Capítulo 1

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Narra Loon

Y el día que menos quería que llegará, ya estaba en frente mis ojos. Cientos de personas atravesando en frente de mi, algunas con prisa, otras felices, y por último aquellas que lloran y se abrazan. Luego estoy yo, aquí caminando detrás de ella y su gran maleta; he de aceptar que mis ojos ya no pueden retener las ganas de llorar y gritarle que por favor se quedé, pero no hay opción, ya no hay marcha atrás. Me resignare a ver su vuelo partir sin más.

-Voy atrasada, ¿sabes?. Ay, no debí empacar tantas cosas aquí, ahora es como si me llevará mi propia casa -Exclamó la peliazul con dificultad para mover de un lugar a otro su gigantesca maleta y casi que casi a punto de explotar-

-Bueno, más o menos empacaste toda tu casa -Murmure con timidez intentando que no me escuchara. Para mi suerte paso de largo-

No sabría explicar el como me siento ahora. Es como si al estar con ella se juntaran emociones de nostalgia; los festivales a los que fuimos juntos, esos brillantes y hermosos fuegos artificiales, bellos recuerdos que luego de que la vea subirse al avión se desvaneceran. Aunque no estoy triste, me alegra que ella avance y conozca nuevos lugares, ya que en serio a ella le encanta viajar. Pero aun así existe temor en mi corazón, porque siento que después ya no la volveré a ver.

En todo el aeropuerto se alcanzó a escuchar la llamada a los pasajeros del vuelo que me parecía recordar que era el de Usagi. Mis manos comenzaron a sudar, mis rodillas temblaban y sentía que la vida se me iba a ir de alguna forma. Sé que puede parecer algo exagerado, pero no tolero el hecho de que se tenga que ir.
Ella comenzó a caminar cada vez más y más rápido, tanto que ya hasta me costaba seguirla. Prosiguió a correr. Al mirar al rededor pude notar que las personas nos miraban confundidas, puesto que no es tan decente para ellos ver a alguien corriendo en un lugar así.
Mis piernas se comenzaron a cansar. Siento que ya no puedo más. Alcanzarla es todo un reto, es demasiado rápida. No puedo, no puedo, no puedo. En ese instante me detuve, en ésta carrera he perdido de nuevo como siempre, ¿No es así Usagi?.

Pasaron unos minutos y recuperé el aliento. Era muy tarde, definitavamente la había perdido de vista. Aún así de alguna manera saqué el lado positivo y seguí. Camine lo más rápido que pude buscando el vuelo que ella iba a abordar.
Fue cuando entonces después de tanto rebuscar a través de unos vidrios que había allí pude distinguir lo que era su hermosa cabellera azulada y sus dos características coletas. De algún modo los cielos se compadecieron del ingenuo chico que miraba tontamete a través de un cristal y le dieron la oportunidad de decir un último adiós. Ahí fue cuando ella se volteó y se percató de mi presencia. No tenía tanto tiempo pero aun así se preocupó por regalarme un pequeña pero sincera sonrisa y menear su mano de un lado a otro en señal de despedida, no tuve más opción que responderle, intentando ocultar las ganas de que tenía en ese momento de abrazarla. Aún si parecía estar alegre, pude notar que de sus ojos corrió una lágrima, la cual seco con rapidez y luego simplemente subió al avión.

Esos veloces minutos marcaron mi vida por completo. Creo que ha sido el adiós más difícil que he podido decir. Espero y no sea un adiós definitivo, sino un hasta luego. Tal vez si sigo pensando desde aquí en ti no me olvides a tan corto tiempo, o tal vez me recuerdes en algún momento, aunque siempre he dicho que soy muy fácil de olvidar.

Me mantuve ahí hasta que el avión hizo despegue y se fue alejando, hasta el punto de no poder verlo.
Las lágrimas no tardaron en derramarse. Luego al intentarlas secar con mi manga, me percaté de que tenía un peluche aún en mano. Era un conejo azul, me recuerda a ella. Me quedé como un niño que ha perdido a su madre mirando hacia la nada con un peluche, el cual era mi única compañía en ese momento. Supongo que tendré que esperar en ésta ciudad llena de recuerdos hasta que tú vuelvas. Por ahora solo espero que la pases de lo mejor allá, después de todo a ti te gusta experimentar cosas nuevas.

-Creo que ya es hora de salir de aquí -Me dije a mí mismo en tono bajo-

Al salir me encontré con que ya la noche había caído, y las estrellas de alguna forma resplandecian inigualablemente.

-Vaya, al parecer el cielo no está tan triste, ¿Por qué debería yo de estarlo? -Dije para luego seguir mi camino casa.  Ésta vez solo- Bueno, no estoy del todo solo, te tengo a ti -Le hable al conejo como si me estuviese escuchando o parecido-

Y acompañado por un conejo de felpa proseguí a casa.

¿Has sentido a al amor de tu vida irse sin poder evitar que lo haga?.

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Hola a todos y a todas~. Espero que estén muy bien, y que si has llegado hasta aquí te felicito mucho mucho y también la mismo tiempo te lo agradezco porque te has tomado la molestia de leerlo todo. Como verán he tenido que empezar de cero y todo, por lo tanto quise empezar con éste fanfic para alguien que se acerque por aquí(?). Bueno, esto es sólo el comienzo asi que espero que a lo largo de la historia la disfruten. Se les quiere a todos y a todas.
PD: Probablemente las publicaciones de cada uno de los capítulos de éste sean algo lentas, asi que por favor les pido mas que todo paciencia ;v;.

Bright shooting star ||Loonsagi|| [cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora