Las Tres Caras de Inuyasha

Capitulo 3

CAPITULO III

Y ahí estaba nuestro grupo favorito reanudando la búsqueda de los fragmentos de la perla de Shikon, ya había amanecido y el día era soleado, sin ningún rastro nubes en el camino, pero no prometió ser tan bueno como lo pintaban para nuestro querido hanyou, ya que el soportar tener celos de sí mismo ¡era lo más estúpido en todo el mundo! Pero es que no soportaba que otros hombres, no importaba si era el lobo rabioso, el estúpido e insípido humano de la época de Kagome, el pendejo de Akitoki ¡ni siquiera importaba si eran sus otras mitades! No podía evitar tener celos de que otros se acercaran a la sacerdotisa del futuro, pero por más que sentía que la amaba, todavía tenía una promesa que cumplir con Kikyo, todavía seguía en pie la promesa de que cuando derrotaran a Naraku él se iría con Kikyo al infierno para compensar el que ella haiga muerto por el.

Pero olvido todo eso al instante de que vio como Sango, Kagome e Inu humano iban sobre Kirara, ya que miroku decidió que inu hanyou, gruñidos y él se irían corriendo ya que no quería armar otra pelea por ver quien llevaba a Kagome en la espalda y ya hablando de peleas, las que ahora eran muy comunes desde que paso lo del hechizo recordó la pelea de la mañana.

Flashback...

Nuestro grupo todavía se encontraba descansando en la cueva, los rayos del sol le pegaron directamente hasta nuestro querido hanyou despertándolo por completo, vio que todos estaban dormidos, todos excepto kagome, busco a la chiquilla con la mirada y vio que ¡gruñidos y el patético humano dormían con una Kagome plácidamente dormida entre los dos! ¡Oh no eso sí que no ella no iba a ser para ninguno de ellos! ¡Aunque Kagome no lo sabia ella era suya! Pensaba el inu hanyou, tomo del traje a inu humano y lo tiro fuera de la cueva, el humano enojado por las acciones de su procedente empezó a protestar.

¡oye imbécil! ¿¡qué te pasa!? ¿¡porque me sacaste de la cueva!?—

¡por que se me dio la gana! ¡ahí te mando un regalito!— y el inu humano se fijó que casi a sus pies estaba gruñidos, con un aire amenazador y una clara sentencia de muerte para su otro yo hanyou.

¿¡q...que...grr pasa hanyou!?...grr ¿¡celoso!?— dijo ;a parte demoiaca con una ronca voz en un intento por hablar aunque todavía no podía hablar tan fluidamente como sus otras mitades hacia el intento de burlarse de su inútil parte hanyou. Esto enfureció mas a el inu hanyou el harto de la discusión hablo.

¡ya cállense! ¡yo no estoy celoso de ninguno de ustedes! ¡solamente son un par de aprovechados! ¡se aprovecharon que Kagome estaba dormida para irse a recostar junto a ella!— inu hanyou no se había dado cuenta que con su escandalo había despertado a todos sus amigos y a una sonrojada Kagome, ella ni siquiera se había dado cuenta que durmió entre los dos Inus, ahora que lo recordaba ¿con razón no había tenido frio en toda la noche? Mientras que los demás veían con gracia y sorpresa la escena que había armado el Inu hanyou hacia sus otros yo, a inu humano y gruñidos les encantaba hacer que inu hanyou llegara hasta su limite no lo iban a negar ¡era divertido! De todos modos en esos momentos era más importante Kagome, los otros dos Inuyashas se olvidaron de que Inu hanyou estaba tirando la bilis por la boca y ambos se dirigieron hacia su hermosa sacerdotisa del futuro.

¡buenos días Kagome! ¿Cómo has amanecido?— aunque inu humano estaba muy sonrojado no podía evitar ser un poco mas directo que sus otros yo. Gruñidos tampoco se iba a quedar atrás, esta era una batalla campal entre el patético humano y el ya que no consideraban al inútil hanyou como competencia, gracias a la estúpida promesa con el cadáver viviente.

¿Kagome...grr...tener...hambre?— dijo el demonio empujando al humano, apesar de ser un despiadado demonio completo eso no significaba que no pudiera ser amable aunque fuera un poco con la futura madre de sus crias.