Stranger Things 2 [Mike y Tú] ALTERNATIVA

23

Narra Chloe:

- Tenemos que pensar en algo Jonathan.

- No se me ocurre nada...

Habíamos ido a mi casa para calmar a mis padres, decirles que íbamos a recuperar a su hija. Pero ellos no la recuerdan. Ya no importa para ellos.

- Debemos decirle a Hopper- dije decidida.

- ¿Crees que él sabrá que sucedió?

- No lo sé. Pero no desperdiciamos nada haciendolo.

- Bien.

- Vamonos.

- ¿A donde irán cariño?

Me gire y vi a mi madre en la puerta.

- Es que...yo...

- Iremos a mi casa. Me está ayudando con un proyecto de fotografía.

- Si.

- No quiero que salgas a estas horas Chloe. Además, acabas de llegar. Quédate.

- Madre. Necesitan mi ayuda.

- No Chloe- se acercó a mi y tomo mi brazo.

- Si, mama- dije zafandome de su agarre- No soy una niña y lo sabes. Me iré porque Jonathan me necesita.

Fruncio el ceño levemente y yo la mire con indiferencia. Ella nunca me había tratado de esa manera, ni cuando salía por las noches.

- Esta bien, lo lamento. Cuidense.

Asenti y tomé la mano de Jonathan. Salimos de mi habitación y bajamos las escaleras hasta llegar a la puerta principal.

- ¿Que le sucede?- susurró Jonathan mientras sacaba las llaves del bolsillo de mi chaqueta.

Pose mi dedo sobre sus labios para que hiciera silencio y abrí la puerta.

- Vamonos- susurre.

Espere a que saliera y cerré la puerta.

- Mis padres están actuando extraño y no es por el hecho de que no recuerden a una de sus hijas. Es algo más.

- Tranquila ¿si? Descubriremos que es lo que sucede.

Tomó mi rostro entre sus manos y beso mi frente.

- Dormirás en mi casa hoy. No te dejare aquí.

- Jonathan...

- No te doy elección.

Asenti con una sonrisa.

- Okey.

Decidimos ir caminando, la casa de los Byers no quedaba muy lejos de la nuestra.

Entrelace el brazo de Jonathan y el mío y comenzamos a caminar a un lado del asfalto.

- Mama nunca me había tratado asi.

- Olvidaron a su hija. Algo más habrán hecho con ellos.

- Ojalá haya sido una situación de madre sobreprotectora.

- Ojalá.

Mire a Jonathan y él a mí.

- ¿Sabes que te amo cierto?- comento.

Sonreí ampliamente.

- ¿Sabes que yo también te amo?

- ¿Si?

- Si.

Se acercó más a mi, cortando la distancia que separaba nuestros labios. Fue un beso algo corto pero dulce.