Esquizofrenia [Ivette]

Amigos

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Lunes 8 de Abril.

Si algo tarda es bueno, en realidad no esperes que algo salga tal cual lo haz planeado, sin mentir las cosas planeadas no salen bien al final del día los acontecimientos cambian por una simple acción cometida involuntariamente. Las largos ratos en “la casa de  la cultura” Ivette ahogaba sus deseos infantiles, sus sueños de niña, que, imagina las mas bellas palabras de amor susurradas al oído, imaginando a su príncipe azul decir cuantas palabras tales como se encontraban en aquella antología poética de Juan Ramón Jiménez y luego llenarse de lujuria al caer la noche como lo escribía Eduardo Antonio De La Parra pero al cerrar los libros volvía a la vida sin sal y desabrida.

Caía ya la tarde cuando salía de aquella biblioteca, cruzando la calle principal para entrar al parque centrar y luego pasar este y tomar el camino a la colonia la Sabeta.

Mantenía su teléfono celular en mano revisando algunos mensajes los cuales todos eran sobre promociones de la compañía telefónica, luego de unos minutos lo guardo y fijando la mirada en el suelo mientras caminaba se perdió en sus pensamientos, desde aquel día en que Lucía estuvo junto a Eliazar y Carlos en su casa las cosas cambiaron, Lucía solía pasar las tardes antes de ir a la universidad junto a su novio el cual ya era algo oficial, no le molestaba que su mejor amiga tuviese una relación si no el con quien estaba y mas por el hecho del alejamiento tan repentino de esta la cual la mantenía decaída, y por alguna razón mas extraña, Tito hablaba con ella solo cuando se trataba de alguna tarea de la universidad, aquello la mantenía tan desconcertada, el hecho de que Claudia Alexis y Hector estuviesen internados en la ENA la dejaba sola y Keyla haciendo su vida en la capital que la alejaba mas rompiendo, la promesa de venir los fines de semana a visitarlos parecía que en unos meses el grupo se había disuelto rápidamente y que era ella la única que les recordaba.

Mientras ya había entrado a la carreta principal pasada las 6 de la tarde mientras todavía se notada gente en el calle que regresaban a sus hogares noto de manera algo asombrada a Carlos, que salía del parquesito infaltil alzando el tono de voz y prácticamente gritando su nombre

— ¡¡IVETTE!! —

Esta ante el sonido que lastimo sus tímpanos volteo y le miro levantando su mano para saludarle

— ¿Carlos? Hola —

Se le acerco este y con bastante confianza le saludo con un beso en la mejilla, luego se le separa un poco

— que gusto verte ¿Cómo estas? — pregunto Carlos mirándole con gran entusiasmo reflejando hasta en aquellos bellos ojos, que sabe, tal vez por la hora en que el sol se empezaba a ocultar se notaban mas deslumbrantes como dos pequeños luceros.

— pues bien, que milagro verte ¿Qué haces por aquí? — pregunto de inmediato saliendo del delirio provocado por los ojos de aquel hombre.

— voy para mi casa, vivo en “La 21” ¿nos vamos juntos? — ["La 21" colonia a unos 5 minutos después de "La Sabaneta"] ofreció caminar puesto que en verdad Juticalpa es una ciudad muy pequeña, del centro a la colonia la Sabaneta no toma mas de 20 o 25 minutos caminando a paso lento.

—vaya, quien lo diría , claro vamos — añadió Ivette con expresión de asombro.

Sin mas ambos empezaron a caminar por aquella calle rumbo a sus hogares. El rostro de Carlos irradiaba felicidad, mantenía una gran sonrisa mientras contaba a Ivetre lo bien que iba en su trabajo y los logros obtenidos en el nuevo año sin mencionar los planes para el próximo , con énfasis resalto el deseo que tenia de encontrar a alguien para poder compartir su alegría, mientras Ivette procuraba esconder su mal animo tras mostrar aprobación ante aquella conversación, hasta que al fin la conversación se corto al llegar a la entrada de la cuadra que tenía que tomar Ivette para dirigirse a su casa despidiéndose de Carlos quien siguió su camino. Paso frente al apartamento de Lucía notando el hilux 4.5 negro de Eleazar así que apresuro el paso, luego paso frente a la casa de Tito notando la falta de la camioneta Nissan roja lo cual indicada que no estaba ahí, llego a su casa entro y cerró la puerta tras sí, encerrando con su tristeza.