- ¡Venga Blair! – Dylan había chillado al lado de mi oído y, aun así, yo era incapaz de moverme - ¡Tenemos que irnos, por favor, corre!
Al ver que no reaccionaba, me cogió en brazos, y, como pudo, fue hasta aquel fiat viejo y destartalado que tenía y me sentó en el asiento del copiloto. El coche empezó a andar. Giré ligeramente la cabeza para ver a qué velocidad íbamos.
80. 90. 120. 130.
Por primera vez en toda la noche, sentí miedo. Al final sí que iba a morir hoy, y todo por culpa de Dylan.
- Por favor... - sollocé – más despacio.
Aquellos ojos marrones que horas antes me habían estado observando con curiosidad ahora me miraban con intensidad, con un ardor indescriptible.
En el silencio del coche se escuchó una profunda carcajada. Dylan no dejaba de mirarme, con unos ojos rojos, saltones, no como los de antes, mientras su estruendosa risa inundaba la quietud que reinaba dentro del coche.
- ¿Más despacio Blair? ¡Más despacio! – parecía que alguien le acabase de contar un chiste - ¿Te has vuelto loca?
Miré hacia la ventana. Me negaba a contestarle. En aquella oscuridad, pude vislumbrar una pequeña luz. Ya faltaba poco. En tres minutos y veintisiete segundos Dylan aparcaría el coche, yo me bajaría, y me metería en la cama. Al día siguiente le diría a mis padres y a mi hermano lo bien que me lo había pasado en aquella fiesta, les contaría que tuve mucho cuidado, que no bebí alcohol, que en ningún momento me separé de mis amigas y que no hubo ningún problema. Y, si lo hubo, yo no me enteré.
- Dame tu número – mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Dylan – Blair, dame tu número.
- No lo necesitas, Tú y yo no nos conocemos. No somos amigos – susurré – hoy no nos hemos visto.
- Blair, no vas a poder pasarte todo el verano sin hablar con nadie. Y cuando la gente empiece a hacer preguntas, tú no vas a poder contestarles. Así que dame tu número, porque créeme, vas a necesitar hablar con alguien.
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HAPPY ENDINGS
RomanceBlair Morrison es una chica metódica. Todo lo que hace lo ha meditado con anterioridad unas veinte veces. No hace nada al azar. Todo el mundo la conoce por sacar las mejores notas de todo el estado de Nueva York. La han admitido en Harvard, Yale y C...