Biblioteca

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Su insistencia siempre le ayudó en momentos críticos como éste. Pero no esta vez. Por más que se esforzara sentía que nada de lo que estaba leyendo se le quedaba pegado a la cabeza. 
-Es inútil -dijo golpeando su cabeza contra el libro. 
-Si intentas que ese libro te entre a la cabeza, esa no es la manera. Créeme ya lo intente -Una sombra tapaba la luz que recaía sobre el rubio cabello de Steve. Éste giro su cuello hacia donde provenía la voz arrastrando su labio por toda la página.
-¡Stark! -inmediatamente se puso derecho ante la presencia del genio. El mismo le hizo una seña en el labio por lo que Rogers se ruborizó un poco. Miro hacia su labio y se dio cuenta de que un pequeño hilo de baba colgaba de este. Rápidamente se lo limpio con su muñeca. El genio sólo observaba toda la secuencia, le daba gracia lo inocente que a veces podía ser. 
-Veo que tienes problemas con... ¿Matemáticas?¿Otra vez?
-Sí, es que nunca termino de entender nada de lo que el profesor dice.
-¿Y no intentaste, no sé, prestar atención en clases?
-Muy gracioso, Stark. Mira si lo único que quieres es fastidiarme mejor ahórratelo. Ya me voy -dijo molesto guardando sus cosas.
-De hecho, te vengo a ofrecer mi ayuda. En realidad, el director me obligó a ayudar a los que no entienden ciertas materias debido a que ya las aprobé a todas. Según él es para tener un mejor promedio, pero sé que lo hace porque le molesta que esté vagueando por la Academia.
-No gracias, no necesito la ayuda de un egoísta engreído como tú -dijo levantándose de la silla quedando parados frente a frente. Diablos, Stark parecía un elfo de jardín a su lado. Pero aún así, demostraba más seguridad que el otro. Lo miró desafiante. Realmente no le tenía miedo.
-Cállate y siéntate -dijo empujándolo con una sola mano, haciendo la fuerza suficiente como para romper el punto de equilibrio de Rogers y volverlo a la silla. Al pelirrubio no le gustó nada y volvió a pararse.
-Muévete, Stark.
-¿Acaso me estas desafiando?
-No, te lo estoy ordenando. ¿Quién te crees, eh?¿Crees que por tener el coeficiente más alto de la Academia puedes hacer lo que se te antoje?
-Por supuesto. Lo suficiente como para predecir que no pasaras el exámen, y acudirás a mí como primer y ultimo recurso. ¿Nos sentamos? -dijo esquivándolo y sentándose en la silla de la punta al lado del frustrado estudiante. Lo odiaba. Odiaba su maldita seguridad. Odiaba su superioridad. Pero aún así, estaba en lo cierto. Él sabía que al paso al que iba sacaría mínimamente un cuatro en el exámen. Rodó los ojos suspirando y se sentó al lado del pelinegro.

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-Oye, Buck, ¿haz visto a Steve? 
-¿Quien?
-¡A Steve, cerebro de iceberg!
-Pues lo ví en la biblioteca intentando que un libro le entrara por la frente. Creo que no tuvo resultado -dijo con las manos en los bolsillos y a un paso lento. Esto frustraba un poco a Natasha, puesto a que estaba acostumbrada a caminar a una velocidad un poco más acelerada. Eran principios de Noviembre y todos estaban la mayor parte del tiempo estudiando. Por lo que no encontrar a sus amigos les era muy dificil. Natasha y Bucky no estaban tan acelerados porque eran los segundos mejores de la clase. Sus cerebros fríos y calculadores les permitía tener una mayor concentración. Esto no resultaba muy bien para personas como Steve, quienes siempre tenían sus ojos puestos en la luna.
-¿Escuchas eso?
-¿Que cosa? ¡Oh, espera! ¡Hay silencio! Ya me resultaba extraño no oir nada que explotase.
-Y empiezo a creer qué es lo que estuvo entreteniendo tanto al cerebrito del colegio. Mira hacia allá -dijo Natasha agachándose detrás de un arbusto, el otro la imitó y buscó por todo el pasillo hacia donde la pelirroja le indicaba con la mirada.
-Vaya, vaya, Steby, con razón andabas "estudiando" tanto.
-Te apuesto a que terminan encima de la mesa cuando todos se hayan ido de ese lugar.
-Me gusta como juegas, rojita. ¿De cuánto estamos hablando?
-Cinco cajas de pizza
-¿CINCO CAJAS DE PIZZA?
-Shhh, baja la voz. Eso y una foto vergonzosa en Instagram -Bucky frunció el ceño y se mordió los dientes. No le gustaba para nada la idea. Además el dinero de la beca no le alcanzaba para tantas pizzas.
-Que sean tres y dos fotos en Insta.
-Hecho -dijo estrechando la mano robotica de Barnes.
-Eres una diablilla, Romanoff.
-Gracias, me lo dicen seguido. Vamos. Allá hay un arbol en donde podemos estar mejor escondidos -dijo mientras subía sigilosamente hasta la copa con sus habilidades de espia. Barnes sólo le siguió el paso.

Biblioteca [STONY]Where stories live. Discover now