SIGUIENDO A ANTONIO

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NARRA ALFRED 

Como director del hospital debo llegar siempre temprano al hospital, pero antes de eso siempre voy a una cafetería al frente del hospital, como aún es temprano solo hay 2 personas, pero hoy me sorprendí al encontrarme con Lovino sentado en una de las mesas, él estaba viendo el pan y tenía la mirada agachada

-Si sigues mirando al pan, va a huir- le dije mientras jalaba una silla para sentarme en la misma misa -Heyyyyy, tierra llamando a Lovino –

-Cállate bastardo que no estoy de humor- al parecer se peleó con Antonio -Creo que Antonio me es infiel-

-Perdón, pero no te creo- conozco a Antonio y él estaba loco por este mal hablado -Tú has vivido con él por más de un año, tienen una niña y él no es de las personas que mienten-

-Tu no entiendes idiota, el ya está distanciado de mí, ya no me toca, y siempre dice que está cansado, además la última vez me dijo excusas incoherentes – apoyo sus manos en la mesa

-Entonces ¿Qué vas a hacer? - pregunte, aun no me creía que ese tipo le fuera infiel-

-Mañana me dijo que iba a salir, estoy seguro de que es para encontrarse con su aventura y lo voy a encarar, ya que a mi ningún bastardo me abandona- En ese momento vi Lovino molesto -Y tu vendrás conmigo-

-No, esto, espera, yo mañana tengo trabajo- le respondí, no podía faltar al trabajo, como director se supone que Devia dar una imagen buena

-Bastardo, mal agradecido, acuérdate que cuando Arthur se escapó de ti nosotros estuvimos contigo así que me debes una- se levantó del lugar y se retiro

Mire al techo y me pregunte, "Porque justamente tuve que venir hoy aquí" pero ese pensamiento desapareció cando la camarera me trajo el desayuno del lugar, amaba este lugar, tiene cierto encanto a Arthur, me pregunto que será del............

No sé cómo mierda lo hizo, pero ahora estoy con Lovino siguiendo a Antonio, y para empeorar las cosas justo hoy tenía que llover, eso empeoraba nuestra persecución, pero fue en vano durante una hora lo único que vimos fue como es se quedaba en una estación, gracias a eso Lovino y yo nos escondimos en una esquina, por suerte teníamos un paraguas

-Ves te lo dije , Antonio no es de los que engañan- le regañe, Lovino solo me miro y lo siguió observando -Si , sigues siendo tan desconfiado él te dejara – pero luego vi de sus ojos derramar lágrimas , voltee a ver a Antonio y este estaba abrazando a un chico de contextura delgada , no se le podía ver el rostro por que el paraguas lo ocultaba y al lado de este había un niño que tenía un impermeable de color amarillo y botas del mismo color , tapado con la capucha de la misma vestimenta

-Maldito- salió de los labios de Lovino -Maldito bastardo le voy a romper la cara, a ese mal nacido de mierda- Estaba echando humos, yo lo detuve, ya que no quería que hiciera un escándalo en un lugar publico

-Lovino, cálmate, capaz es solo un amigo o un familiar, además no hizo nada sospechoso- pero el seguía molesto – Hay que seguirlo, además no tienes pruebas de nada-

Los seguimos y la situación no mejoraba, parecían una pareja y Lovino echaba humo y lo judío más cuando Antonio levanto al pequeño y lo cargo en sus hombros, en ese momento tuve que agarrar a Lovino para que no fuera y golpeara a Antonio

Luego de un rato de caminata ellos entraron a una cafetería, nosotros al igual que ellos entramos, estábamos un poco mojados y obligadamente nos tuvimos que sacar los abrigos, y nos sentamos en una mesa un poco lejos de ellos

La cafetería estaba dividida por paredes así, aprovechamos eso para escuchar sus conversaciones

-Alfred, juro que voy a matar a ese bastardo-

Pedimos dos cafés y dos trozos de pastel mientras escuchábamos la voz de los otros, no se podía escuchar la voz del chico, pero si la de Antonio, ese tipo era muy ruidoso

