Somos pestañas de lo infinito

Esperas

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'No tiene correo nuevo''

Me quede mirando la pantalla de mi computadora; no estaba sorprendida ni siquiera enojada. Malik no contesto ninguno de los mensajes que le deje el día anterior.

Inmediatamente busque mi diario & escribí:

6/08/2013

Cada noche te recuerdo. Antes de dormir agarro mi bolígrafo sintiendo tu ausencia. Es ilógico e irracional quererte como te quiero. Pero no puedo controlarlo. Que estúpida soy verdad.. Te amo tanto que ni siquiera me importa el daño que me haces. Hoy te vi, Parecías feliz. Estabas tomando la mano de aquella rubia, tal y como lo hacías conmigo. Me moría de celos, quería correr & decirte que te amo pero, ¿Que estúpida no? Estoy a punto de casarme & todavía siento celos. En un abrir y cerrar de ojos todo cambió pensé que te iba a tener para toda la vida a mi lado, me siento desprotegida en este mundo de mafia. ¿Porque me ate tanto a ti? ¿Si sabia las consecuencias? ¿Porque no solo me aleje? Mírame estoy en una habitación tratando de rescatar los pedacitos de mi corazón desparramados por toda la habitación.. Mírame mi estómago se cierra cada vez que oye tu nombre...Mis esperanzas vuelvan sin rumbo por algún lugar de este maldito mundo como hojas en otoño... ¿En verdad crees qué era consiente? ¡No! Nunca lo fui, Tengo tanto rencor. Me maltrataste & me tiraste a la basura. Sin embargo aquí estoy, Como tonta escribiéndote sabiendo que tú ya ni me recuerdas. Pero no puedo controlarlo. Esta fuera de mi voluntad. En mi adolescencia Me diste muchas esperanzas, Me ilusionaste, me enamoraste, & supongo que estabas también enamorado. Cada día me diste distintas ilusiones. Mi corazón pertenece a ti. No sé si lo merezcas, pero no importa, pues no te amo porque lo merezcas.

Te amo porque si.

Cerré mi diario, Apague mi computadora & aparte la silla de mi escritorio.

Una mezcla de furia, desilusión & desesperación me invadió.

Me detuve a medio camino de mi cama al oír un fuerte sonido, parecido al de una tormenta.

Me dirigí a al balcón de mi habitación; estaba en lo cierto, ya empezaban a caer pequeñas gotas.

Me acosté y empecé a ver el techo de mi habitación. Definitivamente, no hay peor sensación que comprobar que esa persona que creías diferente y especial, es en realidad, como todas las demás.