Consequences |VHope|๑

Campo

Las luces dejaron de aparecer frente a mis iris durante unos minutos, el frío aumentaba al pasar de estos. No sabía que sucedía hasta que las luces volvieron a prenderse como un rayo que atravesaba mi cíen.
La luz era cegadora pero al mismo tiempo tenía una sensación cálida que podías sentir subir por tu columna vertebral. Cuando mis ojos ya se acostumbraron a la luz, pude divisar un campo grande, era tan grande que al tratar de mirar al horizonte sólo se veía más verde.
¿Estaba muerto? ¿Esto es el tan hablado paraíso?
Apoyé mis manos en el césped perfectamente verde, dejando que se pierdan en el. Cuando por fin me levanté pude ver mejor en que situación estaba. El campo era justo como siempre imaginé conocer uno, lleno de flores y colibrís, césped que no es cortado y un sol brillante.
No estaba mal pero, ¿Y los demás?

Comencé a caminar mientras con mi mano iba tocando la punta del césped. Caminé al rededor de una hora, sin encontrar persona alguna, era como si diera vueltas en círculos.
Decidí volver a sentarme y noté que en toda esta hora no había pensado en que esto no era un paseo, me encontraba muerto, me había suicidado.

¿Ahora que haría? ¿Cómo estaría mi familia? Mi madre cuando se entere estará destrozada, lo lamento tanto mamá, no sabes las veces que pensé hacer esto cuando era un adolescente, por cosas tan triviales e idiotas y ahora que lo he hecho por amor creo que estás más decepcionada aún al igual que papá. Papá, sé que te será difícil ya no estar más con tu único niño y tener que cuidar de las dos hermosas mujeres de la casa tu solo, consolarlas. Sé que nuestra relación cambio al saber que era homosexual, pero te comprendo papá y espero sepas que te perdono por cada palabra ofensiva algún día pronunciada contra mí, por favor, cuida a nuestras chicas. Hermana, sé que ahora me odiarás por esto, tal vez hasta quieras tirarte a golpear mi cajón como cuando lo hacías de pequeña para que devuelva tus muñecas.
No sé cuanto tiempo estuve pensando en mi familia mientras arrancaba algo del césped. Hasta que recordé a TaeHyung.
Lamento haberte causado un trauma, no debe ser fácil ver morir a tu ex pareja frente a ti. Pero vamos, algo que tú me perdones, ¿no?

Pensando en ti siento escalofríos, pensar en la persona por la cual acabaste tu vida definitivamente es duro y más si la amabas.
Los recuerdos con él no salían de mi cabeza, sólo los malos se presentaban en mi mente, causándo una jaqueca que espero pronto acabe.
Estuve en una relación en la cual la base era yo, literalmente. Me acostumbré tanto a arreglar los problemas yo sólo, al estar cegado por mi intento de relación perfecta, que no pude notar el desgaste en él. ¿Habré hecho algo mal? Recuerdo las veces cuando discutíamos y no pasaban ni diez minutos cuando volvíamos a besarnos. Ahora las discusiones duraban incluso días, donde él sólo se encerraba en el cuarto de huéspedes con su celular. Recuerdo cuando me acompañaba en la cocina, llegando de sorpresa a abrazarme y después sólo entraba a preguntar el tiempo que faltaba y volvía a lo suyo. ¿En que momento te alejaste tanto de mi Kim? Te alejaste lento, como si una mariposa se tratase. Te tuve frente a mi tanto que cuando me despisté ya habías volado a otra vida.
Ahora que lo pienso, siempre di todo de mi en esa relación, tanto que ahora di mi vida con tal de que esta no muriera.
Volví a caminar un tiempo más, realmente esto era hermoso, me daba a entender que estuvo bien lo que hice. Tal vez fue premeditado, pero fue una decisión que tomó años  realizar.

A lo lejos divisé un árbol, un enorme árbol, el único en el lugar.
Las flores de sakura salían y caían de él sin parar. Giré a su alrededor deleitando mis pupilas por la perfecta fila de líneas que este tenía.
Comencé a contarlas y noté que está tenía la misma cantidad de líneas que mi edad. ¿Tendrá los mismo años que yo?
Al acercarme a una de las flores de este, pude ver que desde su interior brillaban recuerdos, memorias mías.
Vi cuando llegué a este mundo, cuando llegó mi hermana. A mi primer perro y mi primer día de escuela. Iba avanzando y pasando por momentos muy importantes en mi vida. Casi en la mitad izquierda del árbol encontré el día en que me declaré como homosexual frente a mis padres, presentando a mi primer novio.
— Ah~, ¿que será de Min YoonGi? – Primera vez que articulaba palabra en todo este tiempo, mi voz sonó por todo el prado, provocando que mariposas salieran del árbol. Continué apretando el borde de mi blanca camiseta, sabiendo a que me acercaba.
Llegué al punto donde comencé a salir con TaeHyung, eramos tan jovenes, nos queríamos tanto.
Mis momentos con él ocupaban todo un lado del árbol.
¿Qué nos pasó mi amor?

[***]
Supe que me había dormido al sentir mi nombre en mi oído.
«Vamos HoSeok, no te vayas, haremos todo para que te quedes» Chocó en mis tímpanos
Abrí mis ojos y me levanté rápido. Seguía en ese campo enorme, bajo el árbol de cerezos que me daba la sombra. Esperé volver a escuchar algo o ver a alguien por allí.
Esperé veinte minutos y al no suceder nada decidí volver a dormir, cuando mis ojos volvieron a cerrarse y el sueño llegaba a mi volví a escuchar una voz, pero ahora masculina.

«¡Reacciona muchacho!»

Sentí una electricidad por un momento en el centro de mi pecho y pasó una luz borrosa por mis ojos.

«¡Otro shock enfermera!»
Sentía como una convulsión elevaba mi cuerpo y veía un cielo metálico con verde menta.

No entendía que sucedía, ¿no estaba muerto? ¿Me están reviviendo?

Una última corriente llegó a mi, quedándose en mi pecho.

«¿Hora de muerte?» Se escuchó.
«¡Lo siento mucho! ¡No me dejes!» Terminó por cerrar esa nube y  ahora dejarme completamente en un espacio negro.