-ME hubiera gustado que trajera a los gemelos- en ese momento una idea se nos puso en mente, ¿gemelos? Tenía más hijos el otro chico hablaba, pero no se le podía escuchar bien mientras en niño solo desea "mami, quiero esto, quiero otro"

-Ya ha pasado un tiempo desde que estuvimos allí, capaz lleve a Antonella para que juegue con la familia-

Mientras en la otra mesa, Lovino maldecía en silencio a Antonio, yo no podía creer que el fuera de esos tiempos infieles, encima quería que su hija jugara con los hijos de la amante

-Eran bien lindos, incluso me acuerdo cuando los cargue, ya están grandes esos niños, capaz valla el próximo mes-

Lovino no pudo más, estaba al borde de las lágrimas, se paró y justo cuando iba a ir sonde ellos, Antonio soltó ......

-Después de todo ustedes ahora son mis hermanos y debo cuidarlos-

¿Hermanos?, ambos estábamos con la boca abierta, Lovino se volvió a sentar en la mesa y esta vez nosotros nos quedamos callado y concentrado

-Ahora que me acuerdo Antonio me dijo que su padre se casó con un omega con hijo y este tenía un hijo – Dijo Lovino mientras intentaba encender su cara yo solo me palmee la frente, perdí un valioso día de trabajo, pero aun así esta historia era interesante, no sé por que, pero siento que eh olvidado algo valioso

En la otra mesa Antonio hablaba fuerte -Mira, Adrián ya tiene 5 años, y no puedes mantenerte solo, deberías hacer que él se hiciera responsable-

Esto se ponía más interesante que las películas de terror que veía en el cine con los chicos, Lovino y yo dejamos los cubiertos por un segundo, tenía que admitirlo esto parecía novela de una madre soltera

-YA te eh dicho somos familia, te seguiré apoyando con el dinero, después de todo eres mi hermano, no de sangre, pero lo eres y él es mi sobrino así que no te preocupes-

-Pero si quieres ayudarme, puedes decirle a Lovino quien eres, después de todo el cree que le soy infiel- este último lo dijo con un tono triste -Por favor.... no quiero que él se separe de mí, lo amo demasiado para dejarlo ir-

Ese comentario hizo llorar a Lovino yo solo le sonreí y le pase un pañuelo que tenía -Ves te lo dije – le di el pañuelo para que se secara las lágrimas, pero se sonó los mocos y me lo devolvió -Un regalo así que te lo puedes quedar- ya no quería ese pañuelo

-Vámonos Alfred, si Antonio dice que no me es infiel le voy a creer- soltó una pequeña sonrisa -Además es de mala educación espiar hace que vamos nos- nos pusimos de pie.........

-Es increíble que aún no quieras perdonar a Alfred- ambos nos quedamos petrificados, porque dijo mi nombre -Pero él es padre, tiene derecho de conocer a su hijo, después de todo es su viva imagen, ojos azules, pelo rubio, ese mechón que se revela a la gravedad, una copia exacta-

Lovino se me quedo viendo yo negué con la cabeza, con el único que estuve fue Arthur de allí nadie más a menos que él sea.... -Arthur- pronuncie, y le di la vuelta, encontrándonos con ellos

-Antonio, quiero una explicación por que el está acá- Arthur estaba furioso, yo solo deseé la mirada al pequeño que estaba en la banca, era como verme en un espejo – Alfred largo de aquí- se paró agarro al niño, pero lo detuve

-Arthur déjame hablar, por favor- lo agarre de los hombros -Te eh estado buscado por 5 años, perdóname, te lo suplico- agarre aquel frágil cuerpo, tenía el mismo olor, olía a rosas, y pase por su nuca para ver si había sido marcado por alguien, para mi suerte este seguía intacto -ME alegro de que estés solo-

Luego de eso sentí un dolor horrible en mi entrepierna, era su rodilla golpeando mi zona más preciada -Eres un idiota, Adrián, nos vamos, Antonio, Lovino fue un gusto verlos – el salió de la cafetería mientras yo aún me sobaba mi zona

-A-Antonio me debes una explicación-

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NO LE TEMAS AL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora