2nd hour

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Se encontraban observando la película. Todas las chicas estaban sumidas en la trama, pero Jihyo no dejaba de pensar en la mano que se encontraba en su muslo.

Después de aquella frase sugerente de Tzuyu, la japonesa mayor entró inoportunamente  al lugar y después de ello, Jihyo y Tzuyu no tuvieron la oportunidad de tener un tiempo a solas.

Eso había calmado un poco a la mayor, al final había concluido que Tzuyu se refería a otra cosa. Tal vez la falta de una pareja le estaba creando pensamientos raros.

Pero todas ideas quedaron atrás cuando, a menos de la mitad de la película, sintió suaves caricias en su muslo.

Había sentido aquellas manos durante al menos 10 minutos y Jihyo se había concentrado en no soltar algún sonido lascivo.

Y se tensó.

Se tensó cuando sintió la mano subir.

Ahora no sólo eran caricias, se habían convertido en rasguños, pellizcos y apretones. Jihyo no pudo más y soltó un suspiro. Nayeon la miró enojada y la menor hizo un ademán de disculpa.

Jihyo miró a la taiwanesa de reojo y observó la pequeña sonrisa que adornaba su rostro.

Diablos, le estaba dando dominio sobre ella, y no lo permitiría.

"Nayeon, Tzuyu me está diciendo chistes y yo quiero ver la película". Acusó la coreana. Nayeon las miró a ambas.

"Lárguense".

"P-pero Coneja, yo quiero ver-".

"No quiero a Tzuyu aquí y, por chismosa, te toca cuidarla".

"Pe-".

"Nada de peros, lárguense de aquí". Concluyó más enojada que al principio. Y Jihyo sabía que si presionaba, Nayeon armaría la tercera guerra mundial.

Tzuyu tranquilamente salió de la estancia seguida de una derrotada Jihyo.

Entraron a la habitación de Jihyo, en el segundo piso. Las chicas habían estado millones de veces ahí, pero estar a solas con Tzuyu la ponía extremadamente nerviosa.

La taiwanesa se recostó sobre la cama y miró a la mayor.

"Jihyo, ven, acércate, siéntate a un lado de mí". Pronunció con voz rasposa, aquellas estupidas pausas y dudas en su coreano habían desaparecido. Eso ponía más nerviosa a la contraría, pero hizo lo que la menor le decía.

Se colocó a la altura de sus piernas, lo más alejado de sus manos y labios posible.

"Jisoo".

Santa mierda, escuchar su nombre la hizo tragar fuertemente y tomar una larga bocanada de aire. Eso la prendía. Y eso estaba mal. Muy mal.

"¿Sí?".

Tzuyu de alguna manera la atrajo hacía sí con ayuda de sus largas piernas, de modo que la coreana quedó casi sobre de ella.

"Me gustas". Susurró, mirándola directamente a los ojos.

"¿D-disculpa?". Tartamudeó.

Eclipse [JiTzu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora