La Corona De Papel

Entonces quién?

-No, son solo conjeturas, no puedo acusarlo solo así.

- ¿Será eso verdad o solo le temes a él?

- No le temo a nadie y lo sabes.

-A él si.

-No, es que no puedo solo acusarlo, si no lo vi, ni nada por el estilo.

En ese momento apareció quien menos esperaba, llorando como un niño, derramado y vuelto nada por el llanto, arrodillado, mirando el cadáver, estaba allí, Alex.
¿Cómo podía ser tan falso?
Llorar la partida de Lyan como si le doliera.
Me dirigí hacia él para hablarle, entonces se lanzó a mis brazos y lloró más fuerte. No le creí...

-¿Cómo pudiste?

-¿De qué hablas Li?

-Eres tan hipócrita, vienes aquí y lloras por él, como si lo quisieras, como si te doliera.

-Era mi amigo, claro que me duele.

-Dile eso a quien te crea, ya me voy de aquí, no soporto verte.

-Oye, no sé que te pasa, pero este no es el momento, haz lo que quieras, piensa lo que quieras, pero yo sufro porque mi amigo murió y es todo.

No entendía lo que pasaba, todo apuntaba a Alex pero él asegura que no fue responsable de eso, pero si él es el asesino, no lo dirá, buscará la forma de negarlo.
Toda esta situación estaba mareandome y había olvidado por completo a Celeste. Decidí retirarme, pues no fui testigo y Alex conocía a Lyan mejor que yo, él podía dar los datos.

-Mike, vamonos, debo ir donde Celeste.
-Te acompaño.

Camino a casa de Celeste iba pensando en que podría realmente haber pasado, no podía sacarme de la cabeza esa imagen, su cuerpo tirado, bañado en sangre, luego me daba coraje el solo hecho de pensar que eso lo hizo Alex.
Llegamos a la casa de Celeste, ella estaba mirando por la ventana, esperando mi llegada, mi hermano se despidió y cruzó la calle para ir a visitar a su novia Lizbeth.
Celeste desesperada se acerca a mi y hala con fuerza hacia su casa.

-Tardaste mucho.
-Perdón, debí atender algo.
-¿Qué pasó?
-El chico de ayer...
-Era muy apuesto, esa piel morena y ese pelo hermoso.
-Murió.
-Li, así no se juega, papá siempre lo dice.
-Pero no estoy jugando, lo asesinaron anoche.

Hubo un silencio sepulcral entre nosotras, en ese instante no pude evitar llorar, Celeste me abrazó confundida, quizás pensó que no debía llorar por él, pues no lo conocía, pero no lloraba por él, lloraba de impotencia, sabía que Alex era el culpable, él era de capaz de arrancarle la vida a quién amaba, nada lo detendría de acabar con la mía o la de Tyler, temía por mi vida y la de mi hijo.

-Oye, todo estará bien, tranquila.
-Las marcas desaparecen, déjame maquillarlas para que se noten menos.
-Hazme un maquillaje completo por favor, quiero verme fabulosa.
-¿Algo que deba saber?
-Pues hoy tendré una breve reunión con la empresa y luego iré a recoger a mis padres. ¿Quieres ir?
-A buscar a tus padres si, lo demás, ni loca.
-¡Aish! Eres súper aburrida, sería cool que fueras a la reunión.
-Quizás luego, hoy no tengo mente para eso.
-Bien. Últimamente no me estás hablando mucho de tu vida.
-Celeste, tienes mucho que hacer, tu agenda no es la de antes, mi vida está normal, no debo darte un reporte a menos que pase algo grande, ahora estoy un poco sacada de honda, pero más nada.
-Hasta yo estoy distraída, pensando en ese pobre joven.
-Es tan extraño todo...
-¿A qué te refieres Li?
-No olvídalo.
-Ok, entonces, hoy quiero usar un labial rojo.
-Está bien-Sonreí.

Mi cell sonó...

-Mike,estoy en medio de algo importante.
-Solo es para avisarte que ya casi me voy, por si quieres que nos vayamos juntos.
-Dame 5 minutos más.
-También Lizbeth insiste en hablar contigo.
-Está bien, cuando termine paso por allá.
-Apresúrate.
-Okey.

Esto era otra de las cosas que me tenían desenfocada, Lizbeth tenía tanto empeño en hablar conmigo, a veces he pensado lo peor por tanta insistencia.

-¿Todo bien Li? - Preguntó Celeste interrumpiendo mis pensamientos.
-Todo bien, solo era Mike, quiere que nos vayamos juntos.- Ni loca le diría que iba a hablar con Lizbeth.
-Se preocupa por ti, yo siempre quise tener un hermano mayor.
-Mike es como tu hermano también.
-Le tengo mucho aprecio a Mike pero mi hermana eres tú.
-Qué linda eres estúpida.

Reímos hasta más no poder...

-Basta Li, se arruinará el maquillaje. -Dijo Celeste entre risas.
-Yo ya debo irme. Suerte hoy, me llamas para ir a buscar a tus padres.
-Bien.

Salgo de la casa de Celeste y cruzo la calle, observo bien por si Celeste me espía, pero al parecer no lo hacía, entonces toco la puerta y sale Iván.

-Hola Li, supongo que buscas a tu hermano.
-La verdad es que vine a ver a Lizbeth.
-Eso es extraño. Lo tomaré como una forma de acercamiento de ella hacía ti, pues eres la hermana de su novio.
-A lo mejor.
-Pero pasa adelante, yo debo irme, acompañaré a Celeste a una reunión.
-Está bien. A propósito, cuídala mucho y ten más cuidado con el erotismo y eso.
-¿A qué te refieres?
- No le digas que te dije, pero eres su novio, a ti es que debo decírtelo. Esas marcas en el cuello no son adecuadas, más ahora que está todo eso de su carrera.
-Claro, tienes razón, tendré más cuidado.- Expresó con una sonrisa en el rostro.
-Bueno, te dejo, veré que necesita tu hermana, bye.
-Pásenla bien.

Comencé a caminar lentamente y de pronto salió Lizbeth a mi encuentro.

-Hola Li, gracias por venir, sígueme, vamos a mi habitación.
-¿Dónde está Mike?
-Él está en la sala de videojuegos, necesitaba distraerlo, porque solo quiero hablar contigo.
-Al parecer es algo grave.
-Llegamos a mi habitación, pasa.- Dijo abriendo la puerta.

Era una habitación enorme, con muebles, posters, alfombras, su armario podía ser mi habitación.

-¡Wow! Esto es enorme y hermoso.
-Gracias, si quieres algún día decoramos la tuya.
-De hecho mi habitación necesita una remodelación.
-Cuando quieras la hacemos. ¿Te ofrezco algo?
-No te preocupes, seguro hay almuerzo esperándome en Casa y debo ir a prepararme para recoger a los padres de Celeste. Solo quiero que me digas de una buena vez ese misterio intrigador que tienes.
-Antes que todo quiero que me prometas, que no te vas a alterar y que me pondrás atención para llegar a una solución.
-Trataré.
-Por favor, debes prometerlo.
-Lo hago, lo prometo.
-Li, yo no odio a Celeste, ella es muy buena chica, pero no la quiero con mi hermano.
-Lo que dices, se contradice.
-Lo sé, por eso me explicaré. Yo no odio a Celeste, yo solo no quiero que le pase lo de la otra chica.
-No la odias, es buena, otra chica, ¡¿ De qué rayos me hablas Lizbeth?!
-Iván tiene un problema mental.
-Perdón, no te escuché.
-¡IVÁN ES ENFERMO MENTAL!
-Estás loca, debes estar bromeando.
-No lo hago, está enfermo y puede llegar a ser agresivo.
-No sé cómo puedes decirme que no me altere cuando mi mejor amiga anda en la calle con él.
-Es que si haces algo de pronto, él podría alterarse y atacar, hasta ahora, el está bien, hay que buscar la forma de cuidar a Celeste.
-La otra chica, ¿quién es?
-Su ex novia.
-¿Qué pasó con ella?
-Iván la golpeó y quedó inconsciente temporalmente, por eso nos mudamos aquí.
-Esto es grave Lizbeth.
-Aparte es celoso, aunque lo he visto muy calmado.
-Pero hay que prevenir. Iré a mi casa, tomaré una ducha, inventaré algo y te llamo.
-Está bien, no vayas a decir nada.
-Tranquila. ¡MIKE!, no vamos.
-Claro hermanita, adiós amor.- Dijo y luego se dispuso a besarla.

Nos fuimos a casa, mientas caminábamos, no podía dejar de pensar en el remolino de cosas que me estaban pasando.
Llegamos a casa y fui directamente a la cocina para comer, entonces, sonó la puerta, mi hermano se ofreció a abrir y luego me llamó.

-¡LI!
-Aquí estoy ¿Qué pasa?
Había un oficial de la policía parado frente a mi casa, entonces dijo:
-¿Señorita Slim?
-Si oficial, soy yo.
-Queda usted detenida por el cargo de homicidio al joven Lyan...
-¡¿QUÉ?!.- Dije interrumpiendo.- Esto es un error oficial.
Fue inútil mi esfuerzo, fui esposada rápidamente mientas le pedía ayuda a Mike.