Sin otra elección que trabajar juntos, Henry y Peter se unen para liberar a Valerie pero Peter es atrapado por los guardias de Solomon. El lobo vuelve a aparecer, advirtiendo a Valerie que debe fugarse con él, y se quema la pata al tratar de entrar en el templo sagrado. La mañana siguiente el ahora maldecido con la licantropía el padre Solomon es ejecutado por el hermano del fallecido guardia y Peter no aparece en toda la mañana.
Sospechando que el hombre lobo sea nada menos que su propia abuela, Valerie toma su capa con una cesta de comida, recoge algo de la entrada del templo y se dirige a la cabaña de su abuela. En el camino se encuentra con Peter, que le ruega que se fugue con él antes de arriesgar su vida. Valerie se da cuenta de que Peter usa un guante de herrero y piensa que se sirve de él para ocultar la quemadura que el lobo se hizo en su último ataque. Sorprendida por el impactante descubrimiento, apuñala a Peter con una daga y llega a la cabaña de su abuela.
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Creyéndose a salvo, Valerie descubre la verdadera identidad del lobo: es su propio padre, Cesarie, quien cometió todos los asesinatos para encontrar a su legitima heredera y pasarle la licantropía. Al descubrir que Lucie no era su hija, Cesarie la mató al igual que a su padre biológico y ataco a Suzette para saciar su sed de venganza. Cesarie se prepara para morder a Valerie pero es detenido por Peter, que acude al rescate de su amada y con ayuda de Valerie los dos acaban con el terrible lobo feroz.
