Jason Peter Todd: {Broken}

Trabajo parcial

Gotham City: Hace un año

*Narra Martha*

Me quedo tiesa mientras miro fijamente esa bala. Se que no es buena idea, pero miro hacia mi ventana, desde la que escucho como se aleja el sonido de unas pisadas. "Mi vida por momentos no puede ser mejor, ahora una loca me tiene en su punto de mira", esos son mis pensamientos mientras desayuno. Tras acabar salgo a la calle a despejar mi cabeza, o mejor dicho aclarar algunas ideas; todo aquello que había pasado me tenía asustada a la vez que intrigada, pero eran solo vagas teorias, el que aquel joven fuera uno de los hijos adoptivos de Bruce Wayne y que ambos fuesen Batman y Robin. Lo último que se recuerda de su segundo hijo fue que había muerto de un accidente en Bosnia, parece mentira pero si, los medios están llenos de comentarios sobre "Bruce Wayne: el soltero de oro de Gotham", pero nada sobre esta triste noticia. No me extrañaba que el mismo Bruce hubiese comprado a varios de ellos para no hacer tan viral esta noticia.

Un cartel de publicidad hace que me detenga "Se necesitan ayudantes para notaría". Sin pensarlo me apunto la dirección y me dirijo a ese lugar, caminando lo más deprisa que puedo. Una vez que entro veo una triste oficina, con poca luz y con un mobiliario algo anticuado " no está mal para empezar" digo para mí

- ¡Hola! ¿Puedo ayudarla en algo señorita?- La voz de una señora hace que me gire-
- ¡Buenos dias!- Respondo con la mejor de mis sonrisas- He venido por el cartel publicitario.
- Oh claro. Enseguida le paso con el jefe, con suerte le ha pillado en la oficina.
No puedo evitar sentirme nerviosa, aunque me intento tranquilizar pensando "no tienes ya nada que perder". Tras esperar un par de minutos entro en un despacho, en donde hay un hombre trajeado sentado. Con mucha calma y formalidad le hablo de mi anterior trabajo, y como había comenzado a ejercer de abogada, pero que por un problema de deudas que tuvo el bufete, varios compañeros fuimos despedidos. No se si mi situación fue un golpe de suerte, pero tras ese comentario me interrumpió y me dijo "estás dentro".

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Una semana después

Mi trabajo en la notaria iba progesando, ya tenía una zona más privada de trabajo, y como había acabado recientemente mis estudios, recordaba las leyes con mucha soltura. Todo parecía ir sobre ruedas de nuevo, incluso había dejado olvidada la rara experiencia de la semana anterior, que hacia que muchas veces me sintiera observada.

-¡No comprendes que no puedo ayudarte!- escucho gritar a mi jefe- POR MÁS QUE ME LO PIDAS, NO PIENSO MANCHAR MI NOMBRE PARA QUE TE QUITES DE ENCIMA ALGO QUE ES TU TRABAJO, ME DA IGUAL QUE ESE DESGRACIADO NO TENGA UN ABOGADO.
Sigo a mi trabajo como si nada, pero todos nos hemos percatado de sus gritos, y nadie prefiere interrumpirle, con miedo a lo que pueda ocurrir. Mientras estoy fotocopiando unos documentos llega un fax, le leo por encima, es para el señor Hayes de Empresas Wayne. El jefe siempre está obsesionado con la compañia, imagino que quiere escabullirse de este antro y quiere irse a un lugar mejor. Dejo el fax sobre la mesa para dárselo más tarde cuando esté más calmado, pero llega otro fax que pone "con urgencia".
- Creo que es mi dia de suerte... interrumpir su llamada telefónica- digo en bajo- Ya puede tomárselo bien.
Entro a su despacho nerviosísima, bajando la cabeza y diciendo casi gritando "ES DE EMPRESAS WAYNE"

-Gracias- me contesta más calmado, pero sin soltar su teléfono- Déjalo encima de la mesa-.
Me dispongo a salir, pero me dice que espere.
-Simon, creo que puedo ayudarte, pero me debes ese dinero extra.
- ¿Quiere algo señor Hayes?- "Claro que quiere algo estúpida, deja de hacer preguntas estúpidas", intento no centrarme en mis pensamientos y en solo escuchar con atención lo que me dice-.
-Eres una trabajadora ejemplar Barnes, por eso quiero ofrecerte algo que te vendría muy bien para mejorar  tu facultad de abogada.
Cuando escucho "abogada" se me pone la piel de gallina, no puedo creer que vuelva a mi trabajo soñado.
- ¡Lo que sea señor!- contesto entusiasmada- Me encantaría poder volver...
-Alto- me para en seco- tu trabajo no cambia, solo que tengo una pequeña protesta, tan solo que defiendas a un pobre desgraciado que no tiene abogado... y que no iba a tener a este paso.

No debería decir esto pero finalmente lo suelto:
- ¿Y que gano después de esto?
- Un ascenso por el favor a un buen amigo mio, y quizá te echen el ojo para algún otro trabajo más.
-Osea que no va a ser pagado por lo que supongo-digo-.
-Barnes...-Antes de que pueda decir algo le paro-.
-¡No se preocupe, todo saldrá sobre ruedas!- De nuevo otra de mis sonrisas parece que ha salvado la situación-.

Tras acabar mi jornada, me dispongo a ir a la comisaría, lugar donde trabaja el amigo del señor Hayes. Una vez pregunto por su nombre éste me dirige hacia una sala donde supuestamente está "aquel desgraciado" como él le llama, yo no paro de decirle "claro, claro" y de asentir con la cabeza.
-Jason Todd... le pillaron anoche intentando "salvar a un niña", pero cargándose a cuatro mafiosos, y además ha herido a uno de los policias más importantes de Gotham, ha tenido mala suerte en dar con ese cabrón llorica.
Para trabajar aquí me sorprende su forma de hablar, luego recuerdo que estoy viviendo en Gotham y se me pasa. Puede sonar un poco brusco, pero todo me parece mas divertido aquí.
Llegamos finalmente a la sala, y cuando veo a "mi cliente" los ojos se me quedan como platos.
-¿Jason?-Tartamudeo-
-¡Vaya! Si es la ricura de la otra noche- responde con risa-
El amigo de Hayes nos mira confundido.
-¿Conoces a este cabrón?-me pregunta-.
Me disponia a contarle lo ocurrido, pero Jason corta mis palabras diciendo:
-Estuve en su apartamento si, para que va a ser, nos acostamos juntos.
-¿QUE?-Doy un grito y le miro con impotencia, intento contestarle pero esta vez es el policia el que me corta el diálogo-.
-¡Me da igual como os conociérais!¡Señorita solo quiero que hagas tu trabajo y punto-.
Cierra la puerta de golpe y nos deja ahí mirándonos las caras.