Sangre Saiyajin (Bra x Black)

Cap. 4

-¿Cómo estás tan seguro de que funcionará?
Dice Zamasu mirando a Black con expresión curiosa.
-Es cuestión de tiempo.- Responde él, despreocupado y recostado sobre su silla.- Sólo hay que verla.- Añade y gira la cabeza hacia donde me encuentro.
Zamasu hace lo mismo entonces.
Me aparto de los barrotes de la escalera como acto reflejo, y muerta de vergüenza además. Aunque el miedo hacia Black va disminuyendo cada vez que lo veo, no puedo olvidar aquella batalla en la que podría haber acabado con mi vida.

-¡Oh, Bra! Ven, te hice un té.- No puedo evitar que mi cara refleje mi desagrado ante la idea de que los mismos que quieren extinguir a la raza humana, esos mismos que me tienen secuestrada, quieran que tome un té con ellos.
-Está claro que no va a tomar nada por el momento Zamasu, déjala respirar, acaba de llegar y estará descolocada.- Reprocha Black.

-Vaya, que desconsiderado por mi parte.- Responde Zamasu dejando el vaso con mi supuesto té encima de la mesa.
Black me mira sonriendo.- Al menos ven a sentarte.- Obedezco tímidamente.

-¿Nadie te ha dicho nunca que el té que prepara Zamasu es el mejor de todos los universos?- Me dice el chico vestido de negro.- ¿Y cómo puedo saber que no habéis echado algún tipo de veneno?.- Él coge el que iba a ser mi vaso y le echa un trago mirándome.- Mmm, sería una auténtica pena que no lo probaras, todavía está caliente.- Lo lanza hacia mí a través de la mesa.
Lo agarro y me lo acerco a la boca poco a poco mientras empiezo a sentir la ira en mi interior, por caer tan bajo de estar tranquilamente hablando con los que podrían haber matado a mi padre y a mi hermano. Entonces un impulso me hace tirarle a Black el vaso y salir corriendo hacia una puerta, que estaba no muy lejos de la mesa, pero cuando estoy a punto de alcanzarla choco y reboto contra un cuerpo. Alzo la mirada.
-¿De verdad pensabas que esa patética táctica te iba a funcionar? Te creía más lista.- El odio que me llena crece a cada segundo que veo su cara y su sonrisa mientras el miedo se desvanece.