En el año 2100..
14 de Agosto. Hora 17:45Richard sentado en el sofá de el gran edificio de La Mafia Negra..
—Una copa más por favor.. —
—Claro señor. — Dijo el sirviente de Richard.
Se levanto por mientras del sofá y observaba por los grandes ventanales del edificio, la devastación de el mundo..
Casas en ruinas, las sirenas sonando por todas partes, gente pidiendo ayuda, los destellos de las abundantes explosiones...
La tensión se siente en el ambiente..—Suerte estoy a salvo, o por lo menos intento estarlo — Dijo Richard.
Se abrieron las puertas corredizas de la sala y entro el sirviente con una copa más de al parecer "Vino Italiano"
Richard la tomó en sus manos, la abrazó con sus dedos dejando el meñique estirado a un lado y se tomo un buen trago.—Ah... Vino Italiano.. Lo mejor que hay. — Dijo Richard luego de un suspiro.
—¿Necesita algo más señor? — Pregunta el sirviente.
Richard niega con la cabeza y acto seguido empieza a caminar por todo el living de su sala.
Derrepente empieza a sonar la alarma de emergencia en el edificio..
—¿Qué sucede? — Se preguntó Richard..Al lado de la puerta había una radio de comunicación, por la cual se dirigían las palabras, órdenes y avisos más rapido..
—Señor Richard, un hombre entro con una maleta misteriosa, no se le ve la cara.. Está encapuchado y dice que quiere hablar con usted. — Informaría el empleado de la entrada..—Examinenlo y que vengan dos guardias con el. — Respondía Richard..
-Entendido, cambio y fuera-
Cárter empezó a preocuparse, fue despacio a su sofá, dejó la copa sobre la mesa y se sentó a esperar al sujeto sospechoso.
Se rascaba la cabeza, tomaba sus dedos y los posaba sobre su pera.. Se cruzaba de brazos, lo invadían los nervios..
—¿Por qué estoy tan nervioso?No debo temer con mi poder.. Además ni que fuera el mismísimo Diablo ese chico. —Pensaría Richard para sus adentro.
La radio de comunicación sonaba nuevamente.
—Ya va el sujeto en camino por el ascensor, cambio. —
La sala de Richard Cárter, que era el piso mas alto del edificio estaba protegida por cuatro guardias, de clase III, la más alta de la Mafia.
Por lo cual seguridad había de sobra.* Shiiiiiiffff *
Se sintió el ruido del ascensor, se desplegaron las puertas y entró el sujeto marcando el paso junto con los dos guardias mandados a su lado.
Richard con los dedos cruzados, se posa bien y le da un asiento al sujeto.
—A ver que tenemos aquí. — Dijo Cárter.
—¿Quien eres? ¿Por que quieres hablar conmigo y que trae esa maleta? — Interrogaba Richard con el ceño fruncido.
El sujeto levantó la mirada, y desprendió una voz grave que daba miedo.. Tenía un acento algo extraño, como si fuera extranjero.
—No puedo decir mi nombre... Y el contenido de la maleta lo va a descubrir usted.—
—¿Quien te mandó? — Preguntó Richard.
—Tampoco puedo hablar de ello. — Respondió el sujeto.
Richard mandó a un guardia a abrir la maleta, esta era de metal, de buena calidad.
El guardia tomó la maleta en sus manos, hizo fuerza y la abrió. Estaba sin llave y aún así era difícil de abrir..—¿Qué tiene dentro? — Preguntó Richard a su guardia.
Este giró la maleta y le mostró el contenido a Cárter. Eran 8 paquetes de una sustancia muy rara de color rosado pálido... Parecía una especie de droga extraña.
—¿Qué se supone que es esto? — consultó Richard frunciendo el ceño nuevamente..
—Es Ranabi... Una droga que te alarga la vida y te da mas resistencia. — Contestó el individuo sospechoso.
—Primero... ¿Como piensas que yo me crea eso? Y segundo, porqué quieres ayudarme? — Interrogó Cárter.
—No puedo dar mas información.. Si no me cree, dejé que uno de sus guardias lo pruebe, hum? —
—Llama a Don Sopeto.. No podemos probar algo desconocido con guardias. — Dijo Richard.
Don Sopeto era uno de los que se encargaba de la limpieza del edificio.
—¿Qué sucedió? — Consultó Don Sopeto con la voz un tanto agitada.
—Toma.. Prueba un poco de esto. — Contestó Cárter.
Don Sopeto se metió un poco de Ranabi en la boca y a los pocos segundos sintió una comezón en la palma de sus manos..
—Y? Qué sientes? — Preguntó Richard
—Siento comezón en las manos... Y como si fuera mas fuerte, mi respiración es mejor y no se... es dificil de explicar. — Respondió Don Sopeto.
—Haber dale un golpe fuerte. — Le dijo Richard a un guardia.
Este lo agarro y le pego varios piñazos en la cara que no le hicieron nada.
—No siento nada! Esto es increíble. — Exclamó Don Sopeto y se largó con su escoba.
El sujeto encapuchado levanta la ceja y le dice a Richard
—Ves? Funciona. ——Pues de momento pareciera que si... Igualmente llevátelo, no lo quiero aquí. — Le dice Richard al tipo.
—¿Encerio no aceptas esta oferta? Además es gratis, necesitas más fuerza y todo esto sera suficiente para almenos la mayoría de tus miembros, mira que los Necrozoss son cada vez más, son una plaga. — Dijo el sujeto.
—¿Los Necrozoss? — Interrogó Cárter con cara confundida.
—Los robots de Inteligencia Artificial avanzada hechos por Steven Zocken, no sabías? — Contestó.
—Ah sí... Había oído hablar de ellos, bueno entonces.. Creo que lo acepto, gracias. — Dijo Richard.
El hombre sonrió de una manera malvada y a la vez disimulada, se levantó de la silla y se fue con los guardias.
Richard Cárter tomo la maleta de metal y la guardó en un estante.
—Que extraño, ¿porque alguien desconocido seria tan amable con nosotros? — Se preguntaba Richard.
Richard agarra la copa de la mesa nuevamente y toma un poco de vino.
—Habrá que esperar que sucede con Don Sopeto. —
Richard deja la copa en la mesa, se levanta y observa por la gran ventana de la sala.
—Así que los Necrozoss... Interesante, tenemos rivales, pero definitivamente no vamos a perder. —
*Ya por la noche*
Richard salía del baño, se había pegado una ducha..
Se dirigió a su dormitorio y se tendió en la cama, empezó a reflexionar sobre los Necrozoss, agarró su móvil, por cierto de alta gama y empezó a buscar mas información sobre estos robots.Quien sabe lo que encontrará..
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Richard Cárter y La Mafia Negra
Science-Fiction[Richard Cárter] saga de [La mafia negra] Dominar el mundo no es fácil, más cuándo todos los países estan en crisis y huelga.. El año 2100 es una perdición y de esas 7mil millónes de personas que habitan hoy en la tierra, tan solo mil millones que...