Dos

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Como lo había previsto, no me iba a salvar tan fácilmente de asistir al instituto, así que solo me dieron una semana de reposo, para después presentarme a clases.

Genial.

Además de ir a una nueva escuela, no conocía a nadie, y no era por qué no recordará a alguien, si no por qué yo era la persona más antisocial de todas.

No sé cómo hacían las personas para ser sociales, cuando yo lo intentaba no decía más de cinco palabras y se terminaban los temas de conversación, era muy incómodo.

En mi anterior instituto solo tenía 3 amigas, los demás solo me hablaban para pedirme la tarea o algún apunte.

Así que después de organizar todo en mi pequeña habitación tendría que tener todo preparado para al otro día asistir a las benditas clases, y creo que está más que claro que ya quiero que el semestre termine, cuando apenas llevamos dos meses.

Así que como la persona responsable que soy, me metía netflix y estuve viendo películas tristes mientras lloraba y comía alguna que otra cochinada hasta las 3 de la manaña.
Como siempre deje todo al final y me prometí hacerlo mañana temprano.

Cuando estaba perdidamente dormida se paró un mosquito en la punta de mi nariz y anduvo revoloteando al rededor por un buen rato, decidí ignorarlo hasta que se metió a una de mis fosas nasales y desperte de golpe, aventado al aire lo primero que tenía a mi alrededor, cuando estaba dispuesta aventar la pequeña lámpara de la mesa de noche que estaba mi lado, me di cuenta de la hora que era, faltaban menos de 40 minutos para la primera clase del día y aún me faltaban muchas cosas por hacer, enojada conmigo misma y prometiendo no volver a hacer eso mañana me levanté de la cama a velocidad de la luz.

Ya estando fuera de las instalaciones  y faltando 10 minutos para la primera clase, corrí lo más rápido que mis cortas piernas podían a la dirección.
Deje de correr al darme cuenta de que no sabía en donde estaba la dirección y me veía ridícula haciendo eso.
Decidí acercarme a alguien a preguntar.

–Hola.. emh.. ¿podrías decirme en donde queda la dirección?- dije torpemente y dándome un golpe mental por ello.

–Si, después del próximo pasillo, doblas a la derecha y después sigues derecho hasta topar con el otro pasillo y después caminas a la izquierda de...- deje de escuchar hasta el pasillo derecho, estaba más confundida que antes y no estaba muy segura de que aquel chico me estuviera dando una dirección correcta.

–Oh, gracias.- dije y la chica a su lado ahogó una risa, disimulando y viendo hacia otro lado, no sé si era por el signo de interrogación visiblemente marcado en mi rostro o por qué me había dado una dirección incorrecta a propósito.

Rodé los ojos y seguí caminando sin rumbo, hasta que un chico pelirrojo se acercó a mí.

–Hola, te escuche preguntarle a Freddy sobre la oficina del director, te la dio mal, yo te puedo llevar.- dijo.- así es el, no lo tomes tan personal.

–Muchas gracias.- dije y sentí la cara caliente, dándome cuenta del por qué hasta el se había dado cuenta de que se estaban burlando de mí y el hecho de que un chico tan guapo se acercó a ayudarme, seguramente parecía un tomate andando.

–Por cierto, me llamó Alonso, ¿y tú eres...?- dijo dejando la oración al aire para que continuara.

–Soy ___.-  dije y el me tendió una mano.
Después de sacar mi celular y ver la hora ,el me dejo en la puerta de la dirección, le agradecí por llevarme y recibiendo por su parte un «No es nada, hasta luego» entre a la oficina.

Después de darle mi nombre a la recepcionista, ella me entrego una hoja que se suponía era mi horario, fui corriendo a la clase que me tocaba.

Cálculo, ugh.

Estaba a punto de tocar la puerta, cuando alguien golpeó mi hombro con el suyo y abrió la puerta desinteresadamente.

–José, ¿qué hora es esta de llegar?- dijo un señor acomodándose las gafas y viendo por encima del hombro de el chico que acababa de pasar.- ¿y usted quién es?

–Soy ___ Méndez, soy de nuevo ingreso.-dije desde afuera.

–Pero pase, no se quede afuera.- dijo haciendo señas raras y regresando a el regaño del chico.- no me gusta la impuntualidad, Canela, así que le pido de la manera más atenta que la practique o a la próxima clase entra con  falta, lo mismo va para usted, Méndez, ahora vayan a sentarse, por favor.

Me quedé parada frente a todo el salón buscando con la mirada algún lugar libre, el único libre que había era a lado de el chico de cabello negro que también acababa de llegar.

Me acerqué a el lugar disponible y cuando iba a sentarme el chico a mi lado soltó un bufido en voz baja. 
No le tome importancia, saque mi libreta y empecé a copiar las fórmulas del pizarrón.
Al escuchar el toque, todos salieron del salón casi corriendo, estaba apunto de tomar mi mochila, cuando el maestro nos llamó.

–Ustedes 2, vengan aquí.- dijo el maestro apuntándonos con un bolígrafo.
Me acerqué con el chico alado mío al escritorio del profesor y ya estando frente al escritorio, continuó.– José, como verá, la señorita Méndez es una nueva alumna, por lo que puede que algunos temas se le compliquen y basándome en que usted es uno de los mejores de mi clase, quiero que la asesore.

–Pero...- José estaba a punto de protestar, cuando el maestro lo interrumpió.

–No hay peros, José, además gracias a tu ayuda, agregare cinco décimas a tu calificación, sé que no las necesitarás, después de todo.- dijo y nos miro a los dos, se despidió y salió dejándonos solos dentro del salón.
El me miró e hizo una cara de disgusto, saco de su mochila una libreta y la dejo en el escritorio, para después salir del salón dejándome sola.
La tome confundida, después de ver el título en la tapa del cuaderno escrito con una caligrafía apenas entendible, caí en cuenta de que me había entregado su libreta y salí apresurada a la siguiente clase.

Después de tres clases sonó el timbre para el receso, no conocía a nadie, así que fui al baño a lavarme la cara y volví al salón, no iba a comprar nada, traía fruta picada, así que me adentré al salón y vi a José tecleando algo en su celular, con los pies arriba de la mesa.
Alzo la vista, me analizó por unos segundos y regresó la vista a la pantalla.

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Para mí que Pepe estaba viendo porno askwjdkqjsdj.
Pueden continuar equis de.
Me gustaría saber el nombre de las personas que me leen.

S.

Amnesia (J.C)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora