Weird People [Taegi OS]

Parte única.

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Yoongi no era de expresar mucho como se sentía. Realmente, era pésimo para eso. Una vez intentó sonreír y medio mundo salió corriendo del aula, alegando que estaba poseído y que la escuela desde ahora estaba maldita, una situación parecida a la de su baile de graduación y ahora, en la Universidad, no era muy distinto. Ni la cámara tuvo compasión con él y la foto que llevaba en su carnet de universitario era un tanto... oscura y macabra. Su mejor amigo Hoseok lo consolaba con pequeñas bromas, pero Yoongi sabía que su mala suerte siempre iría de su mano.

Pero podía agradecerlo de cierta manera, porque así conoció a Kim Taehyung. Su actual novio y, considerando que llevaban ya más de dos años juntos, compañero de vida y... de desgracias.

Es por eso que rezó, evitó pasar por debajo de una escalera y usó su gargantilla favorita antes de declararse listo para ir a cenar a un restaurante de lujo con Tae. Cumplían otro mes juntos y decidieron hacer algo fuera de lo común, al menos para ellos, que basaban sus citas en pasarlo en casa jugando videojuegos o durmiendo, si es que Yoongi se lo pedía a Taehyung.

Intenta no hacer notar su preocupación y le sonríe mostrando un bonito paisaje de rosadas encías a Tae, cuando este estaciona su moto en la acera, donde ha estado esperándolo con la mirada perdida y la cabeza llena de preocupaciones.

—Te ves... —Taehyung se saca el casco, en ningún momento aparta la mirada de Yoongi. Eso al menos lo relaja un poco para proceder a sonrojarse y poner mala cara— herm-

—V-Vamos, ya después me calientas mocoso —una sonrisa de conejito se hace esperar del menor, pero Yoongi ya se encuentra subiendo a la moto y escondiendo su rostro sonrojado en la espalda ajena como para notarlo. Ni aunque hubiese evitado que le dijera algo lindo, ya sufría de un molesto sonrojo que lo hace refunfuñar sobre la chaqueta de Taehyung—. Vámonos ya o perderemos la reservación.

Al escuchar solo silencio y que la moto no se movía aún, alza el rostro confundido, para encontrarse un par de ojos oscuros mirándolo con amor.

—Te ves hermoso, Yoongi. C-Como siemp-

Esta vez no son palabras, sino los labios del mayor dejando un corto y rápido beso en los suyos, inmediatamente volviendo a esconder su rostro en su espalda, murmurando que era un cursi y que sus mejillas explotarían en cualquier momento. Taehyung ríe, poniéndose el casco y pasándole el suyo a Yoongi, antes de partir al famoso restaurante del que tanto hablaban sus amigos cercanos.

Pero la mala suerte siempre acompañándolos de cerca.

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Son recibidos con un agradable ambiente, lleno de música relajante y personas que lucían igual de impecables que todo el lugar. Yoongi se sostiene del brazo de Taehyung, temeroso de lo que pudiera pasar, porque desconfiaba de esa tranquilidad, de que hasta ahora no haya pasado nada malo y arruinara todo.

Quizás estaba siendo muy paranoico.

Toma un pequeño respiro mientras escucha a Tae preguntar por su mesa y a la recepcionista guiarlos por todo el restaurante hasta lo que parece ser un lugar más apartado, el nombre de Tae y el suyo escritos en un pequeño cartel que distingue a lo lejos. Pero no es lo primero que logra captar su atención, sino el balcón situado a su izquierda, que mostraba una inocente noche iluminada por la lunas y las siempre protagonistas estrellas.