Runo Shielder

Runo había nacido como un chico normal, o eso parecía, fue un bebé callado, tranquilo, casi nunca lloraba fue criado entre mujeres por lo cual era más sensible que otros hombres, además que había nacido con una esperanza en las personas que mientras iba creciendo iba disminuyendo, la mayoría de personas lo decepcionaban, su madre y tías no ayudaban mucho, ellas querían el típico macho, sin darse cuenta de que lo criaron justo como era ahora.
El conocía a su padre solo que casi nunca lo veía, el era malo con el, a veces lo golpeaba por ser de esa manera, el también quería al típico macho que Runo no podía darles, el era muy propio y amable para intentar agradar a los demás pero eso les daba la impresión de que era un niño pequeño soñando y como la mayoría de personas, se aprovechaban de eso, él, ya lo suficientemente lastimado empezó a desahogarse dibujando, le habían regalado una tableta con la que podía pasar sus dibujos a digital y subirlos a sus redes sociales, para el ya no importaba que todo fuese mal, con que pudiera dibujar, todo estaría bien.
Mientras avanzaban sus años de primaria es sufrió varias veces de bullying pero un día, un chico lo defendió, su nombre era Tom, el día que se conocieron Tom le comentó que tenía una pequeña hermana, de su edad, que también la molestaban, que por eso lo ayudaba. Cuando Tom salió de primaria y Runo se quedó solo no volvió a dejar que abusaran físicamente de el, Tom le había enseñado a pelear. Pasó sus últimos años de primaria con buenas calificaciones y un historial impecable.
Al entrar en su primera secundaria conoció a algunos chicos tan amables como el, también algunas chicas, solo el dibujaba y eso les atraía a sus amigos por el gran talento que poseía y más por que siempre elegía ilustrar los carteles de los trabajos que pedían en equipo y valla que se le daba bien, sus calificaciones no iban ni mal ni bien pero todo el tiempo se peleaba con los profesores, lo que causó que lo expulsaran, eso lo puso muy triste, por primera vez tenía amigos y los perdió por defenderlos -¿Acaso es mi destino siempre estar solo?- el chico se preguntaba; había logrado pasar el primer año a base de castigos por indisciplina, claramente ya no lo iban a aceptar para el segundo año y así fue, no le permitieron si quiera ir a la ceremonia de cierre de año.

Runo puso toda su esperanza en pensar que en su siguiente escuela todo marcharía mejor, se prometió a sí mismo el no pelear con los profesores ni aunque fuera la peor injusticia dirigida a alguno de sus amigos, ni tampoco sería mal estudiante. Una semana antes de entrar a la escuela encontró una caja en su ventana, no le tomó mucha importancia y la metió a su cuarto, la abrió y dentro encontró dos pares de kunays con una nota de la cual desconocía la letra.
"Sabrás que hacer con esto, te servirá para proteger la o ser independiente, tendrás que decidirlo dentro de poco amigo"

El chico algo sorprendido decidió esconder las armas hasta que supiera para que son exactamente. El primer día de clases fue solo a su nueva secundaria.
Al llegar pudo notar cierta sensación en el ambiente, un compañero le dijo que se sentara junto a un lugar vacío puesto se decía que no sería el único nuevo que llegaría ese año y casualmente ese mismo día. Poco después una chica de cabello castaño rojizo se sentó a su lado sin prestar atención a nadie, sacó un cuaderno de dibujo y se puso a dibujar, Runo no dejaba de observar la, le llamaba la atención que era la única que no le dirigió la palabra a nadie, pero tampoco nadie lo hizo -¿Por que?- se preguntó el chico para si mismo, la chica llamaba su atención, ella ni si quiera intentaba hablar con alguien.
Runo vio llegar a la maestra y se preparó por si era llamado por la misma, vio de reojo a la chica, esta no mostraba ni un poco de interés en cambio estiró un poco su mano y contó tres segundos con los dedos y justo al bajar su tercer dedo la maestra nombró a ambos, el chico se sorprendió.