Amor en silencio.

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Él se encontraba en el suelo sintiendo como el veneno avanzaba por su cuerpo y la sangre le emanaba de la herida, solo le quedaban unos cuantos minutos de vida.

Después que Voldemort se marcharon, los integrantes de trío de oro habían llegado, él había entregado sus recuerdos en unas lágrimas al hijo de Lily.

"El hijo de Lily" era la primera vez que lo llamaba así, quizás porque por última vez vería esos ojos verdes que le recordaban a la mujer que amó durante la mayor parte de su vida.

Si, el era el hijo de Lily y no solo de James como le gustaba pensar y mencionar, era el hijo de ella y era por eso que había sido parte de toda esa locura de derrotar a Voldemort, por ella y por la culpa que le seguía cada día desde que vio su cuerpo sin vida frente a la cuna de su bebé a quien había salvado.

Sí, si ella había dado su vida por ese chico, él honraría aquello y de alguna manera él estaba haciendo lo mismo, aunque sabía que ese fin era esperado y hasta secretamente deseado por él, "el fin", eso era, el fin de una vida que no había sido nada dulce para él. No es que se quejara, él no era un hombre de esos, él había afrontado todo lo que la vida le había presentado y lo había hecho con valor y sin titubeos.

Odiaba tanto la gente que iba quejándose de su fortuna y haciéndose los sufridos como si las cosas malas solo a ellos les pasaran. Por eso le molestaba tanto la actitud que muchas veces tenía el chico Potter, iba por ahí siendo un sentimental que en ocasiones se auto compadecía como si no viera que a su alrededor habían personas que habían tenido una vida mas difícil y sufrida que la de él.

El muchacho que derrotaría a Voldemort no era mas que un niño que aún tenía mucho por aprender y madurar y aunque tuviera todo el valor que los Gryffindors presumen, sabía no podría sin todas las personas que estaban dispuestas a pelear por él, como su amiga la sabelotodo que se hallaba derramando lágrimas al verlo.

Había notado lo afectada que se hallaba al ver su nerviosismo al pasarle el frasco a Potter, pero creyó que era una simple reacción ante la escena que contemplaba, seguro se veía patético como nunca. Sin embargo, era ya algo extraño que se quedara y pidiera a los otros dos que se marcharan.

Ella lloraba como si su partida le doliera, ¿cómo era eso posible? ¿Ella le guardaba alguna especie de cariño? Después de tantas veces que la había tratado de mala forma, que la había ignorado e incluso humillado para que no se creyera mas ¿ella lloraba por su muerte?

Hermione se abrazó al cuerpo del hombre como si así pudiera retener la vida que se le escapaba, como si pudiera detener el tiempo en ese instante donde al fin revelaba sus sentimientos hacia él.

Severus se sentía cada vez más débil pero una emoción en su pecho hizo que se sintiera después de mucho tiempo vivo, que irónica que era la vida con él, sentirse al fin vivo cuando estaba a punto de morir.

Ella hizo presión en la herida para tratar de detener la hemorragia que, aunque no emanaba un flujo abundante si era lo bastante constante como que el muriera desangrado incluso antes que el veneno hiciera su trabajo.

Con la otra mano acarició lentamente el rostro de él, como si contemplara una obra de arte muy valiosa a la que se debe tratar con delicadeza. Colocó el cabello del mayor detrás de las orejas para poder contemplarlo mejor, no paraba de llorar amargamente, pero ¿por qué? Ella aun no sabía la verdad detrás de todo, si para ella era el traidor asesino del director que tanto amaban, ¿por qué le veía con tanto amor? ¿Amor? ¿Hacia él? ¿Era eso posible?

No sabía si era así o solo los desvaríos de un moribundo, pero al menos le permitía irse con la imagen de ella antes de partir.

¿Sabía ella los sentimientos que él le tenía? No podía ser, los había escondido en lo más profundo de su ser, detrás de palabras hirientes y desprecio. Pero si así no era, no podía imaginar una razón para lo que sucedía; ella le miraba con tanto afecto y tristeza por la condición en la que se encontraba que quisiera haber tenido más tiempo o al menos la oportunidad de preguntarle por qué hacía eso, pero le era imposible tanto lo uno como lo otro, su garganta estaba cerrada, las últimas palabras las había dado a Harry, luego de eso lo único que salía de su boca era un poco de sangre, lo que indicaba que esta ya estaba llegando a sus pulmones, quisiera haber reservado esas palabras para ella, ahora nada podía hacer más que admirar por última vez su belleza, y aunque la fuerza y valor que tanto admiraba no parecían estar en ella en medio de tantas lágrimas y sollozos, sabía que estaba en ella, era perfecta, inteligente, hermosa, decidida, valiente, confiada, bondadosa y perseverante, todo lo que había amado por esos últimos dos años sintiéndose como un estúpido por hacerlo, pero ahora no podría ocultarlo aunque quisiera, la miraba con todo el amor que la gravedad de su estado le permitía, quisiera que su mirada le dijera a ella todo lo que su corazón guardaba.

Y como si Hermione entendiera lo que él deseaba se acercó a sus labios en un delicado beso, apenas rozando sus labios, para luego besarlo con la profundidad que sus sentimientos ameritaban.

Y él recibió el beso con sus últimas fuerzas, feliz de entregarle a ella su último aliento.

Era como el beso de la bella durmiente, solo que, a la inversa en muchos aspectos, era ella quien besaba al "príncipe" y al contrario que la bella durmiente, él no despertaría con ese beso, solo era una despedida en la que se decían adiós y al finalizar el beso él no la volvería a ver pues se marcharía en un sueño profundo para siempre.

Amor en silencio.Where stories live. Discover now