"Mi molesto vecino" Larry Stylinson

Tercera Parte [FINAL]

Al otro día parecía un idiota con cara de embobado, y lo estaba. En pleno examen garabateaba el nombre de Louis, es raro, jamás me sentí así. Pero creo que voy bien. Independiente de su fachada de chico malo, sé que es uno de los chicos más tiernos y detallista que jamás pude conocer

— ¡Quince minutos jóvenes! —anuncia la maestra con voz grave y autoritaria, abro cómicamente los ojos alarmado de que en quince minutos todo se acabará, he estado tan distraído que siquiera mi nombre escribí

Maldito examen, malditas matemáticas, estúpida maestra, maldito y hermoso Louis. Escribí mi nombre y borré el de Louis en la mayoría del cuadernillo de preguntas. Observo las preguntas, y determino cuál es lo bastante fácil como para responder en cosa de segundos, con suerte hallé tres preguntas de ese tipo. Pinté las claves en la hoja de respuesta, y continúo con mi ardua tarea de responder un examen de cincuenta preguntas en sólo ¡QUINCE MINUTOS! —Ahora menos—.

Gracias a los astros y dioses griegos alcancé a terminar justo cuando la profesora recluso las pruebas, mis manos tiritaban, ¿cómo pude lanzar dos horas por la borda? Mi promedio casi perfecto se irá en picada por mi “gracia”. Tocan el timbre para el receso, tomo mi mochila y corro por los pasillos hasta el baño

— Harry eres un imbécil. —Me digo cuando me enfrento a mi reflejo en el espejo del baño 

— Hey… ¿por qué te tratas tan mal? —Me pregunta un chico al cuál jamás en mi vida había visto, lo miro extrañado y vuelvo mi mirada hacia el espejo que me expone mi jodida cara llena de vergüenza—. OH, vamos… sé que no me conoces, y yo tampoco a ti —dice acercándose a mí y tomando amistosamente mi hombro—, pero puedo ayudarte.

Lo miro extrañado y el me sonríe amistosamente. —Siquiera sé tu nombre. —Digo mirándole, el sonría aun más y se acerca hasta mi oído.

— Nick…

*

Ese Nick sí que es buena persona, me fue de gran ayuda. Estaba algo indeciso de contarle o no mi situación con Louis, pero termine contándole todo.

El tiene razón, es mi primer “amor” real, es aún más difícil si es “a primera vista”. Ya que te basas en lo que sientes o en lo que quieres o como quieres que sea esa persona contigo, pero no sabes nada de el o ella.

Confío en mis instintos. Louis no me hará daño. Lo malo es que él estudia en otro instituto, debería estar en la universidad pero creo que se retraso algunos años. En cada clase cuento los minutos para ir a casa y volver a verlo, me siento dichoso, pensando y pensando algunas de las imágenes eróticas de la noche pasada se presentan en mi mente, me sonrojo y Amy —mi amiga—, lo nota y ríe.

— ¡Harry, ¿qué te ocurre?! —Grita Amy llamando la atención de todos mis compañeros, le hago señas para que se calle y me deje explicarle.

— Amy… yo… —No sé como iniciar este discurso, ya que, ¿cómo le explico a mi amiga que me hizo sonrojar? Son cosas totalmente indecorosas.

Terminé de explicarle escribiendo en un papel, pequeño y arrugado lo que me sucedía.

«Te pido por favor, no le digas a nadie, eh. >.< Lo que pasa es… ¡¡cómo te lo digo!!»

Le lancé la pequeña bola de papel, la lee y rueda los ojos en mi dirección.

«Púes desde el principio, ES-TÚ-PI-DO.»

Me la lanza y río, ¿Por qué hacemos esto…? Está a un banco antes que yo. Se gira y quedamos frente a frente, nuevamente.

— ¡Ya dime Harold! —Exigió golpeando mi hombro, ríe y vuelve a mirarme con expectación.