Te di todo de mí y aún así no fue suficiente. Intente quererte de una manera que me era imposible.
Me di y te di la oportunidad de ser felices a costa de lo que sentía.
Y al final, aprendí que uno no puede mentirse a uno mismo.
Y acá estoy una vez más contra viento y marea.
¿La suerte me va a acompañar de una puta vez? ¿O es un mito más?