Magisterium News

#TSM CAPÍTULO III

Lo siento, tenía el cap traducido desde las 1 de la mañana pero he estado ocupada deprimiéndome y mandando a la mierda a unos haters de tumblr.

En Galería la foto de la portada. (Estrago es un clásico, nunca falla.)

NOTA: En el resumen anterior me refería a que o Alex o Call serían devorados por el caos, no caotizados. Fallo mío (demasiadas horas escribiendo). Gracias a los que me lo hicisteis saber.

Y vuestros comentarios me hacen todos mucha gracia. Probablemente no responda ninguno o casi ninguno, porque son muchos acumulados, pero que sepáis que los he leído todos y sois los mejores XD

CAPÍTULO III

Call se quedó mirando a Tamara, estupefacto. Estaba diferente. O quizás no lo estaba – quizás la memoria que tenía de ella había fallado tras seis meses. Pero no lo creía. Había pensado en ella tanto que no podía imaginar haber olvidado algo sobre ella. No era como si importaba. ¿Importaba? Se dio cuenta de que se había quedado mirando y que Tamara probablemente estaba esperando a que dijera algo. Fue salvado por Estrago, que subió a la furgoneta con un sonoro ladrido y comenzó a lamer la cara de Call con vigor.

"Jasper" Dijo Tamara, frunciendo el ceño ante el otro ocupante de la furgoneta. "¿Qué estás haciendo aquí?"

"¿Te has vuelto loca? ¿Has organizado una fuga de prisión?" soltó Jasper, escupiendo con rabia. "¿Y ni siquiera me lo dijiste para que pudiera ir de visita otro día?"

"Perdona por no haber comprobado tus planes sociales." Ella puso los ojos en blanco, trepando a la furgoneta. Apartó a Estrago de Call, sus dedos yendo al cuello del lobo en un gesto amistoso...

Call no podía hablar. Tenía tanto que decir que se había quedado enredado entre pensarlo y decirlo en voz alta. Estaba tan feliz de estar mirando a Tamara, tan feliz de que a ella todavía le gustara lo suficiente como para ayudarle. Y aún así sabía que no había disculpas lo suficientemente grandes para darle.

Ella le miró y sonrió suavemente. "Hola, Call."

Él se sintió como si apenas pudiera tragar. Su cara había cambiado sutilmente en el último medio año, pero de cerca parecía menos diferente de lo que había pensado. Aún tenía los mismos ojos grandes, oscuros y simpáticos. Habló hoscamente. "Tamara. ¿Tú has planeado – todo esto?"

"No sin ayuda." Dijo ella, escoltando a Call fuera de la furgoneta. Él saltó al lado de ella, estirando su pierna dolorida. Estaban en frente de una bonita casa de campo en el medio de un claro. Un pequeño lago se encontraba a un lado, con un puente pasando sobre él. De pie enfrente de la casa estaba Anastasia Tarquin, su coche blanco aparcado en la entrada.

Anastasia aún llevaba su traje blanco, ahora manchado con hollín. Miró a Call de una manera que le puso increíblemente nervioso, como si estuviera viendo a una leona madre vagando hacia él por la sabana.

"Yo me quedaré en la furgoneta." Dijo Jasper, sin aliento. "Después me podéis dejar en cualquier sitio. Como una gasolinera, o cualquier cosa. Yo volveré por mi cuenta."

"Anastasia me ayudó." Dijo Tamara, principalmente a Call. "Ella me dejó bajar a hablar con Ravan." Clavó la mirada en sus pies. "No tenía muchas otras personas con las que hablar después de que Aaron muriera y tú te hubieras... ido."

"Podrías haberme hablado a mí." Dijo Jasper, todavía en la furgoneta.

"Tú solo querías hablar sobre Celia." Dijo Tamara. "Y nadie hablaría conmigo sobre Call porque..."

"Porque piensan que soy el Enemigo de la Muerte." Dijo Call. "Y que quería a Aaron muerto."

"No todos piensan eso." Dijo Tamara en voz baja. "Pero sí la mayoría, sí."