Uno

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Por fin habían llegado a la casa de Michi.

Anto en ningún momento soltó la mano de su novia.

–Bueno, ya estás en mi casa.

Le dijo Michi a su novia.

–Por Satán, es muy grande, ¿vamos a tu habitación?

Anto propuso eso emocionada.

–Vé tú, voy a preparar café, ¿quieres algo?

Preguntó Michi mientras iba a la cocina.

–¿Tienes limón?

–Sí, el comer mucho limones te hará mal.

Anto pensó en una respuesta a eso para dejar callada a su novia.

–El caerte mientras haces deporte hará que pierdas sangre, tanto así como para hacer que quedes más tonta de lo que ya eres.

Anto se felicitó en su mente por dar una respuesta tan buena como esa.

–No te tomaré la mano nunca más.

Dijo Michi sonriendo.

–Pero Michi, solo lo dices porque no tienes más cosas que decir, iré a tu habitación.

–Daleee.

Anto subió corriendo las escaleras y entró a la primera habitación que encontró, solo había una cama y unos muebles, la habitación es de color blanco, no es la de Michi.

Entró a la siguiente habitación, era el baño.

Entró a la siguiente, habían muchos libros y una cama, seguramente era la habitación de su hermano.

Entró a la última y esa sí debía ser su habitación, al abrirla se encontró con miles de pósters y libros, un computador de escritorio, y figuras de anime.

–Ay, como vive un millonario y yo que tengo mi habitación de color rosa. En fin, que libros tendrá.

Fue a ver la repisa que estaba al lado de un closet

–Toda la saga de los juegos del hambre y también la de divergente, la saga de Harry Potter, algunos libros de Stephen King, nerve y de más, y yo que tengo que leer en pdf.

Anto abrió el closet de su novia, habían muchas blusas.

–Ay quiero una, no creo que se moleste si tomo prestada una.

Sacó una blusa cuadrille negra con turquesa.

Se quitó su poleron negro y luego su polera negra quedando solamente en brasier.

–Ujujuju pero que linda vista.

Anto de inmediato se cubrió con la blusa.

–¡Maldita pervertida!

Dijo poniéndose la blusa y tratando de abotonarla.

–Idiota, la haz abrochado mal. 

Michi se acercó a su novia y le desabotonó la blusa. 

–Ni tan plana eres.

Se rió de una forma pervertida.

–Que pervertida eres.

Michi terminó de abrochar la blusa de Anto y le dejó un beso en la mejilla.

–Te haz puesto muy roja.

–Muerete.

℘Secuestro℘〘Meyx〙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora