¿Encontraste lo que buscabas?- pregunto Gabo a Lorenzo encendiendo la luz mostrándose sentado en la cama.
Si, a vos Gabo... - dijo Lorenzo cerrando la puerta de la habitación, que compartían Gabo, D.D y Riqui, con el celular de Gabo dejándolo sobre la mesa para acercarse a la cama.
¿Y se puede saber para qué?- pregunto con sarcasmo el peli-castaño
Ven... - dijo Lorenzo, con una amabilidad nunca vista, extendiéndole la mano derecha.
Gabo duda pero la acepta poniendo su mano izquierda sobre la de Lorenzo, quien lo sujeta con firmeza para levantarlo temiendo a que se cayera debido a su lesión. Estar tan cerca del peli-negro provoco que Gabo se pusiera nervioso, porque en serio solo eran unos centímetros los que los separaban podían sentir la respiración del otro y esto lo puso a un más nervioso aumentado su ritmo cardiaco y su respiración se volvió acelerada aunque tratase de disimularlo.
¿Para qué me buscabas?- dijo ya casi sin aliento el chico
Hay algo que debo decirte porque ya no lo soportaba más- dijo con voz ronca y cada vez más cerca de Gabo.
Qu...e... - trato de decir Gabo pero para entonces ya tenía los labios de Lorenzo sobre los suyos, en un movimiento dulce, lento pero sensual que ni el sabia porque estaba respondiendo al contacto llevando sus manos temblorosas a los hombros del contrario ya no sabe que es esta sensación de cosquilleo que siente en el estómago pero es realmente agradable. Mientras Lorenzo no lo puede creer que se esté cumpliendo su sueño de poder probar esos deliciosos labios carmesí, en reda sus brazos en su cintura muy suavemente como temiendo romperlo con solo tocarlo. Mientras Gabo sube sus manos de los hombros del peli-negro a su nuca para luego en roscarlos alrededor de su nuca intensificando el beso que se tornaba cada vez más apasionado, lo que comenzó con algo lento se tornaba cada vez más intenso al separar sus bocas solo unos escasos segundos para poder respirar el precioso aire que les hacía falta para luego fundirse de nuevo en los labios del otro, haciendo que su lenguas danzasen juntas como si estuviesen destinadas a encontrarse
Ha...s... mmmh... Lorenzo... ha... - gimió Gabo casi sin aliento y en su cara un bello sonrojo al sentir como Lorenzo chupaba su labio inferior lo que provoco que pasara sus dedos por el corto cabello del más alto.
El gemido del chico solo provoco que el mayor se calentara más, una cosa era un beso pero no creyó que lo pusiera tanto oír su nombre entre gemidos saliendo de aquellos labios rojos e hinchados de tantos besos. Lorenzo quisiera continuar empujar al menor a la cama y hacerlo suyo tenerlo a su disposición con esas cremosas piernas alrededor de su cintura mientras lo penetraba sintiendo el calor sofocante de su cuerpo, lamiendo sus pezones y dejando marcas en su cuello mientras lo oía gemir su nombre una y mil veces. Eso y más pero no podía los compañeros de habitación del menor volverían pronto y podrían descubrirlos pero aun así volvió a besarlo con pasión contenida descendiendo por el cuello de chico.
Ha... Lorenzo haa...- gemía Gabo por más que intentara acallar sus gemidos estos se escapaban de su boca- ha... deberíamos mmmh... - no podía ordenar las palabras correctamente en su cabeza era mucho el bochorno que sentía su carita estaba roja y empeoro cuando el mayor metió una de sus manos debajo de su camiseta pasándola por su abdomen y pecho hasta llegar a uno de sus pezones acariciándolo con su pulgar suavemente.
Si dime... mmm- dijo el capitán mientras dejaba un chupón en el comienzo de la clavícula del menor- dime Gabo que deseas...-susurro en su oído, su voz era cada vez más ronca y lujuriosa. Si no paraban no sabía dónde terminarían, y Lorenzo no era el único que tenía fantasías.
Por supuesto que no, Gabo también imaginaba tener a su capitán encima suyo asiéndolo temblar de placer con cada beso, imanaba a Lorenzo dentro suyo completándolo haciéndole tocar el cielo con cada envestida mientras el rogase por más entre gemidos diciendo el nombre del chico que hizo que su corazón se detuviese la primera vez que lo vio. Pero no lo admitiría porque en su interior la vergüenza ganaba así que no podía hacer más que tratar de apartar al otro chico de él.
Lo... los... chicos van... ha... ha... a volverrr... enseguida... ha...- apenas pudo decir mientras era devorado a besos. Lorenzo se las había ingeniado y sin que se diese cuenta le había quitado su chamarra la cual cayó al piso mientras ambos caían con algo de torpeza en la cama.
Lo se tranquilo... no are nada que no quieras- lo tranquilizo acomodándose para poder tener al chico entre sus brazos y si comenzar a mimarlo regalándole tiernos besos en las mejillas y acariciar su cabello alborotado.- es solo que ya no podía contener esto que siento desde la primera vez que te vi, no quería admitirlo creía que era ridículo que no podía estar pasándome a mí pero así es ahora lo sé y quiero que lo sepas Gabo...- hizo una pausa haciendo que el castaño lo viera a los ojos los cuales estaban brillosos y hacían juego con esas mejillas sonrojadas- ¡Te Amo!- dijo con una mezcla de temor y esperanza.
El chico más joven se quedó por un momento, lo que para Lorenzo pareció horas, viéndolo a los ojos y respondió- yo... taam... también ¡Te Amo!- acto seguido oculto su rostro en el pecho del capitán- pero... ¿Qué hay con Martina? Ella es tu...
¡NO! – Dijo alterado el chico- Ella solo sale con migo porque soy popular y soy el capitán de los halcones, de lo contrario no estaría con migo, tú la oíste cuando Isabel nos puso ese castigo dijo que ella no saldría con un perdedor... además ni siquiera me gusta...
Ho... entiendo pero aun así para todo el mundo incluido tu padre ella es tu novia y yo no puedo arruinar tu vida así no quisiera que sufrieras de burlas por mi culpa no podría soportarlo.
Es cosa mía lo que hago o dejo de hacer pero hay algo que no puedo evitar y es amarte y no dejare que nadie se atreva a meterse contigo porque al que sea se las verá conmigo - dijo con firmeza el mayor abrazando a Gabo más fuerte contra su pecho mientras este derramaba unas pequeñas lagrimitas que humedecieron la camisa del muchacho- ¿Qué ocurre? Hm- pregunto sobando la espalda del diez.
Es que nadie se había preocupado por mi así nunca yo...- la voz se le corto y lágrimas gruesas cayeron de su ojitos las cuales Lorenzo se encargó de desaparecer con besitos en sus parpados y deteniendo su trayecto con pequeños lengüetazos que le permitieron degustar su sabor salado, tomo a Gabo tiernamente del mentón y lo beso suave y lento mientras el también derramaba unas lágrimas de dolor y a la vez de felicidad, no iba a ser fácil lo que les deparaba el futuro. Sin duda para ambos era "una confesión agridulce".
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O11ce Una Confesión Agridulce
أدب الهواةLorenzo le confiesa sus sentimientos a gobo de una forma peculiar