Sujetó su pluma, aventándola contra la mesa en un acto de furia. Le irritaba que no le escuchasen, y el que le gritara sólo empeoraba las cosas; es mejor que se calle si ama su vida.
—¡Pero Doct-! — Fue interrumpida por un fuerte estruendo, por parte del doctor
—¡Fuera de aquí! ¡Vete a que te atienda alguien más, maldita histérica!— Le advertí, hubiera guardado silencio. Literalmente la pateó fuera de su consultorio, al igual que al resto de gente que estaba esperando su turno; lástima que no acató a sus órdenes e involucró a terceros.
...
[xMysticBoyx]
11.O3.18