PIGGY °knj+pjm° ๑ Ｏ.Ｓ๑

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❝Eh cerdo, quita, que estorbas.❞

❝Cerdo no te levantes, tu gordura tapa el pizarrón.❞

❝Tengo unas sobras en el refri cerdo, sólo no te comas la nevera también.❞

ค ค

Otra día más, otro día en el que tengo que soportar a los imbéciles de mis compañeros de clase. Miro al cielo, en busca de una respuesta, al suelo con frustración y a mi cama con anhelo. Escucho el ajetreo que debe de estar formando mi madre en la cocina, y el olor a huevos revueltos y pan recién horneado es lo único que hace que me levante de mi cómoda cama. Con mis pantuflas en los pies y mi peluche favorito de un pingüino en mi mano derecha es lo que me acompaña en mi viaje a la cocina. Al bajar aún quitándome algunas lagañas del ojo, encuentro a mi mamá con su delantal favorito sacando el pan del horno.

Mi mamá trabaja de enfermera pero ama cocinar más que nada en el mundo, y ahí del porque mi complexión. Mamá tiene esa creencia de que "Sólo puedes llegar al corazón de un hombre, complaciendo su estómago." y con el tiempo empecé a creer en ello. Mi madre es como muchas abuelas, que se pondría a llorar si dejas algo de comida en el plato y te amaría si te llevas sobras a tu casa y pides segunda ronda de comida.

Con pereza me siento sobre la silla más cercana a la pequeña mesa que utilizamos para comer nuestros alimentos, me siento y me quedo viendo a la nada. A los segundos veo un plato de pan con huevos y un poco de jalea y mantequilla a un lado al frente de mis ojos, con una sonrisa débil miro a mi madre y esta me devuelve la sonrisa acompañado de un "buenos días", y un beso en la frente.

-Gracias ma - dije casi en un susurro, la veo tomando un plato para ella y sentarse  al frente de mi- mamá... ¿es necesario que tenga que ir a la escuela?

Está sólo dejó caer su pedazo de pan y me miró mal. -Jimin ya hemos hablado de esto desde que eras pequeño, no debes tomarle importancia a esos idiotas. Tienes una muy buena complexión, eres muy lindo y no estás desnutrido, es lo único que importa.

-Eso no evita los insultos diarios...-con un balbuceo meto un pedazo de pan a mi boca.

-Park Jimin, esos imbéciles están celosos de lo lindo que eres y quisieran ser como tú.

-Pero mamá, se me nota algo de barriga cuando me cambio en las clases de gimnasia y tengo un trasero que no entra en los pantalones que la mayoría de los chicos de mi edad utilizan con regularidad.

-Bebito, esa barrigita que tienes es muy linda y ese traserón que te cargas atrae muchas miradas. -dijo sugestivamente subiendo y bajando las cejas. Mi mamá sabía de mi orientación sexual y me apoyaba en todo. A veces me trata de conseguir pareja pero la mayoría me rechaza por mi peso sin antes conocerme. Es algo triste, pero es la realidad de vivir en Corea.

-Si claro ma, las únicas miradas que obtengo son de asombro al saber que aún quepa por la puerta del aula.

-Ya no discutiré esto contigo Park, es tu decisión si quieres hacer tu vida escolar miserable sólo por un par de tontos que quisieran comer igual de bien que tú -y con esas palabras tomó su plato y el mío (ya vacíos) y los llevó al fregadero.

Con un beso en la frente a mi madre subo las escaleras para tomar mi toalla y entrar al baño. Hago mis necesidades y abro el grifo de la bañera, aún tengo tiempo de sobra para ir al colegio así que con el agua templada y totalmente desnudo entro a la bañera. Al terminar mi baño y con un olor a vainilla sobre mi cuerpo voy a mi habitación a cambiarme, aún envuelto en una toalla, me coloco de perfil para ver mi trasero y me pongo a pensar "Mamá tiene razón, puedo aprovechar este culo que me cargo y hacerlo deseable." Y con la valentía que no sabía que tenía guardada desde mis 17 años de vida, me coloco unos bóxers de color celeste, tomo unos pantalones deportivos negros, que son muy cómodos pero que se me pegaban a la arte inferior de mi cuerpo. Ya con el 50% de mi anatomía cubierta, sólo faltaba el torso y ahí el dilema. No podía utilizar una camiseta pegada porque se me notarían los rollitos, así que con resignación tomo una camiseta amarilla manga larga holgada, y me la coloco; ya vestido tomo mi mochila y me coloco unas zapatillas.