Solo dejame conocerte (MCLB)

Extra (3/5)

Alya.

- Una persona no desaparece de la nada, Aly - replicó Nino, quejándose por quinta vez en la semana.

Hace un mes que habían comenzado la ODBYR- M (Operación De Búsqueda Y Rescate - Marinette). Sin su mejor amiga, la de cabello castaño se volvía loca. Cuatro meses desde que no daba señales de vida. Los padres de la chica negaron saber algo, así que solo quedaba esperar.

- Ella lo hizo - musitó, irritada. Su vientre estaba notoriamente inflado, y ambos chicos estaban muy felices por ello, más Alya se negaba a descansar. Todo el día lo pasaba fuera, o trabajando o buscando a Marinette.

- Iré a ver a Adrien - anunció - creo que te veré en la casa...

Ese era otro punto. Adrien; todos lo conocían, y sabían donde vivía, pero tampoco daba señal alguna de seguir vivo. Chat Noir había desaparecido de las calles, y de los medios. Nino con suerte veía al rubio cuando estaba en su departamento (la mayoría del tiempo le negaba la entrada).

Ella asintió con la cabeza, y se despidieron con un beso. Cada quien siguió con su camino.

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- Por favor, señora Cheng - suplicó nuevamente a Sabine, buscando información de su amiga - Estoy realmente preocupada.

- Ella está bien - fue su única respuesta. La misma de siempre - Preocúpate por ese niño en tu vientre, Marinette volverá cuando se sienta lista.

- Cinco meses es demasiado. Si tan solo supiera algo, lo más mínimo de donde está y que hace ahora, estaría satisfecha.

Sabine suspiró cansada. La muchacha nunca iba a rendirse.

- Marinette esta con Tikki en Estados Unidos, en una pasantía de una famosa línea de ropa. Allá tiene un trabajo, una amiga, y lo más importante, una vida segura. Ha dejado de lado esas tonterías de superhéroes y tipos malos. No pongas esa cara, Alya. Marinette me contó todo antes de irse, a mi y a Tom. Si, hasta lo de Adrien. Me alegra que lo haya dejado, solo desperdició tres años de su vida poniendo su vida en riesgo por una pelea que no era suya.

Alya soltó una serie de maldiciones en francés dentro de su cabeza, pero no dijo nada. Había obtenido lo que quería: información.

- Tiene toda la razón, señora Cheng - dijo con seriedad, absteniéndose de ahorcarla.

<<Es la madre de mi mejor amiga... es la madre de mi mejor amiga...>>

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- ¡ADRIEN ABRE LA MALDITA PUERTA!

- Alya, baja un poco la...

- Cállate Nino... ¡ADRIEEEEEN! ¡VOY A DERRIBARLA SI NO SALES EN 5...4...3...2...!

El rubio asomó su cabeza. A juzgar por su cabello despeinado y mirada cansada, estaba durmiendo. Abrió completamente la puerta, dejándolo ver con una playera de manga larga gris y un pantalón de pijama.

- ¿Qué...?

Echaron un vistazo a su apariencia, y ambos se sorprendieron, lucía... sano... feliz...

Bien.

La última vez que lo habían visitado, hace ya tres meses, parecía un fantasma: Tan delgado, ojeroso, pálido, con el cabello siempre sin brillo y la mirada perdida... 

Ahora había recuperado su forma, y aunque sus ojos seguían teniendo una leve expresión de melancolía, parecía estar feliz.

- ¿Dejarían que me cambie y...?