3

18 1 3
                                    

Querida melómana,

El camino hacia casa en aquel autobús donde te vi por primera vez se me pasa demasiado rápido. Es como si estuviésemos viajando a la velocidad de la luz.

Mis brazos te rodearon mientras escuchabas música cantando con esa dulce voz que solo tú posees.

Si algo tengo que admitir es que, por mucho que te escucho y disfruto de tu cantar, nunca me cansaré de ello.

En serio, ¿nunca te has planteado ir a algún concurso a demostrar ese talento natural que solo tú tienes?

Te prometo algo, si accedes a ir a algún programa de talentos siempre estaré a tu lado, apoyándote en todo lo que ocurra.

Alguien impresionado por tu don natural,

El chico del autobús.

Querida Melómana #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora